La lucha contra las plagas puede consumir mucho tiempo y energía, pero hay muchas formas no tóxicas de controlarlas desde el principio. Atrapar las plagas es la forma más fácil y eficaz de acabar con ellas antes de que se establezcan. Hay muchos productos comerciales que funcionan, pero pueden ser caros y, en mi opinión, no son mucho mejores que las versiones caseras. Sigue leyendo para aprender cómo hacer trampas caseras para plagas, proteger tu huerto y disfrutar de más tiempo y abundancia.
1. Trampas adhesivas para plagas de insectos diminutos
Algunas de las plagas más insidiosas del jardín -áfidos, escarabajos pulga, moscas blancas y trips- son tan pequeñas que pueden esconderse a plena vista. Esto no sería tan malo si no fueran capaces de arruinar hileras enteras de plantas de la noche a la mañana.
Las trampas adhesivas son la forma más eficaz de ahuyentar a estos pequeños monstruos. La clave para capturarlos es el color amarillo, que les resulta irresistible.
Puedes utilizar vasos de papel, platos, fichas, casi cualquier superficie flexible de color amarillo brillante.
Cubre la superficie con una fina capa de vaselina u otro recubrimiento pegajoso no tóxico y, a continuación, monta las trampas en cañas de bambú, vallas o estacas cerca del dosel de la planta.
Comprueba las trampas a diario y sustitúyelas en cuanto hayan recogido muchos insectos. Si las utilizas en un invernadero, colócalas en las zonas por las que entran las plagas: cerca de puertas y respiraderos.
2. Trampas para babosas y caracoles
Si tu jardín muestra signos de convertirse en un merendero nocturno, las babosas y los caracoles son las culpables más probables. Estas plagas se alimentan de los plantones, las flores ornamentales y las hojas tiernas de muchas hortalizas.
Las babosas, como muchos otros habitantes nocturnos, disfrutan bebiendo cerveza con los amigos, y así es como se las atrapa.
Coloca un plato poco profundo con unos dos centímetros de cerveza en el suelo, en una zona con mucho tráfico de babosas (donde veas daños y «rastros de caracoles») y déjalo toda la noche. Las babosas vendrán a beber y luego caerán dentro y se ahogarán.
Vacía la trampa a menudo y no te preocupes por desperdiciar buena cerveza: la más barata servirá perfectamente.
3. Trampas para barrenadores de la vid
Hay algo peor que ver un día una planta de calabaza exuberante y próspera y encontrarla marchita y triste al día siguiente? El barrenador de la calabaza es la pesadilla de muchos jardineros, pero hay una solución sencilla: una trampa amarilla.
Lo ideal es utilizar un recipiente amarillo ancho y poco profundo para atraer a las polillas del barrenador.
Debe llenarse de agua con unas gotas de jabón líquido para ayudar a atrapar a los insectos rompiendo la tensión superficial para atraparlos y ahogarlos. Las polillas barrenadoras vuelan durante el día y se identifican fácilmente por su distintiva coloración negra y naranja.
Incluso si las trampas no las atrapan a todas, te alertarán de su presencia para que puedas utilizar un medio secundario de control de plagas.
4. Trampas para tijeretas
Las tijeretas son pequeñas bestias escurridizas: rara vez se ven de día, pero sabrás que están ahí por su rastro de destrucción. Estas plagas son complicadas: pueden ser beneficiosas por su papel de «ingenieras sanitarias» que limpian insectos y plantas muertas y en descomposición. Pero cuando hay demasiadas, pueden causar daños a las plantas vivas, y es entonces cuando hay que empezar a atraparlas.
Una trampa para tijeretas puede ser tan sencilla como una lata de comida para gatos u otro recipiente poco profundo con una fina capa de aceite vegetal y un chorrito de salsa de soja en el fondo. Tira las trampas a diario hasta que ya no cojas ninguna tijereta.
No te preocupes si sacas las trampas y no pasa nada, ¡es una buena señal! Sólo tienes que mantenerlas fuera como sistema de aviso, alertándote de la presencia de plagas para que puedas actuar antes de que se conviertan en un problema.
5. Trampa de botella
Si tu jardín está lleno de insectos beneficiosos como abejas o crisopas y te preocupa atraparlos en una trampa abierta, hay un método alternativo que puedes utilizar. Utilizando una botella o jarra con agujeros hechos a medida del tamaño de tu objetivo, puedes eliminar las bajas de insectos beneficiosos del jardín.
Me resultó difícil hacer agujeros de tamaño exacto en mi endeble botella, así que probé varias técnicas:
- Llenarla de agua y congelarla antes de atacarla con un taladro eléctrico.
- Cortar la botella en dos partes y utilizar una perforadora para hacer agujeros.
- Calentar un pincho metálico con la llama de un quemador de estufa y luego fundir agujeros en la botella intacta.
El último método da los mejores resultados, con diferencia.
6. Protección contra gusanos cortadores
Si alguna vez has cuidado plantas de semillero en interior durante semanas o meses y luego te las han cortado a los pocos días de trasplantarlas, conoces el dolor del gusano cortador.
Esta plaga son larvas de ciertas polillas que se esconden en el suelo durante el día y salen por la noche para alimentarse. Esta amenaza casi invisible puede arrasar tus delicadas plántulas, deshaciendo de la noche a la mañana meses de cultivo. Pero puedes hacer algo al respecto.
Recoge rollos de papel de cocina y de papel higiénico durante todo el invierno. Corta los tubos en secciones de unos cinco centímetros de largo e introduce cada sección en la tierra alrededor de la plántula, de modo que sólo quede visible medio centímetro más o menos. Esto protegerá las plántulas y también se biodegradará a medida que la planta crezca.
Vale, puede que esto no sea exactamente una trampa, pero sigue siendo una forma estupenda de proteger las frágiles plántulas para que no las corten antes de que tengan una oportunidad en la vida.