Cómo propagar, cultivar Abelia (abelia grandiflora) y sus cuidados

Las plantas de Abelia son arbustos con flores que presentan ramas delgadas con hojas de color verde oscuro que tienen forma ovalada y puntiagudas. Los colores del follaje y los colores de las flores a menudo cambiarán con las estaciones. Aprende a propagar, cultivar Abelia y sus cuidados.

Descripción básica

Conocido por su vibrante follaje y sus largos periodos de floración, el género Abelia consta de unas 30 especies de arbustos tanto de hoja caduca como de hoja perenne.

Cada variedad tiene su propio tamaño de madurez. Los tamaños varían de 60 cm a 3 metros de altura y de 60 cm a 2 metros de ancho.

Estos arbustos producen hojas puntiagudas y ovaladas que suelen ser amarillas o verdes con detalles rosados, anaranjados, bronceados o burdeos.

Algunas son multicolores o abigarradas e incluso cambian de color con el cambio de estación. Sus flores son tubulares y suelen ser de color blanco, rosa o amarillo.

A diferencia de muchas plantas con flor, los arbustos de abelia tienen una larga temporada de floración que se extiende desde la primavera hasta el otoño.

Propagación de la abelia

Esquejes

La propagación de la abelia puede realizarse mediante esquejes, tanto de madera dura como de madera blanda. Aunque los esquejes de madera dura suelen ser más resistentes no enraízan tan fácilmente como los de madera blanda.

Los esquejes de madera blanda se toman en primavera, mientras que los de madera dura se toman en otoño. Ambos se cuidan de la misma manera.

Para cultivar cualquiera de las dos opciones, necesitarás unas tijeras afiladas, una maceta pequeña y una tierra rica que drene bien. A continuación, sigue estos pasos:

Con unas tijeras afiladas, corta una pequeña rama de unos 15 cm de largo. Corta por debajo de un nudo.

Elimina las hojas inferiores y haz un corte trasversal en la punta para facilitar el crecimiento de raíces.

Plántalo con cuidado en una tierra rica y con buen drenaje, entierra la punta unos 2 o 3 cm.

Coloca la maceta en una zona cálida y soleada. Mantén la tierra siempre húmeda.

Las raíces deberían formarse en uno o dos meses. Te darás cuenta cuando está listo para ser trasplantado cuando comiencen a crecer hojas nuevas.

Semillas

Necesitarás un lugar soleado, una tierra húmeda y rica, y macetas pequeñas, sigue estas instrucciones:

Llena las macetas pequeñas con tierra rica, húmeda y que drene bien.

Planta unas cuantas semillas en cada maceta, presionándolas suavemente sobre la tierra.

Coloca las macetas en un lugar soleado y cálido y mantén la tierra húmeda, regándola regularmente.

La germinación debería producirse en pocas semanas.

Una vez que las plántulas tengan varios centímetros de altura, puedes trasplantarlas al jardín, pero espera a que pase todo riesgo de heladas.

Cómo plantar y trasplantar abelia

Lo mejor es plantar estos arbustos a principios de la primavera o a principios del otoño, cuando las temperaturas son suaves.

Elige un lugar con mucho sol y un suelo rico y con buen drenaje. Planta la abelia en un agujero que sea el doble de ancho que la estructura de las raíces y que permita que la parte superior del sistema radicular esté ligeramente por encima del suelo.

Si quieres cultivar abelia en maceta asegúrate de elegir una con agujeros de drenaje adecuados.

Lo mejor es elegir una maceta que permita a la planta crecer cómodamente durante unos años antes de tener que volver a plantarla. Para ello, consigue una maceta grande de más de 10 litros.

A continuación, añade abundante tierra rica en compost, para quitar la planta de su maceta original afloja suavemente las raíces inclinando la planta de lado y dando golpecitos alrededor de la maceta.

Coloca la planta y cubre todas sus raíces con tierra, enseguida riega a fondo, mantenla siempre húmeda y coloca la maceta en un lugar soleado.

