1. Recolecta y Seca las Cáscaras de Huevo: Recolecta las cáscaras de huevo de tu cocina y límpialas a fondo. Deja que las cáscaras se sequen completamente antes de usarlas.
2. Tritura las Cáscaras de Huevo: Una vez secas, tritura las cáscaras de huevo en trozos pequeños usando tus manos o un mortero y maja.
3. Prepara la Solución de Cáscaras de Huevo: Coloca las cáscaras trituradas en un recipiente y cúbrelas con agua. Deja que la mezcla repose durante varios días para extraer el calcio.
4. Cuela y Diluye: Cuela los trozos de cáscara y transfiere el líquido a una botella pulverizadora. Diluye la solución con la misma cantidad de agua.
5. Aplica el Pulverizador: Rocía las hojas de tus plantas con la solución diluida de cáscara de huevo, asegurándote de cubrirlas bien. Enfócate en los brotes y flores para obtener el máximo beneficio.
6. Repite Diariamente: Rocía tus plantas una vez al día de manera consistente para obtener resultados óptimos. Ten cuidado de no saturar en exceso las hojas.
7. Observa y Disfruta: Observa los cambios visibles en tus plantas dentro de una semana, como un aumento en la producción de botones y flores más completas. ¡Disfruta de los colores vibrantes y el crecimiento saludable!