Extracción de la semilla:
- Extracción de la semilla: Comienza con un mango maduro. Después de consumir la fruta, retira el hueso grande. Limpia la pulpa y déjala secar durante uno o dos días.
- Germinación:
Método del papel toalla:
- Humedece un papel toalla y exprime el exceso de agua.
- Envuelve la semilla de mango en el papel toalla húmedo.
- Coloca las semillas envueltas en una bolsa de plástico o recipiente, manteniéndolas en un lugar cálido.
- Revisa las semillas regularmente para asegurarte de que el papel toalla permanezca húmedo y para ver si ha ocurrido la germinación.
- Selección de macetas y siembra:
Elección de la maceta adecuada: Opta por una maceta grande, de al menos 10-12 pulgadas de diámetro, con suficientes agujeros de drenaje. Requisitos del suelo: Utiliza una mezcla para macetas que tenga buen drenaje, preferiblemente con una mezcla de perlita y compost para materia orgánica. Siembra: Si has germinado la semilla utilizando el método del papel toalla, una vez que las raíces midan unos centímetros, estará lista para ser plantada. Planta la semilla superficialmente, con el bulto (lomo) hacia arriba. Para aquellos que prefieren sembrar directamente en la maceta sin germinación previa, inserta la semilla con el lomo hacia arriba y cúbrelo ligeramente con tierra.
- Riego, luz y fertilización:
Riego: Riega constantemente, asegurándote de que la capa superior de la tierra se seque entre riegos. El exceso de riego puede causar pudrición de raíces. Luz: Los mangos necesitan luz solar. Coloca tu maceta donde pueda recibir al menos 6-8 horas de luz solar diariamente. Si estás en una región con luz solar intensa, la sombra por la tarde puede ser beneficiosa. Fertilización: Unas semanas después de la siembra, comienza a utilizar un fertilizante balanceado soluble en agua. Sigue las instrucciones del fabricante y ten cuidado de no fertilizar en exceso.
- Trasplante y poda:
Trasplante: A medida que el árbol crezca, puede que necesite una maceta más grande cuando veas raíces saliendo por los agujeros de drenaje. Poda: Podar regularmente tu árbol de mango ayudará a mantener su tamaño, especialmente cuando se cultiva en maceta. Enfócate en crear un dosel equilibrado y eliminar cualquier rama muerta o enferma.