Es mejor propagar el Ostryż długi en invierno. Es el primer paso para cultivar cúrcuma en macetas.

Cultivo de la cúrcuma en casa: Cómo comenzar y cuidar esta planta exótica

La cúrcuma, también conocida como Ostryż długi, es una planta que generalmente conocemos en forma de especia aromática. Sin embargo, de su raíz se puede obtener una planta realmente hermosa con flores coloridas. Descubre cómo cultivar la cúrcuma en casa.

Características y apariencia de la cúrcuma (Ostryż długi)

La cúrcuma (Curcuma longa) es una planta perenne de la familia de las zingiberáceas, también conocida como azafrán indio u ostryż indio. Originaria de Indochina, crece en bosques tropicales húmedos y puede alcanzar hasta 1 metro de altura en su entorno natural. Sin embargo, cultivada en casa como planta de maceta, generalmente no alcanza estas dimensiones.

Una característica distintiva de la cúrcuma son sus hojas largas y estrechas de color verde intenso, que crecen a partir de los bulbos subterráneos, los cuales son la parte útil de la planta. De las raíces de la cúrcuma se obtiene la especia conocida por sus valiosas propiedades saludables. Sin embargo, la mayor decoración de la cúrcuma son las flores agrupadas en espigas. Aparecen en verano y suelen durar tres meses antes de marchitarse. Las flores de la cúrcuma son generalmente de color rosa o naranja.

Cómo comenzar el cultivo de cúrcuma en casa paso a paso

Si te apasionan las flores y quieres establecer tu propia mini colección de cúrcuma y observar la planta en cada etapa de su desarrollo, el mejor método es cultivar la cúrcuma a partir de su raíz. Sigue estos pasos:

  1. Compra de la raíz: Para comenzar el cultivo, primero debes adquirir la raíz de cúrcuma. Estas se venden en supermercados y pueden encontrarse de manera similar a las raíces de jengibre. Escoge raíces firmes y saludables con brotes visibles y descarta las que estén secas.
  2. Preparación de la raíz: Divide la raíz en trozos de 3-5 cm de longitud. Coloca los trozos pequeños en un recipiente forrado con gasa o papel absorbente.
  3. Hidratación: Añade una pequeña cantidad de agua al recipiente diariamente, asegurándote de que las raíces estén ligeramente húmedas.
  4. Desarrollo de brotes: Después de unos días, los brotes jóvenes comenzarán a aparecer. Es importante mantener la humedad adecuada durante unas semanas para que los nuevos brotes se desarrollen.
  5. Trasplante: Una vez que los brotes verdes sean visibles, puedes trasplantar las nuevas plántulas de cúrcuma a una maceta con tierra. Puedes plantar varios trozos de raíz en la misma maceta para obtener una planta más exuberante con el tiempo.
  6. Momento de siembra: Es ideal comenzar la propagación de la cúrcuma en invierno. Para mayo, las plantas deberían medir unos centímetros, y después de las heladas, podrás trasladarlas a macetas o cajas en balcones o terrazas. En otoño, puedes desenterrar la cúrcuma, rallarla y usarla como especia o guardarla en casa durante el invierno. Ten en cuenta que solo las plantas de varios años producen flores, así que necesitarás paciencia para ver la floración.

Cuidado de la cúrcuma

Cultivar cúrcuma no es difícil, pero requiere ciertos conocimientos para mantenerla en buen estado. Aquí tienes las reglas básicas de cuidado:

  • Ubicación: La cúrcuma necesita un lugar luminoso y soleado. Puedes cultivarla en casa, en balcones o terrazas, y en verano incluso en jardineras exteriores. Sin embargo, debes desenterrarla en invierno y guardarla en casa, ya que no tolera el frío.
  • Sustrato: Prefiere un sustrato fértil, bien drenado y ligeramente ácido. Las mezclas para plantas verdes disponibles en tiendas de jardinería son ideales para esta planta.
  • Riego: La cúrcuma proviene de bosques tropicales húmedos, por lo que necesita alta humedad y un sustrato siempre húmedo. En verano, riega y rocía la planta diariamente para evitar que las hojas se marchiten debido al calor y baja humedad.
  • Fertilización: Para estimular el crecimiento, fertiliza la planta una vez a la semana con fertilizantes naturales, como el biohumus.
  • Invernación: En otoño, las hojas y flores de la cúrcuma comienzan a secarse. Esto indica que la planta está entrando en un período de descanso. Corta los tallos secos y traslada la planta a un lugar más fresco, como un garaje a unos 15°C. Reduce el riego y suspende la fertilización durante el invierno. En primavera, a partir de marzo, comienza a regar con más frecuencia y traslada la planta a un lugar más cálido para que reanude su crecimiento.

Propiedades de la cúrcuma

La cúrcuma ha sido valorada en todo el mundo por sus propiedades medicinales durante siglos. En la medicina china y ayurvédica, la cúrcuma era considerada un excelente fortalecedor, depurador de sangre y alivio para problemas digestivos.

La investigación científica ha confirmado que la cúrcuma, gracias a la curcumina que contiene, tiene potentes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Protege el hígado y aumenta la producción de bilis. Además, estudios han demostrado que la cúrcuma puede ayudar en la lucha contra el cáncer al inhibir la proliferación de células cancerosas.

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