El Crassula, conocido también como árbol de la fortuna, es una planta de interior popular y de bajo mantenimiento. Según las supersticiones, trae suerte, prosperidad y éxito en los negocios. El atractivo de esta planta son sus hojas carnosas, que pueden caerse si no se cuida adecuadamente. Por qué el árbol de la fortuna pierde hojas y qué hacer para salvarlo? Aquí te damos algunos consejos.
Por qué el árbol de la fortuna pierde hojas? El árbol de la fortuna, o Crassula, es una planta de interior de hojas carnosas, conocida por sus bajos requisitos de cuidado, por lo que se recomienda para personas ocupadas o despistadas. Es un suculento de la familia Crassulaceae, que en su hábitat natural puede alcanzar hasta 2 metros de altura. Sin embargo, cultivado en casa, generalmente crece hasta 1 metro y lo hace de manera bastante lenta.
Al igual que otros suculentos, el Crassula no necesita mucha agua, ya que puede almacenarla en sus hojas, lo que le permite sobrevivir largos periodos de sequía. Aunque es una planta resistente, un cuidado inadecuado puede provocar la caída de sus hojas.
Por qué caen las hojas del Crassula? Estas son las causas más comunes:
- Falta de luz: El Crassula prefiere lugares bien iluminados, aunque no debe estar expuesto a la luz solar directa e intensa.
- Exceso de agua: Demasiada agua puede hacer que las raíces se pudran, lo que debilita la planta y provoca la caída de las hojas. Se debe regar el árbol de la fortuna solo cuando la tierra en la maceta esté un poco seca.
- Temperatura inadecuada: El Crassula crece mejor a una temperatura de 20-22 grados Celsius. En invierno, es ideal mantenerla a unos 15 grados Celsius. Sin embargo, tanto las grandes variaciones de temperatura como la proximidad a un radiador pueden afectar negativamente a la planta. Si está demasiado cerca de una fuente de calor, las hojas del árbol de la fortuna comenzarán a perder color y caerán.
El árbol de la fortuna también puede perder hojas por razones completamente naturales. Las hojas pueden caer de los tallos más viejos, que se vuelven leñosos. En ese caso, la planta empezará a desarrollar nuevos brotes.
Qué no le gusta al Crassula? El árbol de la fortuna es una planta muy resistente. Lo que más le perjudica es el exceso de agua. Un suelo demasiado húmedo provoca la pudrición de las raíces y la base del tallo, lo que también causa la pérdida de la firmeza en las hojas. Sin embargo, como cualquier planta, necesita agua. Un riego insuficiente también puede causar la caída de las hojas. Si la temperatura en la habitación es de unos 20 grados Celsius, es mejor regarlo aproximadamente cada 2 semanas.
La planta también necesita suficiente espacio. Una maceta demasiado pequeña puede impedir que el Crassula se desarrolle adecuadamente, lo que deteriora su estado y puede incluso llevar a la caída de las hojas.
Cómo salvar al árbol de la fortuna? No se debe dar por perdido al árbol de la fortuna, incluso si ya ha perdido muchas hojas. Existe una manera de salvarlo: basta con preparar un fertilizante casero que ayude al desarrollo de nuevas hojas. No todos saben que esta planta también puede florecer. Esto ocurre a finales de otoño e invierno, aunque en condiciones de interior es difícil lograr que el árbol de la fortuna florezca.
Para salvar al Crassula, se puede utilizar un fertilizante fosfórico. Se diluyen 2 gramos de fertilizante en 3 litros de agua, y luego se riega la planta con la solución preparada. Para estimular el crecimiento del Crassula, también se puede usar ácido succínico. Para ello, se disuelven 2 tabletas (de 100 mg cada una) en un litro de agua tibia. Con la solución resultante se rocían todas las hojas de la planta, lo que podría estimular su floración.