La Anginka es una planta extraordinaria con múltiples usos en fitoterapia, muy popular para tener en el alféizar de la ventana debido a su sencilla mantenimiento. Sin embargo, ¿qué hacer cuando las hojas de la anginka se secan o amarillean? Descubre cómo cuidar tu planta incluso en invierno y qué aspectos son esenciales para su crecimiento saludable.
Anginka – Características
La Anginka, también conocida como geranio perfumado o geranio real, pertenece a la familia de las geraniáceas. Tiene hojas verdes anchas y peludas que desprenden un agradable aroma al tacto debido a su alto contenido de aceites esenciales.
Es una planta perenne y longeva, destacada por sus flores coloridas que pueden ser blancas, rosadas o moradas.
Entre las variedades más reconocidas de anginka se encuentran:
- Pelargonium crispum, con aroma a rosas.
- Geranio almizclado, con aroma a pimienta.
- Pelargonium tomentosum, con aroma a menta.
Anginka – Cuidados
La Anginka no requiere muchos cuidados. Sin embargo, debido al clima en nuestro país, debe cultivarse exclusivamente en maceta. No es recomendable exponerla a temperaturas inferiores a 10 grados Celsius.
Es ideal ubicar el geranio en un lugar con acceso constante a la luz solar, ya que al igual que todos los geranios, es una planta que ama la luz.
Poda
Un aspecto crucial del cuidado de la Anginka es la poda, que debe realizarse de manera delicada. Simplemente recorta los brotes superiores para estimular su crecimiento y ramificación. Esto también fomenta la producción de nuevas hojas.
Durante la temporada de crecimiento, es recomendable realizar esta poda varias veces. También puedes darle forma redondeada a la planta recortando los tallos con un podador de jardinería.
Después del invierno, al comienzo de la primavera, recorta los tallos secos o menos vigorosos dejando 3-4 nudos sobre el suelo.
Es importante también retirar sistemáticamente durante todo el año las partes rotas o secas de la planta.
Fertilización
Aunque la Anginka no necesita un suelo muy fértil y rico en nutrientes, durante su período de crecimiento activo es beneficioso fertilizarla. Un fertilizante común para geranios o un fertilizante multicomponente para plantas de maceta funcionará bien.
La fertilización debe realizarse desde marzo hasta septiembre, cada dos semanas. Esto estimula el crecimiento y la floración de la planta. Debes suspender la fertilización cuando se acerque el invierno.
Trasplante y propagación
Una vez al año, preferiblemente en primavera, es recomendable trasplantar la Anginka. La nueva maceta debe ser solo un número más grande que la anterior, ya que la planta no necesita mucho espacio para sus raíces.
Además, la maceta elegida debe tener agujeros en la base y el fondo debe estar cubierto con una capa de drenaje, compuesta de grava o cerámica para jardinería.
La propagación de la planta
es sencilla, ya que la Anginka es fácil de enraizar. Basta con poner un tallo cortado en agua y, una vez que desarrolle raíces, trasladarlo a la tierra. Alternativamente, los tallos cortados también pueden plantarse directamente en tierra, donde la planta fácilmente echará raíces.
Enfermedades y plagas La Anginka rara vez se enferma. No obstante, existe cierto riesgo, especialmente en interiores con aire seco, de que aparezcan ácaros en sus hojas, visibles por las telarañas delicadas que empiezan a aparecer en ellas. Se pueden eliminar usando un spray insecticida.
Además, pueden aparecer también cochinillas, pequeños insectos blancos similares a moscas, que hacen que las hojas se pongan amarillas, pierdan su forma y se sequen. Además, en ellas aparece una micosis negra y pegajosa. Se puede intentar atrapar los insectos voladores con un aspirador o trampas pegajosas colocadas cerca de las macetas.
Sin embargo, para erradicar también las larvas del insecto, es necesario utilizar medios insecticidas especializados que actúen sobre las cochinillas en todas las etapas de su desarrollo.
La Anginka a menudo muestra síntomas de marchitamiento o amarilleo durante el invierno, lo cual es un fenómeno natural debido a su período de reposo. Esto no indica enfermedad ni presencia de plagas.
Para ayudar a la planta durante este tiempo, es recomendable reducir la frecuencia de riego a una vez cada 7 días, pero con menos agua que en verano. Además, es útil disminuir la temperatura en el lugar donde se encuentra la anginka. Si es posible, colócala lejos de los radiadores o en un área más fresca de la casa.
Lo más importante es limitar el riego. De esta manera, la planta pasará por su período de reposo de manera saludable y continuará creciendo durante mucho tiempo.
Además, es notable que la anginka tiene diversos usos. Su aceite se utiliza en farmacia como ingrediente medicinal. Las hojas de la planta se emplean en tratamientos caseros, como aliviar el dolor de garganta durante la angina, reducir la inflamación, los edemas y los moretones. También se usan para tratar las infecciones del oído, colocando las hojas machacadas en el borde del oído. La tintura de hojas de geranio, preparada dejándolas en alcohol, ayuda a reducir la presión arterial y mejora la digestión.
La anginka también se conoce como un repelente natural de insectos debido a su aroma cítrico, agradable para los humanos pero desagradable para mosquitos y moscas.