El cultivo del mirto común: Características y cuidados esenciales
Según fuentes históricas, el mirto común ya era altamente estimado en la antigüedad. Ovidio mencionaba que la diosa Venus emergió de la espuma del mar desnuda, pero con una ramita de mirto en la mano. Hoy en día, esta planta aromática es una decoración valorada en casas y jardines, así como una popular sustancia fragante.
Características del mirto común
El Myrtus communis, nombre científico del mirto común, es una planta típica de la región mediterránea. En su forma natural, se encuentra principalmente en la Península Balcánica, la Península Itálica y la Península Ibérica, así como en países del Medio Oriente y el norte de África.
Generalmente, el mirto se presenta como un arbusto perenne o un pequeño árbol que alcanza una altura máxima de unos 5 metros. En nuestro clima, sin embargo, se cultiva principalmente en macetas y no supera los 1,5 metros de altura.
Sus ramas, muy aromáticas, están adornadas con hojas ovaladas, de un verde oscuro y superficie coriácea. Durante el verano, en las axilas de las hojas aparecen flores blancas de cinco pétalos con un llamativo “penacho” de estambres. Después de la floración, estas se transforman en bayas de color azul oscuro con un sabor dulce y especiado.
A pesar de su origen meridional, el cultivo del mirto común no es complicado, y la planta suele deleitar con la belleza de sus hojas durante muchos años. Tradicionalmente, en muchos países se utiliza como corona para la novia, simbolizando amor y fidelidad.
Variedades de mirto común para decorar interiores
En el mundo existen otras especies de mirto que son valoradas tanto por su belleza como por sus propiedades aromáticas. Entre ellas se encuentran el mirto limón, usado en fitoterapia y cosmética, y el mirto rosa, que se encuentra principalmente en Asia y destaca por sus hermosas flores rosas.
En nuestros hogares y jardines, el mirto común es el más popular. Aunque no hay muchas variedades interesantes, las que existen merecen atención. Como planta de interior, se recomienda especialmente el mirto enano “Microphylla”, que forma un pequeño árbol de solo 40 cm de altura. La variedad “Leucocarpa” se distingue por sus bayas blancas, mientras que la variedad “Variegata” presenta hojas originales en blanco y verde.
Cómo cuidar el mirto común: Cultivo y requisitos
Lamentablemente, en nuestro clima no es posible plantar el mirto directamente en el suelo. Dado que esta especie no soporta las heladas, tendría que ser desenterrado cada invierno, lo cual no es práctico. Por lo tanto, se cultiva en macetas (preferiblemente grandes para evitar trasplantes frecuentes) y se mantiene en el interior durante la mayor parte del año, trasladándolo al jardín en verano.
Es conveniente colocar grava o arcilla expandida en el fondo de la maceta para asegurar un buen drenaje y evitar la pudrición de las raíces. El sustrato debe ser bien drenado, fértil y ligeramente ácido. La tierra compostada enriquecida con materia orgánica es ideal. El mirto común requiere riego regular, pero moderado, para mantener la tierra ligeramente húmeda. No le gusta el pH alcalino, por lo que se debe utilizar agua de lluvia o agua reposada para el riego.
Es importante ubicar la maceta en un lugar cálido, soleado y protegido del viento. Dentro de la casa, esto significa un lugar en una habitación luminosa, alejada de corrientes de aire; en el jardín, un rincón soleado y tranquilo. En invierno, la planta necesita reposo, por lo que debe trasladarse a un porche o invernadero donde la temperatura sea de aproximadamente 5-10°C. Durante este período, el riego debe reducirse significativamente.
La fertilización es recomendable durante la primavera y el verano, pero debe ser moderada. Se sugiere aplicar un fertilizante líquido para plantas verdes sin cal una vez por semana. Con las condiciones adecuadas y el cuidado apropiado, el mirto no presenta grandes problemas a los jardineros; en general, no es afectado por plagas ni enfermedades. Sin embargo, ocasionalmente pueden aparecer pulgones o cochinillas en las hojas, los cuales se pueden tratar con métodos clásicos.
Un problema más significativo puede ser el oídio del mirto, una enfermedad fúngica que requiere la eliminación radical de las partes afectadas de la planta.
Poda y reproducción del mirto común
Cómo dar forma al mirto común
Para mantener una forma atractiva del mirto común, las variedades enanas se lucen especialmente con una copa esférica, la cual se puede moldear fácilmente con unas tijeras de podar. Las plantas más grandes pueden formarse en conos, cilindros u otras formas. Generalmente, el mirto tolera bien la poda, pero esta debe realizarse siempre en primavera.
El mirto común es menos tolerante al trasplante, por lo que es conveniente minimizarlo y elegir una maceta adecuadamente grande desde el principio.
La reproducción del mirto común en casa es bastante sencilla mediante esquejes de tallo. Para ello, en marzo o a principios de agosto, se cortan los extremos de los tallos de aproximadamente 3-5 cm de largo y se colocan en una mezcla húmeda de turba y arena. Manteniendo los esquejes en calor, se arraigarán en un mes y podrán ser trasplantados a la maceta definitiva. Aunque es posible reproducir el mirto a partir de semillas, este método no es recomendado debido a la baja probabilidad de éxito.
El mirto común: aplicaciones en el jardín y más allá
En los jardines mediterráneos, el mirto común suele desempeñar el papel de planta solitaria, pero también se utiliza para crear setos siempreverdes. En nuestro clima, se emplea principalmente como decoración interior. Colocado en una elegante maceta de barro, encaja perfectamente en decoraciones rústicas, evocando el ambiente soleado de Italia o la fragancia de la Provenza.
Durante el verano, el mirto puede ser un elemento decorativo en la terraza o en una isla de césped. Combina especialmente bien con lavanda, menta, jaras y salvia ornamental, que también se cultivan en macetas. Los entusiastas también lo utilizan para crear bonsáis, que son una maravillosa decoración para mesas o alféizares.
Además de sus aplicaciones decorativas, el mirto común tiene usos en la cocina. Sus frutos se utilizan para preparar postres y licores, mientras que las hojas, con su sabor picante y amargo, aromatizan carnes y guisos.
Curiosidades sobre el mirto común
El mirto común en realidad no es tan común. Debido a su sorprendente capacidad para regenerarse rápidamente después de los incendios, ha sido respetado durante siglos, simbolizando renovación e inmortalidad. En la Biblia, se asocia con la paz y la alegría, y en el judaísmo es uno de los alimentos rituales consumidos durante la festividad de Sucot.
Los frutos del mirto común son comestibles tanto para animales como para humanos. En Cerdeña, incluso se elabora un licor tradicional llamado “Mirto”. Ninguna parte de la planta es tóxica para los seres vivos, aunque el aroma de sus ramas y hojas es muy intenso. A partir del mirto se produce aceite esencial mediante destilación al vapor, recomendado principalmente para tratar el asma, el acné, así como problemas de insomnio y depresión.
Te preguntas cómo más se puede utilizar el mirto común? Sus aplicaciones herbales también incluyen la preparación de decocciones de hojas que ayudan a tratar heridas, úlceras, así como inflamación de las vías urinarias y problemas digestivos. En resumen, ¡es difícil encontrar una planta de interior y jardín más útil y atractiva!