Las orquídeas son plantas de interior bellas pero extremadamente frágiles y propensas a las bacterias. Descubramos el elemento natural que te permitirá protegerlas de enfermedades. Aquí tienes los detalles.
Una de las plantas de interior más comunes en los hogares son, sin duda, las orquídeas. En la naturaleza existe una impresionante variedad de estas plantas, con más de 30 mil especies diferentes.
Cada orquídea se diferencia por el tamaño, color y tonalidad de sus flores, entre otros aspectos. Es posible encontrar orquídeas de todos los colores, desde morado hasta rosa, amarillo, blanco, azul y naranja. Todo un espectáculo de colores.
Como mencionamos, la orquídea es principalmente una planta de interior. De hecho, este será el lugar donde mejor podrá crecer, protegida de peligros y amenazas. A pesar de ello, es muy frágil y sensible a diversas condiciones, por lo que será tu responsabilidad realizar todos los cuidados de la manera más correcta posible para evitar que sea atacada por parásitos, bacterias u otras enfermedades.
No es complicado cuidar de las orquídeas de manera óptima y protegerlas de las bacterias. Solo necesitarás tomar algunas precauciones simples y estar atento a cualquier señal “extraña” que estas plantas puedan mostrar.
Será muy importante evitar que la planta reciba exposición directa al sol. A la orquídea le gusta el interior de nuestro hogar, siempre y cuando la luz llegue a sus hojas sin contacto directo con los rayos solares.
Puedes colocar tu orquídea en el alféizar de la ventana, pero asegúrate de que los rayos solares nunca lleguen directamente allí. También puedes proteger la planta con una cortina, siempre manteniéndola alejada del sol directo pero expuesta a la luz.
En este artículo queremos mostrarte un truco extraordinario para minimizar el riesgo de que tu orquídea se enferme. Aquí tienes el ingrediente específico que te será de gran ayuda.
Protección perfecta para orquídeas contra bacterias: aquí tienes lo que necesitas saber
Colocar la orquídea en la zona sureste o suroeste del apartamento es la mejor estrategia. Otro aspecto a considerar es la calefacción en la casa. Evita colocar tu orquídea cerca de fuentes de calor como radiadores o chimeneas. Es importante que la planta viva a una temperatura moderada, ni muy fría ni muy caliente.
Alrededor de 20°C será la temperatura ideal para un crecimiento óptimo y saludable de la orquídea. En verano, es importante colocarla en un área ventilada, siempre cuidando de evitar que el sol directo incida sobre ella.
El exceso de humedad en el ambiente del hogar puede poner en riesgo a tu orquídea de ser atacada por parásitos y bacterias peligrosas. Si esto sucede, la planta puede enfermarse e incluso morir en los casos más graves.
Algunos productos químicos en el mercado pueden erradicar estos parásitos, pero nunca serán la solución recomendada por los expertos. De hecho, existen varios trucos que permitirán que tu orquídea siempre esté saludable. En particular, un elemento natural será realmente útil en este sentido. Aquí tienes toda la información al respecto.
La solución contra los parásitos
La solución natural que te permitirá erradicar eficazmente cualquier ataque de parásitos en tu orquídea será el uso de cúrcuma. ¡Así es! Este elemento con altas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias para el cuerpo humano también será muy útil para evitar problemas en tus plantas.
Por lo tanto, no solo podrás usarlo en la cocina, sino también para otros propósitos aparentemente secundarios. Lo primero que tendrás que hacer es cortar las ramas secas más afectadas por el ataque de bacterias y parásitos. Luego, retira las raíces secas de la maceta y lávalas con agua.
Toma polvo de cúrcuma y disuelve una cucharada en un recipiente con agua tibia. Filtra todo y vierte la mezcla obtenida en un pulverizador. Rocía esta mezcla sobre las hojas y raíces de tu orquídea y procede a replantarla en una maceta con tierra, grava y fibra de coco.
La acción antiinflamatoria y antiparásitos de la cúrcuma tendrá efectos muy positivos en tu orquídea. Volverá a crecer tan saludable y fuerte como antes, después de esta intervención tan valiosa.