Tu zamioculca tiene hojas amarillas? Esta es la razón y se debe a un error común

La Zamioculca es ideal para aquellos que suelen olvidarse de regar sus plantas de interior. Esta planta ama la sequía y tiene pocas necesidades, lo que la convierte en una opción muy popular entre los cultivadores. Sin embargo, a veces sus hojas se ponen amarillas, y es mejor no ignorar estos síntomas.

Si deseas llenar tu casa con plantas espectaculares, pero tiendes a olvidarte de regarlas y de darles mantenimiento regular, no te preocupes. Existe una especie perfecta para cultivadores principiantes y personas olvidadizas: la Zamioculca, una planta hermosa con tallos largos y gruesos y hojas verdes oscuras y brillantes. Es una de esas especies que no son muy exigentes y, de hecho, algunos días de sequía mejoran su crecimiento. Sin embargo, esto no significa que puedas olvidarte completamente de la planta, ya que a veces sus hojas se ponen amarillas, lo que requiere una acción rápida.

Con qué frecuencia se debe regar la Zamioculca?

Esta planta ama la sequía. Antes de hablar sobre las hojas amarillas, es importante recordar las necesidades básicas de esta planta. La Zamioculca se siente mejor en un lugar sombreado con luz difusa. Se recomienda colocarla un poco lejos de las ventanas, ya que la luz directa puede quemar o decolorar sus hojas. Es una especie que necesita calor, por lo que es importante asegurarse de que la temperatura en la habitación donde se encuentra esté entre 20 y 30 grados Celsius. Durante el invierno, puede estar un poco más baja, idealmente alrededor de 17 grados Celsius. Otro aspecto importante es el agua y la humedad. La Zamioculca ama la sequía, por lo que en verano solo debe regarse una vez por semana y en invierno cada dos semanas. Lo mejor es usar agua destilada para esto, cuidando de no empapar las hojas.

Cómo se ve una Zamioculca encharcada?

Actúa si ves hojas amarillas. Aunque la Zamioculca es una planta resistente a enfermedades o plagas y no tiene grandes exigencias, hay algo que le afecta extremadamente de manera negativa: el exceso de riego. Si la planta se riega en exceso, las hojas comienzan a volverse marrones y amarillas. Esto es preocupante, porque si no actúas a tiempo, puede producirse la pudrición de las raíces, lo que hace que la planta sea difícil de salvar. En esta situación, saca con cuidado la Zamioculca de la maceta y revisa bien las raíces. Si están sanas, serán firmes y brillantes. Las partes marrones y blandas son signos de pudrición y deben eliminarse con tijeras desinfectadas. También es recomendable dejar la planta reposar un tiempo sobre una toalla y cambiar el sustrato húmedo por uno seco. Antes de cada riego, es aconsejable verificar si el suelo realmente lo necesita. Para hacerlo, introduce el dedo profundamente en el suelo. Si está seco, entonces puedes regar la Zamioculca sin problemas.

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