Métodos para secar hierbas aromáticas fácilmente

Disfruta del sabor casero del verano durante todo el año aprendiendo a secar hierbas. Abarcamos varios métodos, consejos útiles e instrucciones paso a paso para aprender a secar y conservar hierbas aromáticas.

Durante miles de años, el secado era la única forma de evitar que las hierbas de la cocina se estropearan. Ahora, hay un montón de nuevos productos que mantienen las hierbas frescas y trucos para almacenar hierbas frescas durante semanas. Así que te preguntarás, ¿por qué debería aprender a secar hierbas a la antigua usanza? La respuesta es sencilla: es fácil, barato y puedes mantener las hierbas durante años. Si quieres conservar las hierbas a largo plazo, el secado de hierbas frescas es el camino a seguir.

Cómo secar hierbas

Cómo empezar

El tiempo lo es todo cuando se trata de secar hierbas. Deben recogerse antes de que se desarrollen las flores y cosecharse en mañanas cálidas y secas, después de que el rocío se haya evaporado. Como cada hierba crece de forma diferente, recomendamos recoger y preparar una variedad cada vez.

Para preparar las hierbas, primero hay que desechar las hojas dañadas. A continuación, separa las hierbas de hoja grande, como la salvia y la menta, de sus tallos. Deja las hierbas pequeñas, como el eneldo y el hinojo, en los tallos hasta que se hayan secado.

El estragón, el laurel, la menta, la melisa, la lavanda, el romero y las hierbas de hoja pequeña, como el tomillo, se secan bien al aire, por lo que son ideales para los principiantes.

Métodos de secado

Independientemente del método de secado que elijas, un secado eficaz depende de la abundancia de aire fresco y seco más que del calor. Lo ideal es un lugar bien ventilado y alejado de la luz solar directa.

Si vive en una zona húmeda, el proceso puede ser más lento y el moho puede ser un problema. Si el moho es un problema, recomendamos utilizar un pequeño deshidratador comercial.

Colgar en seco

Para colgar las hierbas secas, ata las ramas en ramos pequeños (los ramos grandes y densos pueden desarrollar moho y hojas descoloridas). Cuelga los ramos para que se sequen, con las hojas hacia abajo, envueltos sin apretar en tela de algodón o bolsas de papel fino para que no entre el polvo y para recoger las hojas o semillas que caigan. Evita el uso de bolsas de plástico por el desarrollo de moho.

Deja que se sequen entre siete y diez días, según el tamaño de las ramas y la humedad. ¿Te preguntas si están completamente secas? Si las hojas suenan como copos de maíz crujientes al aplastarlas, ya están listas.

También puedes secar al aire las semillas de hierbas como el hinojo, el perejil, la alcaravea y el cilantro. Las cabezas de las semillas tienden a madurar de forma desigual, así que una vez que la mayor parte de la cabeza esté marrón, recógela con unos 60 centímetros de tallo (o un tallo lo más largo posible). Agrupa cuatro o cinco tallos, luego cubre las cabezas con tela de algodón o una bolsa de papel y cuélgalas boca abajo.

Secado en estantería

Puedes acelerar el secado espaciando los ramitos u hojas de hierbas individuales en rejillas. Para hacer un estante de secado, estira tela de algodón o una red sobre un marco de madera y fíjalo en su sitio.

Coloca la bandeja en un armario con ventilación, en el cajón de calentamiento de un horno o en un lugar cálido y ventilado, alejado de la luz solar directa. Gira las hojas con frecuencia para garantizar un secado uniforme, que debería durar dos o tres días.

Secado al horno

Las hojas de hierbas como la salvia, la menta, el romero, el tomillo y el perejil, despojadas de sus tallos, son perfectas para el secado al horno.

Coloca las hojas en una bandeja cubierta de tela de algodón en un horno a la temperatura más baja posible (las temperaturas más altas disminuyen los aceites esenciales fragantes) con la puerta entreabierta para permitir que salga la humedad.

Dar la vuelta a las hojas después de 30 minutos para asegurar un secado uniforme; estarán bastante secas en una hora. Déjalas en el horno hasta que se enfríen.

Secado en microondas

El microondas funciona bien cuando se secan pequeñas cantidades de hierbas. Separa las hojas de los tallos, enjuágalas si es necesario y déjalas secar al aire.

Coloque una sola capa de hojas sobre una toalla de papel en un plato apto para microondas. Coloca otra toalla de papel encima y calienta en el microondas a máxima potencia durante un minuto.

Observa atentamente y deja de hacerlo si hueles que las hierbas se queman. Continúa calentando a intervalos de 30 segundos, si es necesario, hasta que las hierbas estén completamente secas.

Almacenamiento y uso

Para guardar las hierbas y conservarlas por mucho tiempo, desmenúzalas con los dedos (desecha los tallos y las nervaduras duras) y guárdalas en recipientes de vidrio pequeños y herméticos. Si utilizas recipientes de cristal transparente, guárdalos en un lugar oscuro para que las hierbas no pierdan su color.

Las hierbas secas son adecuadas para los alimentos cocinados, pero recuerda: el secado concentra los sabores, por lo que no es necesario utilizar tanta cantidad en las recetas. Por ejemplo, si en una receta se pide una cucharada de hierbas frescas, utiliza en su lugar una cucharadita de hierbas secas. Recuerda este truco cuando utilices hierbas secas en recetas de hierbas frescas.

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