No pensemos demasiado en trasplantar la sansevieria, ya que es una especie que se siente bien en una maceta pequeña. Deberíamos hacerlo solo cuando la planta nos dé señales claras de que necesita este procedimiento. ¿Cómo reconocer esas señales? Cuándo trasplantar la sansevieria para no dañarla? Aquí tienes algunas consejos prácticos.
Cuándo trasplantar la sansevieria?
La planta da señales ¿Cómo sabemos si la sansevieria necesita ser trasplantada? Este asunto es menos obvio que en el caso de otras especies cultivadas con frecuencia en el hogar. No basta con recordar cambiar su sustrato y su maceta, por ejemplo, cada año. La sansevieria es una planta que se siente mejor en macetas pequeñas. Por eso, no requiere trasplantes frecuentes y, de hecho, no le gusta este procedimiento. Debemos abstenernos de hacerlo hasta que nuestra planta nos dé una señal clara de que tiene muy poco espacio para seguir desarrollando sus raíces, lo que debilita su estado.
Cuándo deberíamos trasplantar la sansevieria? La planta nos da señales de que ha llegado el momento adecuado. Para reconocerlo correctamente, observemos minuciosamente la planta que estamos cultivando.
Aquí están las principales señales de que la sansevieria necesita ser trasplantada a nueva tierra y maceta:
- Raíces que crecen a través de los agujeros en el fondo de la maceta: esta es la señal más fácil de interpretar de que la sansevieria necesita estar inmediatamente en un recipiente más grande.
- La tierra en la maceta se seca demasiado rápido: una sansevieria que crece en una maceta demasiado pequeña para sus raíces eventualmente comienza a tener problemas para absorber agua. Si notamos que el agua se filtra rápidamente a través del sustrato durante el riego, sin humedecerlo adecuadamente, y luego se acumula en el plato, deberíamos buscar una maceta más grande.
- Crecimiento lento de la sansevieria: si nuestra planta ha detenido completamente o ha disminuido significativamente su crecimiento, probablemente esté pidiendo un trasplante porque no tiene suficiente espacio para seguir desarrollando sus raíces.
- La maceta comienza a agrietarse o está deformada: la masa de raíces de la sansevieria que ha crecido excesivamente con el tiempo comienza a presionar contra las paredes del recipiente, a menudo incluso rompiéndolo. La expansión o la fractura de la maceta deberían ser una clara señal de que la sansevieria necesita ser trasplantada.
- La planta florece: la sansevieria no florece con demasiada frecuencia, pero puede suceder, especialmente cuando la planta está estresada. Una maceta demasiado pequeña puede ser una fuente de estrés para la planta. Entonces, producirá flores para mantener la continuidad y la supervivencia de su especie. Si nuestra sansevieria está floreciendo, probablemente esté tratando de decirnos que no tiene suficiente espacio en la maceta para seguir creciendo saludablemente.
Cómo trasplantar la sansevieria – guía
La sansevieria debe ser trasplantada raramente. Deberíamos hacerlo solo cuando la planta nos señale claramente esa necesidad. Por lo general, es suficiente trasplantarla cada 3-4 años, pero es importante observar la planta que estamos cultivando para elegir el momento ideal para este procedimiento. No es un trabajo especialmente complicado, pero al hacerlo, debemos prestar atención a algunos detalles importantes. En qué debemos fijarnos durante el trasplante de la sansevieria y cómo hacerlo paso a paso?
Aquí tienes una breve guía:
- Elegimos una nueva maceta con un diámetro aproximadamente 3-4 cm más grande que la anterior;
- Regamos abundantemente la sansevieria que vamos a trasplantar para facilitar su extracción de la maceta demasiado pequeña;
- Sacamos cuidadosamente la sansevieria de la maceta, recortando las raíces enredadas que sobresalen por los agujeros de drenaje si es necesario. Para cortar las raíces, utilizamos solo herramientas esterilizadas y bien afiladas. Inspeccionamos las raíces cuidadosamente y cortamos aquellas que estén enfermas, secas o dañadas;
- Quitamos el exceso de tierra vieja. Si deseamos, en este momento podemos propagar la sansevieria por división. Basta con dividir la planta en esquejes individuales de manera que cada uno tenga raíces saludables y varias hojas;
- Colocamos una capa de drenaje, como grava, en el fondo de la nueva maceta para proteger las raíces de la planta contra la pudrición. Luego llenamos la maceta hasta la mitad con un sustrato fértil, rico y permeable (la tierra para suculentas es ideal). Si hemos optado por propagar la sansevieria por división, debemos preparar tantas macetas como esquejes tengamos;
- Colocamos la sansevieria en la maceta y llenamos con más sustrato. Debemos asegurarnos de que la planta esté colocada a la misma profundidad que antes. Compactamos suavemente el sustrato. Es importante que el nivel del suelo esté aproximadamente 2 cm por debajo del borde superior de la maceta;
- Regamos la planta y la colocamos en un lugar luminoso, donde sus hojas estarán fuertemente coloreadas y decoradas con las características rayas de la sansevieria.
Las mejores macetas para la sansevieria Una maceta mal elegida para la sansevieria puede hacer que la planta crezca más lentamente de lo habitual. Si la trasplantamos a una maceta demasiado grande, en lugar de enfocarse en el desarrollo de sus vistosas hojas, se concentrará en un crecimiento excesivo de raíces, lo cual es indeseable. Por eso, es recomendable trasplantarla a macetas solo unos centímetros más grandes. Por lo general, una nueva maceta ligeramente más grande que la anterior es suficiente.
Sin embargo, no debemos olvidar que la maceta elegida debe ser lo suficientemente pesada y estable, ya que una sansevieria alta y con un crecimiento exuberante podría derribar una maceta demasiado ligera. Las macetas de cerámica y terracota suelen ser las más adecuadas. No es recomendable optar por macetas de plástico. Tampoco debemos elegir macetas altas, ya que las sansevierias tienen un sistema de raíces relativamente superficial. Se sentirán mucho mejor en una maceta baja y ancha. La maceta elegida debe tener agujeros de drenaje en el fondo.