Esparce sobre la tierra y observa lo que sucede. Incluso la orquídea más débil puede recuperarse con este tratamiento.

La orquídea es una de las plantas más populares, conocida por sus colores y delicados pétalos que embellecen cualquier espacio. Sin embargo, tiene sus propias necesidades. Si las hojas comienzan a ponerse amarillas, prueba a agregar un ingrediente en la maceta y mantén la planta en la cocina.

Las orquídeas son consideradas plantas perfectas para interiores, y muchas personas las tienen en sus alféizares. A menudo las regalamos, por ejemplo, cuando alguien se muda. A pesar de su apariencia, cultivar orquídeas no es fácil. Muchas personas se quejan de que sus orquídeas dejan de florecer de un día para otro o que las hojas se ponen amarillas. ¿Cómo se puede solucionar esto?

Cómo cuidar las orquídeas para que florezcan? La clave es una buena hidratación.

Las orquídeas no necesitan ser regadas con frecuencia. Solo deben ser regadas una o dos veces por semana, utilizando pequeñas cantidades de agua suave. El sustrato debe secarse bien entre un riego y el siguiente. Si las raíces permanecen en agua, comenzarán a pudrirse, lo que puede llevar rápidamente a la pérdida de la planta. Además, es importante rociar regularmente la planta.

Rocíala con agua, pero no directamente sobre las hojas y los botones. También puedes colocar un humidificador cerca de la maceta. Durante los periodos de crecimiento intenso, como de abril a septiembre, asegúrate de fertilizar la planta. Hazlo cada tercer riego.

¡Consejo! Si mantienes tu orquídea en una maceta transparente, observa el color de las raíces. Si son verdes, es una señal de que la planta está bien regada. Si se vuelven plateadas, es momento de regar la planta.

Cómo salvar una orquídea? Usa una especia.

Las orquídeas pueden ser delicadas, por lo que no te sorprendas si un día las flores no quieren abrirse o las hojas se vuelven secas y amarillentas. Esto suele ser causado por riego inadecuado, falta de luz o drenaje deficiente. Para salvar la orquídea, espolvorea canela sobre el sustrato y mézclala bien. La canela tiene propiedades fungicidas y previene el moho. Solo una cucharadita de canela puede ayudar a que la planta se recupere y vuelva a florecer. También puedes colocar un trozo de canela en las raíces, pero no lo entierres demasiado para evitar dañar la planta.

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