Cómo utilizar la sal en el jardín: Uso de la sal en el huerto y para combatir los pulgones.

La sal es indispensable en cualquier cocina. Este valioso condimento realza el sabor de los platos y también es una sustancia conservante natural. Sin embargo, pocas personas saben que la sal puede ayudar en el cuidado del jardín: combate eficazmente las plagas y, al mismo tiempo, protege las plantas contra enfermedades. Además, puede ser utilizada como fertilizante para vegetales. Descubre cómo utilizar la sal en el jardín.

Qué propiedades tiene la sal?

La sal es una de las especias más populares del mundo. No solo realza el sabor de casi todos los platos, sino que también se utiliza como conservante, prolongando la duración de los alimentos. Consumida en pequeñas cantidades, es necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, ya que participa en la regulación del equilibrio hídrico, asegura una presión arterial óptima e incluso mantiene el equilibrio ácido-base del cuerpo. Aunque se usa principalmente en la cocina, la sal puede utilizarse no solo para cocinar.

Resulta que la sal puede ser utilizada en muchas actividades cotidianas. Tiene excelentes propiedades limpiadoras y abrasivas, por lo que es muy útil durante la limpieza. Absorbe bien el agua y crea un ambiente seco, en el cual el desarrollo de bacterias y microorganismos es muy difícil. Además, la sal tiene un amplio uso en la cosmética y en diversas formas de terapia. Por otro lado, en la jardinería se utiliza como un agente universal que puede emplearse de muchas maneras.

Cómo utilizar la sal en el jardín?

La sal comúnmente disponible puede hacer maravillas en el jardín. Es indispensable en el cultivo de cebollas, ajos, remolachas y zanahorias, y también ayuda en la lucha contra los pulgones. Te sugerimos cómo utilizar la sal en el jardín.

Cultivo del ajo Quieres tener una gran cosecha de ajo?

Ya sea ajo de invierno o de primavera, vale la pena proteger los dientes antes de plantarlos. Si no lo hacemos, las cabezas de ajo serán pequeñas y las cosechas pobres. Para evitar esto, es útil usar un producto muy económico y disponible en todos los hogares: la sal de cocina. Disuelve una cucharada de sal en tres litros de agua tibia. Remoja los dientes de ajo en esta solución durante unos minutos, luego sécalos y plántalos en el huerto. Esto protegerá el ajo contra las enfermedades fúngicas.

Cultivo de remolachas Para obtener una buena cosecha de remolachas, basta con fertilizarlas con agua salada. Suena un poco extraño, pero realmente funciona. La sal no solo acelerará su crecimiento (contiene nitrógeno y fósforo), sino que también protegerá los cultivos contra las plagas, como los pulgones, las orugas o los caracoles. Disuelve una cucharadita de sal en 10 litros de agua y riega las remolachas con esta solución 2-3 veces por temporada. No se debe exagerar con esta práctica, ya que el exceso de sal es perjudicial para las plantas.

Cultivo de cebollas Desafortunadamente, la cebolla es frecuentemente atacada por diversas enfermedades y plagas. Por otro lado, la sal actúa como un insecticida y fungicida natural. Para prevenir enfermedades y la aparición de plagas, prepara una solución de sal. Añade 30 g de sal común y 30 g de sal yodada a 10 litros de agua. Luego añade una cucharada de amoníaco y mezcla bien la solución. Con esta mezcla riega las camas de cebolla. Tres semanas después, repite la acción, pero esta vez sin añadir amoníaco.

Cultivo de zanahorias Para que la cosecha de zanahorias sea jugosa y sabrosa, prepara una solución de sal. El contenido de cloruro de sodio hace que las plantas absorban mejor los nutrientes disponibles en el suelo. Además, la sal ahuyenta las plagas que destruyen las cosechas de zanahorias. Añade una o dos cucharadas de sal a 10 litros de agua y mezcla hasta que la sal se disuelva. Sin embargo, es importante recordar que antes de regar las zanahorias, el suelo debe estar húmedo. De lo contrario, podemos dañar nuestros cultivos.

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