Fialka africana – bajo este encantador y común nombre se esconde una planta de maceta pequeña y delicada, pero extremadamente resistente y completamente sin problemas, conocida como sencilla violeta. Encanta con sus pequeñas flores violetas que contrastan con las hojas oscuras y carnosas. ¿Quieres cultivar violetas en casa? ¡Aprende las reglas más importantes!
La sencilla violeta, latinizada como Saintpaulia ionantha, es una planta de maceta conocida que rara vez se encuentra bajo este nombre. Más comúnmente se la llama “violeta africana” o “violeta doméstica”, haciendo referencia al color de sus flores y su origen. Otro nombre es “saintpaulia”, que la planta recibió en honor al descubridor, el barón Walter von Saint Paul-Illare, quien la introdujo por primera vez a Europa en el siglo XIX.
A diferencia de las violetas verdaderas, la sencilla violeta no pertenece a la familia de las violetas, sino a las Gesneriáceas, es decir, plantas cuyo entorno natural son las zonas climáticas tropicales y subtropicales de África, así como las altitudes alpinas de los Andes y el Himalaya. En el caso de la violeta africana, su lugar de origen es la maravillosa y colorida Tanzania. Allí se pueden encontrar violetas, por ejemplo, al recorrer las montañas de Usambara.
La violeta africana tiene una estructura muy característica. Para poder sobrevivir en las elevadas cordilleras montañosas, forma una roseta densa de hojas gruesas, carnosas, redondeadas y peludas. Las láminas tienen bordes ligeramente dentados y pecíolos cortos. En la mayoría de las variedades son de color verde oscuro con una ligera tonalidad azul o roja y con el envés rojo.
Entre las hojas crecen tallos cortos de unos 15 cm de largo, que terminan en racimos de flores. Los tépalos están formados por 5 pétalos semicirculares, anchos y satinados, que rodean los estambres amarillos. Se presentan en muchos colores diferentes. Las variedades violetas son las más populares, pero también se pueden encontrar blancas, rosadas y rojas, e incluso bicolor. Lucen hermosas sobre el fondo de las hojas oscuras. Además, florecen durante todo el año, por lo que el espacio nunca se ve aburrido.
Violeta africana – cultivo
En las condiciones polacas, la sencilla violeta se cultiva como planta de maceta, ya que no es resistente al frío y no podría sobrevivir a un invierno helado. La temperatura mínima en la habitación debe ser de 12 °C. Si desciende por debajo de este valor, la violeta africana comienza a marchitarse.
La ventaja de estas flores es su facilidad de cultivo, por lo que es una elección perfecta para niños y personas que están comenzando su aventura con el cultivo de plantas de maceta.
Para crecer saludablemente necesitan:
- una posición luminosa, donde llegue luz difusa – sorprendentemente, la sencilla violeta no le gusta la luz solar fuerte y directa, como en África en el desierto, sino una iluminación suave. Hay que recordar que la violeta crece principalmente en las montañas, donde los rayos solares no llegan directamente. Por lo tanto, la mejor opción para ella será una habitación con orientación norte o este, cerca de una ventana. Se puede colocar la sencilla violeta en un alféizar sur o oeste, con la condición de que el cristal esté algo protegido del sol, por ejemplo, con una persiana o una cortina, y en invierno no abras la ventana allí.
- un sustrato fértil y permeable con un pH de 5-5,6 – es importante cuidar una capa de drenaje para evitar que el agua se acumule en la maceta. La violeta tiene un sistema de raíces poco desarrollado, por lo que en caso de exceso de humedad puede empezar a pudrirse. Una buena elección es una mezcla de tierra de jardín universal con turba y arena o perlita. Recuerda plantar las plantas individualmente en macetas, ya que colocadas en un mismo recipiente pueden sofocarse mutuamente y florecer menos.
- calor – las violetas se desarrollan mejor a una temperatura óptima entre 18 y 22°C. Curiosamente, no les molestan los radiadores u otras fuentes de calefacción, pero no toleran la humedad ni el frío.
La planta puede necesitar ocasionalmente también un “descanso”. Cuando notes que la planta florece menos que antes, reduce el riego y trasládala a una habitación donde la temperatura sea de 10 a 15°C. Después de 1,5-2 meses, la violeta debería comenzar a producir más brotes.
Cuidado diario de las violetas
¡Has proporcionado condiciones excelentes para el desarrollo de la sencilla violeta! ¡Genial! Ahora es hora de aprender cómo cuidarla correctamente. Para evitar dañar la planta, debes recordar:
- Riego regular pero escaso: las violetas deben regarse aproximadamente 2 veces por semana cuando el sustrato se seque. Puedes verificarlo por el color del suelo (se vuelve ligeramente gris) o palpándolo. Vierte agua a temperatura ambiente en la base y espera aproximadamente 1 hora, luego vierte el exceso de líquido. Recuerda no mojar las hojas durante el riego, ya que no les gusta y pueden enfermar por ello.
- Fertilización sistemática pero no demasiado abundante: las violetas no les gusta cuando el suelo contiene demasiados minerales. Por lo tanto, es mejor fertilizarlas raramente, cada 2-3 semanas. Utiliza un fertilizante para plantas con flores que contenga ingredientes cuidadosamente seleccionados para estimular la floración.
Aunque la sencilla violeta prefiere el aire húmedo, bajo ninguna circunstancia debes rociar sus hojas o flores. El agua estancada es un ambiente perfecto para el desarrollo de hongos y otros parásitos que pueden dañar la planta. Para aumentar la humedad del aire en la habitación, coloca un humidificador lejos de la violeta y/o coloca la maceta sobre un platillo lleno de arcilla expandida y agua.
Por otro lado, si deseas limpiar el polvo de las hojas, utiliza un pincel limpio con cerdas redondas y densas para aplicar polvo suelto y cepilla todas las hojas. Limpiarlas con un paño no solo no dará los resultados esperados, sino que también puede dañar los delicados pelos en las láminas.
Los problemas más comunes en el cultivo de violetas en macetas
A pesar de todos los esfuerzos, ¿tu violeta no luce como debería? Esto podría ser el resultado de un cuidado inadecuado. Si tu sencilla violeta:
- No florece y comienza a inclinarse hacia la ventana, esto significa que el lugar elegido está demasiado oscuro y debes mover la planta más cerca de la fuente de luz. Recuerda que la sencilla violeta necesita luz difusa para poder florecer.
- Tiene manchas claras en las hojas, esto significa que ha pasado demasiado tiempo expuesta al sol. La violeta se siente mejor en un ambiente luminoso, pero la exposición directa a los rayos solares puede causar quemaduras en las hojas.
- Tiene flores y hojas marrones, lo que indica una enfermedad fúngica, conocida como moho gris. A menudo es el resultado de un riego excesivo o de que parte de la planta se inunde al regarla. Debes separar rápidamente la sencilla violeta de otras plantas, eliminar todas las partes afectadas y rociarla con un fungicida cada 2-3 semanas.
- Tiene flores secas, esto significa que ha sido atacada por pulgones. Estos pequeños insectos se alimentan principalmente de la savia y los tejidos vegetales, privando a la violeta de la energía vital. Se alimentan en la parte inferior de las hojas, por lo que a veces son difíciles de detectar, pero simplemente observando la planta durante un tiempo prolongado podrás notar su presencia no deseada. Debes poner la planta infectada en cuarentena y aplicar un spray o utilizar palitos especiales contra los insectos.
Recuerda actuar de inmediato cuando notes algo preocupante con tu sencilla violeta. Gracias a una decisión rápida, ¡puede haber una oportunidad de salvar la planta!
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