¿Huele mal por toda la casa? Podría ser culpa del mal olor de los radiadores: con un solo método se puede solucionar este viejo problema.
Es mejor no dejarse sorprender cuando están encendidos, ya que es fácil que los radiadores emitan olores desagradables o funcionen mal.
Porque tenemos radiadores malolientes
Antes de encender la calefacción es imprescindible limpiar el interior de los radiadores para mejorar su eficiencia y funcionalidad, así como para evitar malos olores.
Hay que tener en cuenta que los radiadores permanecen encendidos muchas horas durante los meses fríos, y es fácil que acaben acumulando mucho polvo después de no usarse en todo el verano.
El lavado de los radiadores es fundamental, sobre todo si en esa vivienda residen personas sensibles al polvo o que padecen alergias.
Si una vez encendidos nos encontramos con los radiadores malolientes significa que si ya los hemos limpiado algo no ha ido bien y hay que volver a limpiarlos. La limpieza debe realizarse con los radiadores apagados y fríos, por lo que es buena idea colocar trapos húmedos en el suelo debajo de los radiadores para recoger mejor la suciedad.
Empezamos limpiando la parte trasera de los radiadores, es decir la que está pegada a la pared, llegando a los rincones más difíciles. También podemos utilizar el aire caliente de un secador de pelo, que hará caer todo el polvo detrás del radiador atraído por la humedad de la ropa mojada.
Finalmente, para eliminar posibles residuos podemos aplicar un desengrasante mezclado con agua sobre un trapo para completar la limpieza. Si el mal olor persiste puedes pasar a la limpieza del interior de los radiadores.
Limpieza interna de radiadores.
Comienza colocando una bandeja debajo de la válvula de apertura del radiador para que no se moje y manche el suelo y, con el dispositivo adecuado, desenrosca lentamente la válvula.
Deje salir sólo el agua más negra y ciérrela inmediatamente. Es importante que no se escape toda el agua, ya que esto podría provocar que el radiador falle. Si tienes radiadores modernos, lo más probable es que necesites la ayuda de un experto porque tendrás que controlar la temperatura y la presión. El procedimiento descrito anteriormente se aplica a los radiadores que todavía contienen agua.
En este punto, llena una jarra con agua caliente y añade 1 taza de vinagre de alcohol blanco y 1 cucharadita de escamas de jabón de Marsella. Deja que los copos se derritan y vierte la mezcla resultante en cada grieta del radiador.
Por último, deja escurrir hasta la última gota y seca con un paño de microfibra: adiós a la suciedad en el radiador. Se sabe que el jabón de Marsella y el bicarbonato de sodio combaten la formación de polvo.
Purgado de radiadores: técnica y consejos.
Purgar los radiadores es fundamental cuando llegan las bajas temperaturas, ya que necesitaremos tener el sistema de calefacción a punto para ahorrar energía.
Para sacarle el máximo partido a los radiadores de agua es necesario realizar un buen mantenimiento al menos una vez al año. Así tendremos la temperatura deseada y evitaremos fallos. Los sistemas de calefacción del hogar funcionan a través de un circuito de tuberías y radiadores eléctricos que llevan agua al interior.
Este líquido cuando se calienta irradia calor a los ambientes, pero en algunas ocasiones además del agua se introduce aire en el circuito lo que provoca problemas como ruidos en las tuberías. Además, provocará un calentamiento desigual de los radiadores de agua. Para evitarlo, tendrás que purgar los radiadores.