Guía y consejos para cultivar Jazmín en Interiores

El jazmín (Jasminum) es una flor de dulce aroma que refresca el ambiente de tu vivienda. Estas flores pueden utilizarse desde el té hasta el perfume. El jazmín es una planta enredadera y suele crecer en el exterior, pero también es posible cultivarla en el interior. Veamos cómo cultivar jazmín en interiores y sus cuidados.

Maceta para cultivar jazmines

El tamaño mínimo de la maceta para cultivar jazmín en interiores es de unos 15 cm de diámetro y profundidad, que debe ser lo suficientemente grande como para soportar la cantidad de tierra necesaria.

Sin embargo, el tamaño ideal para no tener que realizar trasplantes cada año debe ser de al menos 30 cm de diámetro y profundidad.

Recuerda que el recipiente o la maceta elegidos deben tener agujeros de drenaje en el fondo que ayuden a evitar incidencias de riego excesivo de la planta.

Tipo de suelo para jazmines

Para que tu planta de jazmín de interior se desarrolle de forma saludable, se necesita un suelo poroso y con buen drenaje. Los materiales como el coco, la corteza y otras materias orgánicas hacen que la tierra sea aireada y ligera.

La otra mejor opción es una mezcla para macetas comprada en la tienda. Funciona muy bien porque tiene la proporción adecuada de vermiculita, perlita y musgo de turba.

Esta mezcla de tierra ayuda a absorber la humedad y a resistir la compactación. Una mezcla para macetas resistente es una opción ideal para cultivar un jazmín delicado y hermoso.

Riego

El jazmín es una planta de bajo mantenimiento. Necesita poca agua a principios de la primavera y a principios del invierno.

El riego excesivo hará que la tierra se empape, así que riégalas cuando sienta que la tierra está seca. Puedes hacerlo con la ayuda de tus dedos.

Riega una o dos veces por semana, pero hazlo en profundidad para que las raíces reciban la humedad con facilidad.

No es necesario regar a diario, pero siempre que lo hagas, el agua profunda llegará a las raíces y hará que tu planta esté perfectamente hidratada.

En verano y en la época de floración tus plantas necesitan más agua, en esta época procura mantener siempre la tierra húmeda pero no encharcada. Recuerda que necesitan menos agua en otoño.

Para las plantas de interior, en la temporada de invierno, debido a la producción de calor de las estufas de leña, se creará un ambiente seco. Vigila la tierra para que no se seque.

También puedes poner un humidificador cerca de tu planta de jazmín. Las plantas de jazmín necesitan al menos un 50% de humedad. Si la humedad es menor, sus raíces no pueden tolerar el agua perdida por la sequedad.

Luz y sol

La luz es un factor importante al cultivar jazmín en interiores. El lugar donde coloques tu maceta de debe estar bien iluminado.

Asegúrate de que tus plantas reciban al menos 4 horas de luz solar directa. Si reciben demasiada luz, cierra las persianas de la ventana. También puedes cambiar la ubicación de las plantas en función de las necesidades.

Una ventana orientada al sur si vives en el hemisferio norte, o una ventana al norte si vives en el hemisferio sur es el mejor lugar para el crecimiento de la planta de jazmín, ya que recibe luz solar de forma regular.

Si tus plantas reciben demasiada luz solar, las hojas empezarán a caerse. Es una clara señal de que reciben demasiado sol. La solución a este problema es trasladar las plantas lo antes posible a otros lugares.

Cuando se cultivan plantas en el interior, el polvo se acumula en las hojas de las plantas cada pocos meses. Limpia las hojas para que puedan absorber la luz del sol para prosperar.

Abono

Puedes utilizar varias formas de abonar tus plantas de jazmín. El alimento diluido para plantas de interior es una buena opción que puedes utilizar durante toda la temporada de crecimiento, la otra opción es un fertilizante con alto contenido de fósforo.

El abono orgánico es una gran opción porque tiene todos los nutrientes básicos para las plantas que son esenciales. Evita utilizar un abono fuerte porque puede ser perjudicial para las plantas de jazmín.

En las estaciones de crecimiento, como la primavera y el principio del otoño, las plantas de jazmín deben abonarse cada 2 ó 4 semanas. Recuerda que no debes fertilizar tu planta de jazmín a finales del otoño y en invierno.

Asegúrate de que el fertilizante que utilizas para su planta de jazmín está diseñado para plantas de interior. Si utilizas un abono soluble en agua, aplica sólo el 50% de la dosis indicada por el fabricante.

También puedes añadir materia orgánica como el compost. Puedes hacer fácilmente el compost en casa, también existe la opción del compost ya hecho.

El recipiente o la maceta en la que cultives deben tener al menos un 20 % de materia orgánica, esto ayudará a introducir microorganismos y micronutrientes esenciales.

Cómo conseguir que el jazmín de interior florezca

Al igual que muchas otras plantas tropicales con flor, el jazmín necesita al menos una diferencia de 10 grados Celsius entre las temperaturas diurnas y nocturnas para florecer, lo que ocurre en otoño e invierno.

Pero si tu planta no florece, la razón podría ser también la falta de luz solar, que suele ser un problema en el interior, o el exceso de nitrógeno.

Aliméntala con un abono para plantas de flor que contenga poco o nada de nitrógeno y un mayor porcentaje de fósforo que potencie la floración. Asegúrate de que la planta está en un lugar con mucha luz solar.

Necesita un enrejado la planta de jazmín?

En la mayoría de los casos, tu planta se enroscará sobre los soportes naturales por sí sola, apoyándose en una estantería o en la pared cuando se cultiva en el interior. Sin embargo, puedes optar por instalar un arco u otro tipo de enrejado si lo deseas.

Por lo demás, el crecimiento enroscado no tendrá ningún impacto en la salud y el bienestar general de la planta de jazmín, por lo que la elección es meramente cosmética y puede dejarse a tu propia discreción.

También puedes optar por macetas colgantes al cultivar jazmín en interiores, sus ramas colgarán dando un espectáculo floral en la primavera y el verano.

Plagas y enfermedades del jazmín

El jazmín común es una variedad libre de plagas y enfermedades. Pero los ácaros son un gran problema para el jazmín de invierno. Desecha la planta infectada para que otras plantas no se vean afectadas.

Las masas blancas y algodonosas que se encuentran bajo las hojas y en los tallos se llaman cochinillas. Si quieres eliminarlas, utiliza un bastoncillo de algodón humedecido en alcohol.

Si ves hojas amarillas en tu planta, significa que ésta necesita abono. Recuerda que debes aplicar el fertilizante en primavera para que tenga una floración fragante.

Poda del jazmín

El tamaño de la planta de jazmín puede controlarse mediante la poda. La planta alcanzará el tamaño deseado después de la misma. Durante la poda, puedes eliminar los trozos muertos y enredados de las plantas.

Ten en cuenta que no debes eliminar más de un tercio de la planta de una sola vez. La poda permite que tus plantas de jazmín crezcan en una dirección determinada.

Cosechar jazmines

La mayoría de la gente utiliza el jazmín para hacer té. Cuando veas que una planta de jazmín está abierta, recoge las flores. Colocalas en un lugar fresco y seco. El aire fresco hará que se sequen lentamente.

Una vez secados, estos pétalos se pueden utilizar para hacer té o se pueden infusionar en jarabes, bebidas, etc.

Antes de recoger las flores con fines comestibles, asegúrate de que la planta está libre de pesticidas y herbicidas.

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