10 abonos orgánicos para tomates que producen una gran cosecha

Proporcionar a las tomateras los nutrientes adecuados es esencial para su crecimiento y su salud. Por eso, cuando planto mis tomateras, quiero asegurarme de dar a mis tomates la mejor oportunidad de producir una cosecha sana. Antes de plantar, proporciona a tus tomateras los nutrientes adecuados para su crecimiento y salud. Veamos diez abonos para tomates que te ayudarán a producir grandes y sanas cosechas.

Recuerda, antes de añadir los siguientes abonos, que a veces demasiado de algo bueno no es bueno. Siempre es aconsejable analizar el suelo para ver qué le falta o qué le sobra. No estoy recomendando que se añadan los doce materiales a cada tomatera, puedes optar por elegir uno o dos de esta lista, según el que más tengas a mano. Éstos son los abonos que debes tener en cuenta al momento de plantar tomates:

1. Cáscaras de huevo

Las cáscaras de huevo son una excelente fuente de calcio y otros minerales que ayudan a promover el crecimiento sano de los tomates. Yo guardo mis cáscaras de huevo en una cesta encima del frigorífico. Las cáscaras se secan en la cesta y nunca huelen mal. Cuando la cesta está llena, trituro las cáscaras. Es muy fácil.

Contienen carbonato de cálcico, que ayuda a fortalecer las paredes celulares. El calcio ayuda a prevenir la «podredumbre final de la flor», un problema común de las tomateras debido a la falta de calcio en el suelo.

Además, añadir cáscaras de huevo ayuda a aumentar el pH de la tierra, haciéndola más alcalina, lo que favorece el crecimiento de los tomates. Por último, las cáscaras de huevo añaden material orgánico adicional al suelo que ayudará a retener la humedad y los nutrientes para su planta con el tiempo.

2. Sales de Epsom

Las sales de Epsom son una fuente de magnesio, un nutriente esencial para las tomateras. El magnesio ayuda a la planta a absorber los nutrientes del suelo y a producir un follaje y unos frutos sanos. Además, las sales de Epsom combaten eficazmente la podredumbre de la flor, un problema común del cultivo del tomate causado por la falta de calcio en el suelo.

El magnesio de las sales de Epsom ayuda a la planta de tomate a absorber el calcio del suelo, evitando la podredumbre de la flor y otras carencias de nutrientes. Por último, las sales de Epsom hacen que las plantas sean más resistentes a plagas y enfermedades.

Añade aproximadamente una cucharada de sales de Epsom por cada hoyo de plantación en el fondo antes de plantar tus plántulas de tomate.

3. Posos de café

Añadir una pequeña cantidad de café molido al hoyo de plantación de tus tomates puede aportar varios beneficios para el crecimiento y la salud de tus tomateras.

Yo tengo un cubo de compostaje debajo del fregadero de la cocina donde añado todos los posos de café usados. Dejar el cubo sin tapar ayuda a que los posos se sequen y no se enmohezcan.

La cafeína del café actúa como estimulante, aportando energía al sistema radicular de la planta y favoreciendo un crecimiento más sano y vigoroso. El café también ayuda a acidificar la tierra que rodea a los tomates, creando un entorno ideal para que prosperen. Al añadir café molido al hoyo de plantación de tomates, es esencial no excederse, ya que una cantidad excesiva puede ser perjudicial.

Por lo general, debes mezclar 1-2 cucharadas de café molido, siempre es mejor empezar con menos y aumentar la cantidad si es necesario.

4. Bicarbonato de sodio

Cuando se añade bicarbonato de sodio al hoyo de plantación del tomate, ayuda a neutralizar la acidez del suelo, eleva el pH e incluso puede ayudar a mejorar la absorción de nutrientes.

Lo mejor es utilizar aproximadamente una cucharadita de bicarbonato de sodio por litro de agua. Asegúrate de mezclar el bicarbonato de sodio con agua antes de añadirlo a los agujeros para plantar tomates. Esto ayudará a extender sus beneficios por todo el suelo circundante.

Además, puedes añadir una ligera rociada de bicarbonato de sodio seco directamente en el hoyo de plantación durante el trasplante para un impulso adicional en la alcalinidad.

5. Harina de huesos

La harina de huesos contiene fósforo, que ayuda a las plantas a establecer sistemas radiculares fuertes para un mejor crecimiento y desarrollo. También proporciona calcio esencial adicional.

La cantidad de harina de huesos que debe añadirse depende del tamaño del hoyo de plantación y del tamaño de la tomatera; se recomienda un cuarto de taza por cada hoyo de tamaño medio.