Si vas a cultivar abelia en suelo del jardín, elige un lugar que reciba al menos 6 horas de sol directo, y que el suelo drene bien, no le gusta los lugares donde el agua se acumula.

Condiciones ideales de cultivo para la Abelia

Una vez establecidas, las plantas de abelia son extremadamente fáciles de cuidar y requieren muy poco mantenimiento.

Luz

Las abelias pueden cultivarse tanto a pleno sol como en sombra parcial. Sin embargo, plantarlas en una zona a pleno sol fomentará unos colores de follaje más vibrantes y una floración saludable.

Las plantas que crecen en zonas con un calor intenso en verano se beneficiarán de un poco de sombra por la tarde.

Suelo

Aunque las plantas de abelia prosperan en suelos fértiles, con buen drenaje y húmedos, toleran diferentes condiciones de suelo.

Se recomienda enriquecer el suelo con compost antes de plantar, ya que estas plantas se desarrollan mejor en suelos ricos en materia orgánica.

Los niveles de pH del suelo deben ser ligeramente ácidos para un crecimiento óptimo.

Riego

Estas plantas de bajo mantenimiento toleran la sequía una vez establecidas. Sin embargo, se desarrollan mejor cuando se les proporciona un riego regular.

Especialmente durante los meses más calurosos del verano, debes planificar el riego de las abelias una o dos veces por semana para mantenerlas vivas y sanas.

Deja que la tierra empiece a secarse antes de volver a regar. Regar en profundidad y con poca frecuencia es mejor para las abelias que regar a la ligera y con regularidad.

Fertilizante

Los arbustos de Abelia se benefician de un suelo rico en materia orgánica. Añade compost anualmente (en otoño o primavera) para proporcionar los nutrientes necesarios y favorecer el drenaje adecuado del suelo.

Además, proporcionar a la planta un fertilizante para arbustos de liberación lenta a principios de la primavera dará a las abelias el impulso que necesitan para otro año de crecimiento.

Poda

La poda ocasional ayudará a mantener los arbustos de abelia con un aspecto limpio y un crecimiento fuerte.

Es mejor podar a finales del invierno o principios de la primavera para evitar podar los nuevos brotes o los botones florales. Elimina las ramas dañadas o muertas y poda la planta con la forma deseada.

No quites más de un tercio del arbusto. Algunas variedades producen brotes largos y finos del tronco o de las ramas que pueden eliminarse para conseguir un aspecto más limpio.

Otras variedades florecen en madera vieja, por lo que es mejor podarlas después de la floración.

Hibernación

Cuando se cultivan en sus zonas apropiadas, las abelias no requieren cuidados adicionales para sobrevivir al invierno.

Sin embargo, las plantas cultivadas en climas fríos pueden necesitar protección adicional contra los elementos y deben trasladarse a una zona protegida, como un invernadero o en el interior.

Problemas comunes con las Abelias

Las abelias son famosas por su facilidad de cuidado y por su experiencia de jardinería generalmente libre de problemas. Aun así, pueden aparecer problemas ocasionalmente.

Follaje grueso y sin flores

Las abelias suelen florecer sin necesidad de mucho esfuerzo. Sin embargo, si durante la época de floración una abelia tiene un follaje grueso y sano y no florece, el problema puede estar relacionado con la elección del abono.

Un abono con demasiado nitrógeno fomenta el crecimiento del follaje en lugar de la producción de flores. Cambia a un fertilizante con una mayor proporción de fósforo respecto al nitrógeno y al potasio.

Hojas amarillentas y aspecto enfermizo

Esto es un signo de exceso de agua, a menudo causado por un suelo empapado y mal drenado. La podredumbre de la raíz puede ser la culpable.

Si sospechas que la raíz está podrida, desentierra la planta con cuidado y corta las raíces o ramas infectadas.

Enmienda la tierra con material que drene bien, como arena y compost, y vuelve a plantar la abelia con cuidado. Deja que la tierra empiece a secarse antes de volver a regar.

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