Cómo Cultivar Orquídeas en Maceta: Guía Paso a Paso

Las orquídeas son unas de las flores más populares del mundo debido a su gran variedad de formas y colores, capaces de añadir un toque de elegancia a los espacios interiores. Sin embargo, poca gente sabe que también se pueden cultivar en macetas. A continuación te explicamos cómo hacerlo.

Para cultivar orquídeas en macetas, es importante empezar a “pensar como ellas”. La regla de oro para tener orquídeas sanas y florecientes es recrear fielmente sus condiciones naturales. En la naturaleza, las orquídeas son plantas epífitas, es decir, crecen sobre otros objetos como cortezas de árboles o piedras.

Las orquídeas más comunes para tener en casa suelen ser híbridos de phalaenopsis (también conocidas como orquídeas mariposa) o dendrobium.

Condiciones óptimas para el cultivo de orquídeas Las orquídeas prosperan con poca luz, pero no con luz solar directa en la tarde. Necesitan mucha humedad y un flujo de aire alrededor de las raíces. Estas plantas necesitan períodos secos alternados con abundantes riegos. Las orquídeas crecen mejor a temperaturas superiores a 10°C pero inferiores a 30°C. Cuanto más te acerques a estas condiciones óptimas, más probable es que tu orquídea crezca sana y florezca profusamente.

La mayoría de las orquídeas que se compran en las tiendas vienen envasadas en macetas de plástico baratas, con las raíces empapadas en musgo. Esta situación no respeta dos de las principales reglas para un crecimiento sano. La primera es que no hay flujo de aire alrededor de las raíces. La segunda es que las raíces nunca se secarán por completo. Debido a esto, la planta no puede respirar y es casi seguro que se pudrirá. Las raíces de las orquídeas son órganos que necesitan absorber agua rápidamente y respirar. No extraen nutrientes de la tierra.

Trasplantar orquídeas con éxito Lo primero que se debe hacer cuando se trae una orquídea de la tienda a casa es disfrutar de su floración. Nunca trasplantes una orquídea con flores. Una vez finalizada la floración, corta la punta de la flor muerta con unas tijeras estériles y trasplanta tu orquídea.

Las orquídeas deben colocarse en macetas especiales, utilizando tierra especial para orquídeas. Las macetas para orquídeas tienen grandes orificios de drenaje para que fluya el agua. La tierra para macetas de orquídeas generalmente está hecha de varios ingredientes de textura gruesa, como corteza de pino, carbón e incluso espuma de poliestireno.

Para trasplantar la orquídea sigue estos pasos:

  1. Retira la orquídea de la bolsa de plástico y elimina la mayor cantidad de musgo posible, con cuidado de no dañar la planta. Las raíces saludables deben ser blancas y firmes, con una pequeña punta de crecimiento verde.
  2. Recorta las raíces ennegrecidas, podridas o marchitas.
  3. Coloca la planta en la maceta y llénala con tierra para macetas. La planta debe estar fijada al suelo, pero no anclada. Con el tiempo, nuevas raíces crecerán a través de la tierra para macetas y se pegarán a la maceta.
  4. Coloca tu planta de orquídea cerca de una ventana orientada al este con algunas horas de luz solar por la mañana.
  5. Para darle a la planta la humedad necesaria y recoger el exceso de agua, colócala en un plato grande y profundo lleno de grava.

Consejos para el cuidado de una orquídea trasplantada Durante el verano, riega abundantemente una vez por semana. Asegúrate de que las raíces estén empapadas en agua y que el platillo esté lleno. Durante la temporada de crecimiento, alimenta la planta una vez a la semana con un fertilizante líquido o en polvo adecuado. Mantén la planta caliente durante el invierno y riega solo una vez al mes. Rocía un poco de agua de vez en cuando para asegurarte de que la planta esté hidratada. No fertilices.

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