Cuando se trata de fertilizantes, hay una amplia gama de opciones disponibles. Si quieres una alternativa barata y que funcione realmente bien, prueba este abono líquido a base de recortes de hierba. Aprende a preparar y utilizar el abono líquido a base de hierba 100 por ciento orgánico para tus plantas de forma gratuita.
Cómo hacer abono líquido con recortes de hierba
El proceso de hacer abono de recortes de hierba es fácil, rápido y, lo más importante, eficaz. Puedes preparar este abono en cubos y barriles en tu jardín o en un espacio pequeño como un balcón.
Cosas que necesitarás:
- Hierba / césped
- Máquina de cortar el césped
- Cubo
- Agua
Procedimiento:
Corta un poco de hierba y llena un cubo con ella. Si se te cuela algo de mala hierba, hojas o tierra, no hay problema.
Vierte los recortes hasta que esté 2/3 lleno. Menos de este límite lo va a debilitar, y más de esta medida puede desplazar el agua.
Llénalo con agua (preferiblemente de lluvia). Evita que rebose.
Cubre el cubo con una tapa pesada y colócalo a la sombra, dejándolo reposar.
En 1 ó 2 semanas, tu abono estará listo.
El siguiente paso es colar el preparado, utiliza una maya o tela fina para separar los sólidos y dejar solo el liquido. Los sólidos puedes ponerlos en el compost si dispones de uno.
Nota: Rocía un poco de agua en el cubo antes de añadir la hierba. Esto añade oxígeno atmosférico y CO2 al agua. El proceso de agitación ayuda a mover los nutrientes de la hierba.
Usos del abono líquido de hierba
Este abono líquido puede usarse tanto para ayudar el crecimiento de las plantas como su floración, lo ideal es aplicar cada tres meses más o menos.
También es ideal para ayudar a germinar semillas, cada vez que siembres, riega la tierra con este abono. Le dará a las semillas la fuerza necesaria para brotar más rápido.
La clave está en diluir la solución para que no dañe a las plantas. Esto debe hacerse con un método cualitativo. Para ello, comprueba el color y la claridad de la solución. Si es oscura, dilúyela hasta que se vuelva casi transparente.
El mejor uso de un fertilizante líquido es alrededor de la base de las plantas. Si lo usas para una sola planta, 1 taza ofrece un buen impulso.
En el caso de las plantas en maceta, utiliza el abono diluido en la cantidad que desees para humedecer todo el contenedor.
Llena una jarra de riego con el abono líquido y viértelo alrededor de las raíces de las plantas.
Si vas a utilizarlo en el riego por goteo o en el método de pulverización foliar, fíltralo adecuadamente, ya que los pequeños trozos de hierba pueden obstruir los orificios del pulverizador.
En un sistema hidropónico, puedes drenar la solución en los canales.
No almacenes el abono líquido porque empezará a oler mal. Utiliza el sobrante en el lecho de tu jardín.
Nutrientes esenciales en el fertilizante de hierba
Dependiendo del tipo, las condiciones de crecimiento y la temporada, los recortes de hierba frescos contienen un 4 % de nitrógeno. Tienen una proporción de NPK de 4-0,5-2.
Al tener un contenido relativamente alto de potasio, es un excelente contribuyente para las hortalizas de raíz y las flores en su etapa de crecimiento temprano.
La acumulación de sales es uno de los principales problemas en los contenedores cuando se utilizan fertilizantes, y como es bajo en sulfatos, sales y sodio, ayuda a eliminar la acumulación.
Algunos puntos rápidos para recordar
Mantén siempre el cubo de plástico alejado del sol, ya que sus rayos pueden provocar la fotodegradación y el agrietamiento. El calor también favorece el crecimiento de algas y bacterias en el abono.
No almacenes la solución y utilícela antes de tres días, ya que empezará a oler muy mal.
Puedes aplicar el abono a las hojas, los frutos y los tallos como si fuera una pulverización foliar.
Los nutrientes y compuestos orgánicos de este abono líquido, junto con los microbios, hacen que el suelo sea mucho más fértil.
No lo utilices en exceso. Mantén un intervalo de 1 a 3 meses antes de volver a aplicarlo. Ajusta la potencia y la frecuencia según los resultados que veas en las plantas.