Propaga la Mimosa Sensitiva a partir de semillas o esquejes en suelo bien drenado y mantén la humedad. Cultívala en un ambiente cálido y con luz indirecta. Cuida de sus necesidades básicas de agua y fertilizante, y disfruta de sus hojas sensibles y su encanto único.

La Mimosa Sensitiva (Mimosa pudica) también conocida como Planta sensible, es una planta muy reactiva, lo que explica su nombre. Al tocarla, las hojas de la planta se cierran inmediatamente. Una vez que se detiene el estímulo físico, la planta volverá a abrir sus hojas. A pesar de su nombre y de la sensibilidad al tacto, no es una planta sensible en cuanto a los requisitos de cuidado, en este artículo veremos cómo propagar, cultivar Mimosa sensitiva y sus cuidados.

Datos básicos sobre Mimosa sensitiva

  • Nombre científico: Mimosa pudica
  • Nombres comunes: Mimosa sensitiva, planta sensible, planta dormida, planta de acción, planta humilde, mimosa, planta de la vergüenza.
  • Tipo de planta: Arbusto herbáceo rastrero, perenne
  • Originaria de: América Central y del Sur
  • Forma: Hojas en forma de helecho con flores en forma de pompones
  • Tamaño máximo: 30 cm
  • Requisitos de riego: Medio a alto
  • Requisitos de luz: Sombra parcial
  • Humedad preferida: Alta
  • Temperatura preferida: 16-30 C
  • Suelo o medio de cultivo: Bien drenado, arcilloso con un pH de ácido a neutro (5,0-7,5)
  • Método de propagación: Semillas, esquejes (tallos)
  • Toxicidad: Tóxica para las personas y animales domésticos (solo si ingiere)

Cómo propagar Mimosa Sensitiva

Sembrar semillas

La planta sensible se cultiva más a menudo a partir de semillas. Las flores rosas producen semillas, una vez que se marchitan por completo puedes cosecharlas.

Siembra las semillas en musgo de turba húmedo y perlita, entiérralas apenas un centímetro en el suelo, y coloca plástico transparente sobre el medio de plantación, ya que las semillas necesitan mucha humedad para brotar.

Coloca la maceta en un lugar donde reciba luz pero no sol directo, al menos hasta que comiencen a brotar, luego dales sol pero no demasiado, hasta que sean más grandes.

Las semillas brotarán en un plazo de 14 a 21 días. Una vez que alcancen una altura de más de 5 cm puedes realizar el trasplante a una maceta más grande o al jardín.

Propagar mediante esquejes (tallos)

También puedes propagar la Mimosa sensitiva por esquejes. Corta una rama de unos 10 cm de largo que tenga un nudo de hoja.

Coloca el esqueje en un recipiente con agua y déjalo allí mientras preparas la maceta.

Llena una maceta con una mezcla de inicio de semillas de alta calidad, que puedes encontrarse en cualquier tienda de suministros de jardinería.

Si no consigues esa mezcla, puedes preparar la tuya; coloca en la maceta partes iguales de compost, tierra de jardín y arena de rio.

Haz un agujero en la mezcla y coloca el esqueje a una profundidad suficiente para que pueda mantenerse en pie por sí mismo, generalmente entre 2 y 3 cm. Rellena el agujero con tierra y aplícala alrededor del esqueje para que este quede firme.

Coloca la maceta en un recipiente con agua y déjala allí hasta que la parte superior de la tierra esté húmeda al tacto, una vez húmeda saca la maceta del agua y déjela escurrir.

Pon una bolsa de plástico transparente sobre la maceta con cuidado de no molestar a los esquejes. Un recipiente de cristal o de plástico también funcionará bien si cabe sobre la maceta. Esto ayuda a mantener mejor la humedad y crea un microclima ideal para que las plantas enraícen más rápido.

Coloca la planta en una ventana soleada donde no reciba luz solar directa hasta que veas nuevos crecimientos de hojas, una vez que lo notes, puedes darle sol directo o trasplantarla a otro lugar.

