El ajo (Allium sativum) se suele plantar en otoño, y muchos jardineros se han enterado a destiempo de cuándo hay que plantarlos. Pero no te rasgues las vestiduras todavía; es posible comenzar a cultivar ajos en primavera y lograr una cosecha, aunque no tan abundante, merece la pena intentarlo para disfrutarlos durante casi todo el año, veamos cómo cultivar ajo en primavera.
Por qué se suele plantar ajo en otoño?
El ajo es una planta geófita, lo que significa que crece a partir de un órgano de almacenamiento subterráneo o, para los que no somos científicos, bulbos.
Algunas geófitas necesitan temperaturas frías prolongadas, lo que desencadena un proceso llamado vernalización. Ese periodo de frío activa una señal dentro del bulbo que le «dice» que inicie el desarrollo de las flores, la división de nuevos bulbos, o ambas cosas.
Resulta que el ajo es una geófita que necesita someterse a la vernalización. Por eso plantamos ajos en otoño.
Al comenzar a cultivarlos en otoño, la planta entra en un periodo de letargo y se liberan enzimas, proteínas o lo que sea, que indican al bulbo que debe dividirse en varios dientes. Cuando llega la primavera, el ajo está preparado para crecer en los reveladores bulbos llenos de deliciosos dientes.
Si, por la razón que sea, el otoño pasado se te pasó el tren, puedes engañar a la madre naturaleza y seguir cultivando ajos sabrosos si empiezas en primavera. Cuanto antes inicies este proceso, mejor, ya que el ajo es un cultivo de largo crecimiento.
Vernalizar ajos en la nevera
Para simular el invierno, puedes engañar a tu ajo metiéndolo en la nevera durante unas semanas. Guárdalo en un tarro de cristal con la tapa puesta o en bolsas de papel dobladas. También puedes meter los ajos en una bolsa de plástico rellena de tierra para macetas.
Elige un lugar en el frigorífico en el que el ajo no se seque pero no desarrolle moho. Yo he descubierto que el estante inferior es el mejor.
Otros jardineros me han dicho que basta con dejarlas dos semanas en el frigorífico. (Como dice el refrán, su kilometraje puede variar).
A continuación, deberás plantar los ajos en cuanto estén en condiciones. Debes dejar que pasen el mayor tiempo posible en la tierra para que crezcan bulbos grandes.
Qué hacer si no tienes tiempo suficiente
Si el calendario se te echa encima, puedes plantar dientes que no hayan sido vernalizados en primavera. Sin embargo, el ajo resultante será mucho más pequeño y los bulbos no se separarán en dientes individuales.
Pero seguirá siendo sabroso. Piensa en estos bulbos como cebolletas con ajo. Tendrán un sabor más suave y la parte superior también será muy sabrosa.
Por eso es importante plantar los ajos lo antes posible en primavera. Hay que darle el mayor tiempo posible para que crezca y se desarrolle.
Cómo cultivar Ajo en primavera
Bien, ya has engañado a la madre naturaleza y tienes bulbos de ajo que creen haber pasado el invierno. Vamos a plantarlos.
Lo primero que hay que hacer es inspeccionar los bulbos. Deshazte de los dientes que estén mohosos o blandos. Los bulbos y los dientes deben estar firmes.
Partir los bulbos
Rompe suavemente el bulbo completo en dientes individuales. Intenta dejar la piel de papel en cada diente, ya que lo protege en el suelo. Por supuesto, esto es menos importante para el ajo de primavera que no pasará el invierno, pero sigue siendo útil.
Plantar dientes de ajo
Primero que nada, elije un lugar donde reciban mucha luz solar para cultivar tus ajos de primavera.
Utiliza una tierra rica en nutrientes, si la que tienes no lo es, puedes enmendarla con compost o abono orgánico, si tienes, también espolvorea ceniza de madera sobre la tierra y excava en los primeros centímetros, ya que el ajo necesita mucho potasio para que crezcan bulbos grandes.
Como con cualquier otro bulbo, asegúrate de plantar cada diente con la raíz hacia abajo y la punta hacia arriba.
Afloja la tierra. Si tienes, espolvorea ceniza de madera sobre la tierra y excava en los primeros centímetros, ya que el ajo necesita mucho potasio para que crezcan bulbos grandes.
Planta los dientes a una profundidad de 1 a 2 cm. Con demasiada frecuencia, los jardineros novatos cometen el error de plantar el ajo a muy poca profundidad, dejando la punta a la vista, pero es mejor hacerlo a mayor profundidad para que no crezca sobre la tierra y pueda desarrollarse mejor.
Sepáralos unos 10 o 15 cm. Dado que plantamos los tarde, queremos hacer todo lo posible para que crezcan bien y grandes, y el ajo odia estar amontonado. Deja espacio suficiente a cada diente para que se convierta en un bulbo gordo y redondo.
Presiona suavemente la tierra sobre los dientes para afirmarlos un poco y a continuación riégalos. Debes remojarlos bien para que tengan la humedad adecuada en la tierra y puedan echar raíces rápidamente.
Cuidados del ajo en primavera
Como vamos a cultivar ajo en primavera en lugar de en otoño, el cuidado será un poco diferente de lo normal.
Corta los tallos con unas tijeras esterilizadas a principios de verano, dejando entre 5 y 10 cm desde la base. Esas hojas que coretes puedes utilizarlas en tus recetas, no las tires.
Hacer esto ayuda a que la planta centre su energía en los bulbos y ya no en las hojas. De esta manera puedes acelerar un poco el proceso.
Si no llueve lo suficiente, riega los ajos con regularidad, procura que el suelo se mantenga ligeramente húmedo, cuando veas que la primera capa de suelo se seca, riega.
En los días muy calurosos de verano, es bueno proporcionarles algo de sombra, sobre todo en horas del medio día. De lo contrario las plantas de ajos y los bulbos sufrirán demasiado y no lograran prosperar como lo esperamos.
Cubrir la tierra con mantillo les ayudará a retener la humedad y a mantener alejadas las malas hierbas, que compiten por los nutrientes.
Cosecha del ajo de primavera
Una vez más, dependiendo de lo tarde que hayas plantado los dientes de ajo, es posible que no tengas bulbos completamente desarrollados. No pasa nada; disfruta de una temporada de bulbos de ajo más pequeños y suaves.
Deja las plantas en el suelo el mayor tiempo posible. Puedes cosechar el ajo cuando la mitad inferior de las hojas del tallo se vuelvan marrones.
Afloja la tierra y levanta con cuidado los bulbos de la tierra con una cuchara o una horquilla de jardinería.
Cuando estés cosechando tus ajos de primavera, pronto estarás listo para plantar en otoño. Quizá quieras guardar algunos de los bulbos de primavera para plantar la cosecha del año que viene.