Hoy queremos compartir con ustedes un método muy interesante y efectivo para almacenar el ajo hasta la próxima cosecha.
El mayor problema al almacenar ajo es que puede brotar, secarse o pudrirse. La forma más sencilla de evitar estos problemas es secar bien el ajo y luego almacenarlo en un lugar ventilado, como el desván. Sin embargo, no todos tienen estas opciones disponibles.
Existe un método antiguo para almacenar el ajo.
Cómo hacerlo? Hay que quemarlo y parafinarlo.
Primero, corte las raíces del ajo, pero no todas; las raíces deben ser quemadas.
Además, necesitaremos cera. Derrita la cera en un baño María en un recipiente.
Sumerja los bulbos de ajo en la cera derretida sosteniéndolos por el tallo y sumergiendo las raíces quemadas, dejando la parte principal al descubierto para que pueda respirar.
Después de sumergirlo en la cera, deje que la cera se endurezca en el ajo.
El recubrimiento de cera crea una barrera protectora que protege las partes más vulnerables del ajo contra la humedad y el moho. También ayuda a mantener el ajo fresco y prolonga su durabilidad.
También existe un método de sumergir los bulbos completos en cera.
Sumergiendo en cera derretida Simplemente sumerge los bulbos de ajo en el líquido, déjalos secar y guárdalos en un lugar fresco, seco y oscuro. La cera conservará perfectamente la frescura de los dientes de ajo.
Cómo almacenaban el ajo nuestras abuelas Un método muy eficaz es colocar los ajos en racimos en el desván o en el ático. Allí, los bulbos de ajo trenzados se colgaban de una cuerda o clavos y podían durar casi indefinidamente.
Por lo tanto, el ajo necesita principalmente un lugar fresco y oscuro para su almacenamiento.
Almacenamiento en sal, ceniza o virutas de madera Para evitar la acumulación de humedad alrededor de los bulbos de ajo, también puedes almacenarlos en un frasco o recipiente con una gran cantidad de sal de cocina común.
La sal absorbe la humedad perfectamente y evita que el ajo se pudra. El almacenamiento en ceniza o virutas de madera funciona de manera similar.
La capa superior del material en el recipiente debe tener al menos 2 cm de grosor.
Otras opciones para conservar el ajo Muchas personas también recomiendan congelar el ajo. Puedes pelar los dientes y colocarlos simplemente en una bolsa de plástico, o almacenarlos en aceite.
En el congelador, el ajo puede durar aproximadamente seis meses sin que se altere su estructura y sabor. Otra opción es triturar el ajo, envolverlo en papel film y congelarlo en una bolsa.
Algunas personas incluso congelan los dientes de ajo triturados en moldes para cubitos de hielo.