Cultivar Mimosa sensitiva

Suelo

Las plantas de Mimosa sensitiva crecen mejor en un suelo con buen drenaje y rico en materia orgánica. Al tratarse de una planta tropical, es importante que el suelo se mantenga húmedo pero no empapado.

La aireación adecuada también es importante para evitar que las raíces se compacten o se encharquen.

Sugerimos utilizar una mezcla de dos partes de tierra fresca, dos partes de musgo de turba y una parte de perlita. Hay algunas tierras para macetas listas para usar con una mezcla similar si prefieres no hacer la tuya propia.

Maceta

Una maceta de tamaño medio con agujeros de drenaje regulares es lo mejor para esta planta tan sensible. Las raíces disfrutan estando confinadas, pero no compactadas.

Luz

La mimosa sensitiva con luz brillante, de hecho, muy poca luz hará que las hojas permanezcan cerradas y la planta no producirá ninguna floración. En verano considera cubrirla o darle sombra en horas del mediodía, ya que el sol es demasiado fuerte.

Si vas a cultivar mimosa sensitiva en el interior de tu casa, coloca la maceta en una ventana orientada al este. Si vives en una zona que recibe poco sol, o si los inviernos son oscuros, la iluminación artificial también es una opción.

Utiliza una luz de crecimiento fluorescente de espectro completo para imitar el sol y conseguir el mismo efecto que la iluminación natural.

Temperatura

La mimosa sensitiva es quisquillosa con la temperatura, cualquier rango que sea cómodo para una persona suele estar bien para esta planta.

Un rango que oscile entre los 15 y los 26 grados es suficiente para un correcto crecimiento y producción de flores.

Cuidados de la Mimosa sensitiva

Riego

El riego de la planta sensible no es difícil, pero requiere atención a los detalles. La tierra debe estar siempre húmeda, pero asegúrate de que no esté empapada.

Esta planta tan sensible necesita mucha humedad y, a diferencia de otras plantas que pueden adaptarse a la sequedad, ésta no puede.

Si no se proporciona a la mimosa pudica la cantidad adecuada de humedad, las hojas se enroscarán y permanecerán cerradas. Además, la planta empezará a morir lentamente.

Requiere un nivel de humedad generalmente alto que oscila entre el 45% y el 60%. Si vives en un entorno más seco, haz de la nebulización de la planta un hábito regular. También puedes colocar la maceta en una bandeja de humedad o utilizar un humidificador en la habitación.

La mejor manera de asegurarse de que la planta reciba la cantidad de agua adecuada es regar la tierra y dejarla escurrir. Si la maceta está asentada sobre guijarros de humedad, puedes dejar que el agua se quede en la bandeja.

Deja que la tierra se seque ligeramente antes de volver a regarla, pero no dejes que se seque del todo. Rocía la planta con frecuencia, especialmente si vives en un clima seco.

La planta necesitará menos agua en los meses de invierno, pero debe seguir teniendo la tierra húmeda todo el año.

Abono

La Mimosa sensitiva no requiere de un abono adicional, por lo que basta con alimentarla sólo durante la temporada de crecimiento, una vez cada dos semanas con un abono de media potencia.

El abono debe contener potasio, ya que éste, junto con el nitrógeno, son necesarios como nutrientes clave en el movimiento de sus hojas.

La fijación de nitrógeno de la que es capaz la planta le permite convertir el nitrógeno atmosférico en amoníaco y otros compuestos para ser utilizados por la planta.

Enfermedades y las plagas

Es una planta resistente a la mayoría de las plagas y enfermedades. Los ácaros pueden aparecer de vez en cuando, y podrás detectarlos comprobando las hojas en busca de pequeños puntos rojos. Por lo general, limpiar las hojas con un paño húmedo ayudará a eliminarlos.

Las enfermedades fúngicas también pueden afectar a las plantas debido a los altos niveles de humedad que requieren. Por lo tanto, asegurar una buena ventilación alrededor de la planta es tan importante como asegurar una alta humedad.

Cultivar Mimosa sensitiva en interiores

Las plantas cultivadas para interior tienden a empezar a deteriorarse después de su primera floración.

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