“4 trucos infalibles para hacer florecer las orquídeas todo el año”

Los flores de las orquídeas están entre las más hermosas y apreciadas, debido a la gran variedad de formas y colores, cada uno más elegante que el otro. Sin embargo, una vez florecidas, podrían pasar meses antes de mostrarse en toda su belleza.

Estas plantas son muy delicadas, y a veces hacerlas florecer se convierte en un verdadero desafío. Especialmente justo después de haberlas adquirido, cuando las llevamos a casa y observamos impotentes su lento declive. Afortunadamente, existen trucos que pueden estimular y prolongar la floración de las orquídeas.

Las orquídeas, dependiendo del tipo, florecen cada 2-4 meses. En condiciones óptimas, la mayoría de estas hermosas plantas pueden florecer dos veces al año.

A continuación, te sugerimos 4 trucos que te ayudarán a hacer florecer las orquídeas y a hacer que las flores duren el mayor tiempo posible.

  1. Cáscaras de huevo Riquísimas en potasio y calcio, las cáscaras de huevo son un verdadero remedio para las orquídeas. Lo ideal sería recolectar alrededor de 20-25 cáscaras.

Lava bien las cáscaras y déjalas secar, luego muélelas hasta reducirlas a polvo. Cocínalas en agua y después de aproximadamente 8 horas utiliza el líquido para regar las orquídeas una vez por semana.

Puedes conservar el líquido en la nevera durante unos 2-3 meses.

  1. Agua de arroz El agua de cocción del arroz es uno de los secretos menos conocidos para tener unas orquídeas hermosas, ya que es rica en calcio, potasio y vitamina B, pero solo si está libre de sal, que incluso podría dañar tus plantas.

Guarda el agua de cocción de las papas o del arroz (estrictamente sin sal) y úsala para regar las orquídeas cada dos semanas.

  1. Leche Excelente fuente de calcio y muy útil también para nuestras plantas, especialmente para las orquídeas.

Mezcla leche y agua en proporciones de 1/4 de leche por cada 3/4 de agua. Usa la solución para regar las orquídeas cada 2 semanas.

  1. Hojas de roble caídas Si vives cerca de un árbol de roble, puedes aprovechar sus hojas caídas para preparar un fertilizante para tus orquídeas.

Recoge las hojas de roble del suelo y colócalas en una olla, vierte 5 litros de agua y apaga el fuego una vez que hierva.

Deja enfriar, ponlo en un recipiente limpio y déjalo al sol durante una semana. Úsalo para regar las orquídeas cada dos semanas.

Se recomienda regar las orquídeas por inmersión, es decir, sumergiendo la maceta en agua durante 20 minutos, teniendo cuidado de no mojar las hojas. Deja escurrir la maceta antes de volver a colocarla en su lugar.

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