“Explore 8 delightful succulents perfect for beginners, simple to grow and nurture. Uncover the joys of hassle-free gardening with these charming plants.”

Cultivar plantas suculentas puede no ser tan complicado como cultivar otras plantas, pero conseguir un pulgar verde sigue requiriendo tiempo y esfuerzo. Aquí tienes una lista de 8 suculentas para principiantes que requieren pocos conocimientos para su cuidado. Las suculentas incluidas en esta lista también suelen ser bastante fáciles de conseguir, por lo que no deberías tener muchos problemas para encontrarlas a nivel local.

1. Aloe o sábila (Aloe)

Probablemente conozcas bien la planta de aloe si alguna vez has sufrido una quemadura solar grave.

La savia de esta planta no sólo alivia las quemaduras solares, sino que la propia planta es una suculenta muy fácil de cultivar y una de las suculentas más populares para principiantes.

Hay muchísimas variedades de aloe para cultivar: con rayas de cebra, con motas y manchas, con una corona de hojas puntiagudas… lo que se te ocurra. Sea cual sea la variedad que elijas, tu alféizar lucirá a la última.

Las suculentas de aloe son muy fáciles de cuidar: proporciónales un lugar soleado, una maceta con buen drenaje y riégalas siempre que la tierra se seque. Estos pequeñines no son exigentes, y se desarrollarán y lucirán bonitos tanto si los cuidas bien como si tienes tendencia a descuidarlos.

2. Árbol de Jade (Crassula ovata)

Una de las suculentas más populares para principiantes, el árbol de jade viene en todo tipo de variedades interesantes. Puedes comprarlas como pequeñas plantas bebé o más grandes y maduras en su forma de árbol.

Como suculenta, tu planta de jade necesitará un suelo que drene bien, como una mezcla para cactus, y el lugar más soleado que puedas proporcionarle.

A las plantas de jade les gusta que la tierra se seque por completo entre riego y riego, pero no dejes de regarlas cuando llegue el momento. Es mucho mejor dar a tu planta de jade un buen remojo cuando lo necesita que darle pequeños sorbos de agua con más frecuencia.

Puedes encontrar variedades normales con hojas redondeadas, o variedades más singulares como la Crassula ovata ‘Hobbit’ o ‘Gollum’, que tienen unas extrañas hojas en forma de dedo.

3. Echeveria (Echeveria)

Esta suculenta clásica es una de las más comunes hoy en día. Las plantas Echeveria forman hermosas rosetas en todo tipo de colores, incluidos los pasteles.

El mayor problema al que se enfrentan los principiantes con las echeverias es el riego excesivo: se pudren si reciben demasiada agua. Para evitarlo, asegúrate de plantar la echeveria en un recipiente con un orificio de drenaje y rellénalo con una mezcla para macetas que drene bien, como la mezcla para cactus.

Riega tu echeveria sólo cuando la tierra se haya secado por completo; entonces podrás regarla en profundidad hasta que el agua salga por los orificios de drenaje inferiores.

La echeveria requiere más luz solar que la mayoría de las suculentas, así que ofrece a la suya el lugar más soleado que tengas. En invierno puede que necesites complementarla con una luz de cultivo. Cuando la echeveria no recibe suficiente luz, empieza a estirarse y a crecer en altura, perdiendo su forma de roseta compacta.

Aunque hay muchas variedades de echeveria disponibles, las más coloridas en tonos pastel suelen requerir más luz solar. Así que si cultivas la tuya en interior, procura cultivar echeverias en tonos verdes para aumentar tus posibilidades de éxito.

4. Planta cebra (Haworthiopsis attenuata)

La Planta cebra es la suculenta perfecta y fácil de cultivar para principiantes o para quienes se inician en el cultivo de plantas.

Estas suculentas puntiagudas vienen en todo tipo de variedades interesantes y son súper fáciles de cuidar. Crecen bien cuando se las descuida y pueden sobrevivir con cantidades mínimas de agua. Riega tu planta cebra siempre que la tierra se seque por completo.

Les gusta la luz solar indirecta, por lo que se sentirán a gusto cerca de una ventana, siempre que no les dé el sol directo todo el día.

Son de un verde brillante y vibrante, y algunas variedades tienen llamativas rayas y manchas. También son bastante comunes, por lo que no debería resultarte difícil encontrar una en una tienda de plantas o vivero local.

5. Boca de tigre (Faucaria tigrina)

Si lo que buscas es un tema de conversación, la suculenta Boca de Tigre puede ser la tuya. Basta con mirarla para ver de dónde viene su nombre: sus hojas parecen un puñado de pequeñas mandíbulas de tigre con afilados dientes puntiagudos. Es interesante a la vista y una de las suculentas más fáciles de cultivar para principiantes.

En otoño e invierno, la Boca de tigre también produce flores amarillas de hasta cinco centímetros de diámetro. Mantenla en una ventana luminosa con luz solar directa, necesitará al menos cuatro horas de sol directo cada día para producir flores.

Para cuidarla, plántala en una maceta con orificios de drenaje y tierra que drene bien, como una mezcla para cactus. Riega siempre que la tierra se seque por completo y en profundidad.

6. Cola de burro (Sedum morganianum)

La cola de burro es una suculenta muy divertida y fácil de cultivar que queda fantástica en una cesta colgante. Largas hebras de estas lujosas «colas» brotando de una cesta darán a tu hogar un toque de estilo y carácter.

Esta variedad de sedum es muy fácil de cultivar y propagar. Si alguna vez te ha apetecido plantar nuevas plantitas a partir de hojas caídas, ¡pruébalo con la cola de burro! Sólo tienes que arrancar una hoja y colocarla sobre la tierra de una maceta pequeña, manteniendo la tierra siempre húmeda. La hoja echará raíces y en unas semanas tendrás una nueva planta.

A la cola de burro le gusta la luz indirecta brillante o el sol parcial, así que colócala cerca de una ventana. También es importante que tenga un buen drenaje, así que plántala en una maceta con un orificio de drenaje y tierra para cactus.

No la riegues en exceso, o la cola de burro podría pudrirse. Deja que la tierra se seque por completo entre riego y riego, y riégala en profundidad.

7. Madre de miles (Kalanchoe delagoensis)

La variedad Madre de Miles de la suculenta kalanchoe es una planta facil e interesante de cultivar. También es capaz de soportar bastante negligencia y abuso, por lo que si eres principiante en el mundo de las suculentas esta planta es una gran elección.

La Madre de Miles, una suculenta perfecta para principiantes, será feliz siempre que le des tanta luz como sea posible y una maceta con buen drenaje. Asegúrate de plantar la tuya en una maceta con un orificio de drenaje y una mezcla para macetas que drene bien. Riega el kalanchoe cuando el primer centímetro de tierra esté seco al tacto.

Una advertencia: ¡ten cuidado si cultivas esta planta en el exterior! La suculenta Madre de Miles hace honor a su nombre: puede producir miles de pequeñas «plántulas» en los bordes de sus hojas. Con el tiempo, estas plantitas se desprenderán y empezarán a crecer en el suelo allí donde caigan.

8. Gasteria (Gasteria)

Esta planta también recibe el nombre de Lengua de Buey o Lengua de Vaca porque sus hojas se asemejan a la forma de una lengua. Sus flores se parecen al estómago, por lo que también recibe el nombre de Gasteria (Gaster significa estómago en latín).

Al igual que otras suculentas, crece en suelos de drenaje rápido y con luz solar brillante e indirecta.

No le gusta la humedad excesiva, así que no la riegues seguido, solo cuando la tierra se haya secado por completo, en invierno, generalmente se riega una vez al mes.

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