Eucalipto: Algo entre la rosa mosqueta y la rosa. Una fantástica cascada de flores incluso a la sombra.

Las flores son los adornos más bellos del hogar. Traen consigo los colores, los aromas y también los sentimientos de su tierra natal. Y esto también es cierto para la tápióka, que proviene del subcontinente indio. En su lugar de origen, es una planta perenne que adorna jardines, y los lugareños la utilizan como remedio natural contra las verrugas. En la República Checa, florece solo desde la primavera hasta el otoño. Sus flores características llenan los balcones, macetas y parterres checos de rojo, amarillo, rosa, lila y coral. ¡Y esto es maravilloso! Solo con verlas, ya se siente una energía y un buen estado de ánimo.

Tamaño y altura tan grandes Aunque la tápióka paga por su “belleza“, es relativamente modesta. Se enraíza en suelos húmedos y bien drenados, y se siente mejor en la sombra o en la media sombra. Si deseas que florezca durante más tiempo, protégela del viento fuerte y de las corrientes de aire. Por lo tanto, elige un lugar donde haya paz y no haya viento. El crecimiento de la tápióka también se ve afectado por cómo se plantan. Por lo general, se recomienda dejar entre 5 y 60 centímetros de distancia entre cada planta joven. La elección del tamaño depende de ti. Para los no expertos, hay una regla: cuanto más cerca se planten las plántulas entre sí, más rápido crecerán y formarán hermosos racimos de flores. Puedes apreciar las abundantes flores, por ejemplo, en cajas o macetas colgantes. Para parterres de flores, es aconsejable dejar entre 20 y 30 centímetros de distancia entre cada planta joven. Esta distancia hace que la tápióka crezca más lentamente y no se expanda innecesariamente.

La tápióka en maceta colgante Por supuesto, también puedes cultivar la tápióka como planta colgante en macetas. Es recomendable primero proporcionar un buen drenaje y luego utilizar un suelo adecuado. Según los productores experimentados, en el diámetro de cada maceta colgante caben unas plantas cada 8-10 centímetros. Si deseas mezclar la tápióka con otras flores, asegúrate de elegir la variedad de Nueva Guinea, que se puede utilizar como relleno elegante para las macetas de flores plantadas.

Amante del calor Como planta tropical, la tápióka es muy sensible al calor. Le gusta el aire cálido y húmedo. Pero si se produce un calor tropical (y ya hay más de uno en la República Checa), puede lidiar bastante bien con él. La clave es un suministro adecuado de agua. Según los expertos, la planta “bebe” unos 5 centímetros de agua por semana. Cuando la temperatura supera los 29 grados Celsius, su sed se duplica. Así que no te olvides de regarla una o dos veces al día. Serás recompensado con la rica paleta de colores de las flores.

Fertilización La tápióka florecerá incluso en condiciones más modestas. Pero si deseas que muestre toda su belleza, debes proporcionarle suficientes nutrientes y minerales. ¿Cómo hacerlo? Es simple. Riega la planta con un fertilizante líquido cada 14 días. Si a pesar de todos tus cuidados, la planta parece estancada, córtale el pelo. ¿Cómo hacerlo? Usa unas tijeras de podar esterilizadas para cortar la parte superior de la planta. Esto permitirá que la planta se ilumine y se fortalezca para formar nuevas flores.

Plagas y otros enemigos Desafortunadamente, nadie está a salvo de los enemigos en la naturaleza, que pueden dañar seriamente la salud de la planta. Principalmente son insectos: pulgones, escarabajos de la harina, trips, moscas blancas, ácaros. Si la infestación es leve, puedes usar productos químicos contra los pulgones. Los productos biológicos, como “Inporo PS” o “NeemAzal T/S”, también son efectivos. También puedes probar los “remedios de la abuela” a base de ingredientes naturales, como la decocción de ortiga. Preparación: Pica aproximadamente 500 g de ortigas y ponlas en remojo en 5 litros de agua. Deja que la mezcla repose durante 48 horas, luego dilúyela con agua en una proporción de 1:5. Aplica la infusión resultante a la planta afectada. Cuanto antes comiences, mejor.

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