La hiedra es una planta exuberante de tallos largos que ofrece una vista maravillosa en tu hogar. Estas plantas de rápido crecimiento y siempre verdes disfrutan trepando por su entorno o colgando a lo largo del borde de una maceta. Con algunos métodos caseros, crecerán de manera sorprendente.
La hiedra es una atractiva planta trepadora que a menudo se utiliza como cobertura en exteriores, pero también como planta decorativa en interiores. Esta planta de rápido crecimiento y perenne disfruta trepando por cercas, árboles, o simplemente arrastrándose por el suelo. Luce excelente colgada en estantes, alféizares de ventanas o en percheros. Con algunos trucos caseros, su crecimiento será sorprendentemente rápido.
El agua de papa o arroz no solo hace maravillas en la hiedra Guarda el agua después de hervir papas o arroz. Deja que el agua se enfríe y úsala para regar tus plantas. Dependiendo de las necesidades de la planta, puedes hacer esto cada 2-4 semanas. La hiedra puede regarse con este método una vez al mes. El agua de papa y arroz contiene potasio, calcio y otros minerales importantes, convirtiéndola en un excelente fertilizante natural.
¡No tires las cáscaras de huevo! Serán útiles para preparar el fertilizante perfecto. Guarda las cáscaras de 4-6 huevos, lávalas bien y déjalas secar. Rompe las cáscaras en trozos pequeños y déjalas en un litro de agua durante un día. Cuela el agua y utilízala para regar las plantas de interior una o dos veces al mes. Ajusta la frecuencia según el tamaño de la maceta y el ritmo de crecimiento de la planta. El “té” de cáscara de huevo es rico en calcio, lo que fortalece las plantas, resultando en más hojas, tallos más gruesos y plantas más saludables.
El café y el té también son útiles para fortalecer las plantas Coloca las bolsas de té usadas o los granos de café en un recipiente y mézclalos con agua. Coloca esta mezcla en una jarra hermética y riega las plantas una vez al mes. Esto ayudará a que las hojas adquieran un color verde vibrante. También puedes usar posos de café. El té o los posos de café contienen nitrógeno, que ayuda en el crecimiento de las hojas y los tallos.