Cuando empiezas a trabajar en casa, descubres que hay un uso para todo y dejas de tirar cosas. Incluso hay muchos usos para la ceniza de tu estufa de leña, incluyendo la fabricación de jabón. Si quieres probar este proyecto, aquí tienes instrucciones detalladas sobre cómo hacer jabón de ceniza de madera.
Introducción a la fabricación de jabón: Lejía + grasa = jabón
El jabón se hace mezclando lejía (una sustancia cáustica de alto pH) con grasa (que es alcalina). La reacción química entre ambos produce un jabón que es ideal para limpiar casi todo.
Puede que incluso hayas oído hablar de los campistas que ponen cenizas en sus ollas después de comer. Las cenizas mezcladas con la grasa sobrante de la cocción producen un jabón crudo. Basta con frotarlo para que los platos queden limpios.
Lejía
Puedes comprar lejía en tiendas especializadas. Sin embargo, esta lejía es hidróxido de sodio. En cambio, la lejía tradicional hecha con cenizas es hidróxido de potasio.
La lejía de ceniza de madera es mucho menos cáustica que la comercial y funciona muy bien para hacer jabón, pero el jabón será más suave y más aceitoso.
Tampoco obtendrás tanta espuma con el jabón de ceniza de madera. Hay trucos que puedes hacer, como jugar con las proporciones y añadir sal, para conseguir un jabón más duro y menos aceitoso.
Advertencia: Aunque la lejía de ceniza de madera es menos cáustica, debes tener cuidado. Puede quemar la piel y corroer la ropa. Cuando te inicies en la fabricación de jabón casero, asegúrate de llevar guantes, ropa vieja e incluso gafas.
Grasa
Cualquier tipo de grasa sirve para hacer jabón de ceniza de madera. Tradicionalmente, los pioneros utilizaban manteca de cerdo o sebo para hacer jabón. También puedes comprar sebo de vacuno.
Si quieres un jabón con un olor más agradable, puedes probar a utilizar otros aceites, como el de coco, el de oliva, el de cacao o el de karité. También puedes añadir aceites perfumados a tu jabón.
Sin embargo, al empezar, yo me quedaría con un jabón básico. A medida que vayas ganando experiencia, podrás experimentar con diferentes ingredientes.
Cómo hacer jabón de ceniza de madera
Materiales:
- Ceniza de un fuego de madera dura: He descubierto que el arce, el fresno y el nogal son los que mejor funcionan, pero cualquier madera dura sirve. También puedes utilizar maderas blandas. Sin embargo, éstas contienen mucha resina. Terminarás con un jabón líquido (ideal para lavar los platos y la ropa) en lugar de un jabón en barra.
- Agua blanda: El agua normal del grifo contiene demasiado cloro y minerales para ser utilizada en la fabricación de jabón. Puedes utilizar agua destilada o simplemente recoger agua de lluvia para hacer tu jabón.
- Cubo de plástico o de madera: Con un agujero en el fondo, mínimo 5 galones
- Olla: NO utilices aluminio, ya que la lejía lo atraviesa. El acero inoxidable o el esmalte funcionan bien. También puede utilizar una olla de barro.
- Grasa: Manteca de cerdo, sebo y/o aceite.
- Moldes para jabón: Las cajas de madera funcionan bien. Es posible que quieras usar papel encerado para forrar las cajas.
- Taza medidora de vidrio
- Cuchara de madera con mango largo
- Equipo de seguridad: Guantes, gafas, ropa vieja, botas de goma
Procedimiento:
Paso 1: Recoger las cenizas
Para producir un buen jabón, necesitas cenizas de madera dura que hayan sido quemadas en su totalidad. Eso significa que las cenizas deben ser BLANCAS. Los trozos negros de madera contienen demasiado carbono.
Una forma de obtener cenizas blancas puras es poner todas las cenizas en un colador. Pasa las cenizas por el tamiz: la ceniza blanca caerá y los trozos negros se quedarán fuera.
Paso 2: Hacer la lejía
Hay dos métodos que puedes utilizar para hacer lejía con las cenizas de madera dura. El primer método es más fácil pero no produce tan buenos resultados.
Método 1:
Mezclar las cenizas con agua blanda
Hervir la mezcla durante unos 30 minutos
Dejar reposar la mezcla durante al menos 3 horas (aunque es mejor toda la noche).
Las cenizas deben depositarse en el fondo de la olla.
Con guantes, recoge el líquido de la parte superior de la olla. Debe tener un color amarillento/marrón, muy parecido al del vinagre de sidra de manzana.
Método 2 (Hacer un barril de lixiviación):
Con este método, se vierte el agua a través de la ceniza. El agua que escurra contendrá la lejía. Es fácil de hacer, pero ten paciencia: ¡el agua tarda en escurrirse por las cenizas!
Coge un cubo de plástico, un barril de madera o una olla grande de barro. Haz un agujero del tamaño de un dedo en el fondo.
Cubre el fondo del barril con pequeñas piedras. Pon una capa de hierba seca o agujas de pino encima. A continuación, pon la ceniza de madera dura encima.
Aprieta las cenizas todo lo que puedas.
Tiene que haber al menos unos centímetros de espacio libre en la parte superior del barril.
Apoya el barril sobre algunas tablas y coloca un cubo o una olla debajo para recoger la lejía.