Cuando añadas harina de huesos al hoyo de plantación, es importante mezclarla con la tierra para que llegue a las raíces de las tomateras. Una vez mezclada, riega bien la zona antes de plantar tu tomate.

6. Algas marinas

Las algas constituyen una fuente de materia orgánica natural que ayuda a mejorar la estructura y fertilidad del suelo, facilitando el acceso de las raíces al agua y los nutrientes. También contiene altos niveles de nitrógeno, calcio, potasio y otros micronutrientes esenciales que las plantas necesitan.

Mezcla las algas con la tierra antes de plantar o añádelas directamente al hoyo de plantación con un poco de tierra suelta por encima. Se recomienda añadir aproximadamente una cucharada sopera por planta.

Ten cuidado: añadir demasiada alga provocará un exceso de nutrientes que podría crear problemas, como un desarrollo deficiente de los frutos o una reducción del rendimiento. Por lo tanto, es importante ceñirse a la dosis recomendada.

7. Humus de lombriz

Las lombrices californianas son las que se usan para hacer humus, dado que aportan nutrientes esenciales al descomponer la materia orgánica, pero también mejoran la textura y estructura del suelo, facilitando que las raíces penetren y absorban minerales y humedad importantes, este es sin duda uno de los mejores abonos para tomates que puedes usar.

Para sacar el máximo partido de los humus de lombriz, añade ¼ de taza a cada hoyo antes de plantar tomates, plántulas o trasplantes. Los humus de lombriz les darán un impulso extra de nutrición mientras echan raíces y empiezan a crecer en tu jardín.

Los humus de lombriz se pueden combinar con fertilizantes orgánicos como el compost o el estiércol para crear una mezcla de siembra aún más rica.

8. Cáscaras de banana o plátano

Los altos niveles de potasio y fósforo en las cáscaras de plátano benefician el crecimiento del tomate, ya que ayuda a fomentar el desarrollo de raíces fuertes y un follaje vibrante.

Yo guardo mis cáscaras cortadas en una bolsa de congelación hasta que estoy lista para utilizarlas. Debes añadir varios trozos a tu hoyo de plantación de tomates para beneficiarte de sus nutrientes.

Puedes romper las cáscaras y esparcirlas por el hoyo o enterrarlas enteras en el fondo del hoyo. Asegúrate de no añadir más de una cáscara de plátano por planta, ya que demasiado potasio puede dañar a los tomates.

9. Leche en polvo

Añadir leche en polvo como abono para tomates es otro antiguo consejo de jardinería que se dice que ayuda a que estos crezcan más grandes y fuertes.

Antes de plantar tus tomates, mezcla ½ a 1 taza de leche en polvo con 5 litros de agua y viértela en el hoyo donde se colocará la planta.

La mezcla de leche en polvo aportará los nutrientes necesarios para que la planta crezca y se desarrolle con éxito. También puede ayudar a reducir la podredumbre de la flor.

Después de verter la mezcla alrededor del hoyo de plantación, utiliza una pala o una paleta para cubrir y mezclar con la tierra antes de añadir tu plántula de tomate o trasplantar una planta completamente crecida.

Si añades más leche en polvo durante la temporada, mezcla una cucharada con 3 litros de agua y viértela alrededor de la base de la planta

10. Estiércol compostado

El estiércol compostado ayuda a mejorar la fertilidad y la estructura del suelo. Aporta nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio para las plantas en crecimiento.

Al plantar tomates, se recomienda mezclar 1-2 tazas de estiércol compostado en cada hoyo de plantación de tomates antes de añadir la planta para obtener los mejores resultados. También puede añadir un puñado de estiércol compostado para enmendar la tierra alrededor de la base de sus tomateras con regularidad a lo largo de su ciclo vital.

UNA NOTA IMPORTANTE SOBRE EL ESTIÉRCOL COMPOSTADO AL PLANTAR TOMATES:

He leído mucho sobre las tragedias de utilizar estiércol compostado con trazas de herbicidas. El uso de estiércol compostado contaminado con herbicidas puede dañar tu huerto y los productos que consumes. Plantar tomates con abono afectado hará que sufran.

El estiércol contaminado con herbicidas puede verter toxinas en tu suelo, impidiendo la correcta absorción de nutrientes y agua necesarios para el crecimiento.

Incluso puede provocar la muerte de las plantas debido a una concentración demasiado alta de herbicidas en el suelo.

Por lo tanto, es importante asegurarse de que el estiércol utilizado no contiene ningún rastro de estos productos químicos antes de utilizarlo en tu huerto. Siempre debes obtener el estiércol compostado de fuentes fiables. Tenlo en cuenta a la hora de utilizar el estiércol de tu ganado si has utilizado herbicidas en tus pastos.

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