Vierte agua blanda sobre las cenizas.
Unas 6 horas después, verás que sale agua del barril. Sí, ¡realmente tarda tanto tiempo! No intentes precipitar el proceso añadiendo más agua.
Proporciones de ceniza y agua:
Hay muchas medidas diferentes para hacer la lejía. Esto se debe a que realmente puede variar dependiendo del tipo de madera que se utilice.
Como regla general, 10 tazas de ceniza = 4 litros de agua de lejía.
Una parte del agua queda absorbida en las cenizas. Por lo tanto, vierte de 5 a 7 litros de agua a través de tu barril de lixiviación para obtener unos 4 litros.
Probar la fuerza del agua de lejía:
Este paso es completamente opcional. Sin embargo, los novatos pueden estar tranquilos probando el pH de su agua de lejía.
El agua de lejía debe tener un pH de 13 aproximadamente. Puedes conseguir tiras reactivas de pH para comprobarlo. O, para un método de comprobación más tradicional, basta con poner una pluma de pollo en el agua con lejía. Si se disuelve, la lejía es lo suficientemente fuerte.
Si el agua de la lejía no es lo suficientemente fuerte, entonces puedes verter el agua de la lejía de nuevo a través del barril de lixiviación. Recoge el agua y vuelve a probarla.
No te preocupes si el pH no es exactamente 13. El jabón más fuerte se puede utilizar para tareas más duras como el lavado de ropa. El jabón más débil se puede utilizar para lavar el cuerpo.
Paso 3: Concentrar la lejía
En una olla de acero inoxidable (no de aluminio), hierve el agua de la lejía. Un galón de agua de lejía debe reducirse a ¾ de taza. Esto te llevará varias horas.
¿Cómo sabrás que la lejía está lista? Debe ser lo suficientemente espesa como para que un huevo pueda sentarse encima.
Necesitarás que la lejía esté caliente y burbujeando mientras realizas el paso 4.
Paso 4: Añadir la grasa
Calienta con cuidado la manteca o el aceite. Añade lentamente el concentrado de lejía caliente a la grasa caliente. (Nota: añade en este orden para reducir las posibilidades de salpicaduras)
Continúa hirviendo la mezcla. Remover constantemente durante 3 minutos. Debe quedar espesa como una papilla pero sin trozos.
Si estás haciendo grandes cantidades de jabón a la vez, añade la grasa gradualmente, removiendo durante varios minutos cada vez que añadas más grasa.
Reduce el fuego para que la mezcla de lejía y grasa ya no esté hirviendo, pero siga estando caliente. Debe mantenerse en torno a los 40 grados C.
Remover la mezcla durante 1 minuto y luego dejarla reposar durante 10 minutos antes de volver a removerla.
Cuando la mezcla tenga un color dorado uniforme y no haga vetas de color al removerla, estará lista para verterla. Pueden pasar varias horas antes de que esté lista. Mantenlo caliente durante este tiempo.
Sabrás que el jabón está listo para ser vertido cuando dibujes una línea a través de él con la cuchara y veas una línea (dentada, no con vetas de color).
Si quieres añadir algo a tu jabón (aceites perfumados, hierbas secas, café, etc.), este es el momento de hacerlo.
Paso 5: Verter en los moldes
Ahora estás listo para verter tu jabón en los moldes. Las cajas de madera funcionan bien, pero también puedes utilizar recipientes de plástico. Para que el jabón sea más fácil de extraer, forra primero las cajas de madera con papel encerado.
No quieres que el jabón se enfríe demasiado rápido o se volverá quebradizo. Después de verterlo, cubre el molde con una toalla para retener parte del calor. Retira la toalla al día siguiente.
El jabón tendrá que cuajar durante varios días (idealmente 7 días) antes de sacarlo. Sin embargo, puedes cortar el jabón a la medida con anterioridad. Será más fácil cortarlo cuando aún esté blando.
6. Utilizar la sal para hacer un jabón más duro
El jabón de ceniza de madera suele ser muy blando. Dependiendo del tipo de madera que se utilice, es posible que no consigas que cuaje en una pastilla.
Un truco para hacer jabón duro es añadir sal. Utiliza ½ cucharadita de sal por cada 400 gramos de grasa (400 gramos son aproximadamente 2 tazas de grasa derretida). Ten en cuenta que algunos jaboneros utilizan mucha más sal, hasta 3 cucharaditas por taza de grasa.
Simplemente añade la sal cuando mezcles la grasa derretida con la lejía. Asegúrate de remover bien para que la sal se disuelva por completo.
Solución de problemas
El jabón no se espesa: Prueba a añadir más lejía. Si esto no funciona, puede que sea la calidad de tu madera (la madera blanda no hará un jabón duro). Puedes añadir sal para endurecer el jabón.
La mezcla es grasienta: Intenta aumentar la temperatura y volver a mezclar. Si no funciona, prueba a añadir más lejía.
El jabón en los moldes desprende un líquido marrón: Deja que el líquido se escurra. La próxima vez, añade más grasa al jabón.
El jabón no hace espuma: Por desgracia, el jabón de cenizas de madera casero no hace mucha espuma. No obstante, te permitirá limpiar. Prueba a utilizar un loofa para imitar la sensación de espuma.