“Tu maranta está perdiendo hojas, amarilleando y secándose? Descubre cómo salvarla”

La Maranta es una planta de interior pequeña con hermosas hojas y origen exótico. Desafortunadamente, a menudo, debido a un cuidado inadecuado, comienza a enfermar y a amarillear. Explicamos cómo cuidar adecuadamente la Maranta y combatir las enfermedades de sus hojas.

Maranta – Especies Esta hermosa flor con hojas moteadas no es fácil de cultivar, pero con el cuidado adecuado puede ser encantadora, especialmente con sus pequeñas flores que suelen aparecer una vez al año y durar varios días.

La Maranta es originaria de las regiones de América del Sur y Central, aunque en estado natural solo se encuentra en áreas de Brasil. Esta planta está adaptada únicamente a las condiciones de interior; si se deja en el jardín, se marchitará de inmediato. También se caracteriza por sus hojas de diversos colores.

En nuestro clima, las variedades más comunes son: Maranta leuconeura y sus dos variantes: ‘Tricolor’ y ‘Kerchoveana’, que se caracterizan por tener hojas verdes con nervios rojos (‘Tricolor’) o manchas marrones (‘Kerchoveana’).

Maranta – Enfermedades de las hojas Normalmente, el cuidado inadecuado, como el riego excesivo o la sequedad, hace que la Maranta se enferme. Las plantas no toleran la sequía, y cuando les falta humedad, sus hojas comienzan a secarse, amarillear y volverse marrones. Por otro lado, el exceso de riego también puede ser peligroso para la Maranta. Las raíces de la planta, constantemente expuestas al contacto con el agua estancada en la maceta, comienzan a pudrirse, lo que puede llevar a la muerte de toda la planta.

Cómo saber si la Maranta está enferma? A menudo se manifiesta de la siguiente manera:

  • Las hojas de la Maranta se vuelven amarillas y se secan.
  • Aparecen manchas marrones en las hojas de la Maranta.
  • La Maranta pierde color y deja caer sus hojas.

Las enfermedades más comunes que afectan a la Maranta incluyen:

  • Clorosis de las hojas de la Maranta: se manifiesta por el amarilleo de las hojas y la pérdida de color. Su causa puede ser la sobre-fertilización de la planta. Para prevenir esto, se debe enjuagar la tierra de la maceta con agua limpia para eliminar el exceso de nutrientes.
  • Podredumbre de la raíz de la Maranta: generalmente causada por un riego excesivo y el pudrimiento del sustrato. Para salvar la Maranta, simplemente transplántala a tierra fresca y permeable, proporciona un buen drenaje y riega con un fungicida.
  • Manchas en las hojas de la Maranta: se manifiestan por manchas marrones de varios centímetros en las hojas. Esta enfermedad se puede combatir rociando las hojas con un fungicida.
  • Podredumbre bacteriana de la Maranta: es la peor de las enfermedades que afectan a la Maranta. Se manifiesta con manchas marrones que primero cubren los tallos de la planta y luego se propagan a las hojas. Una Maranta afectada por la podredumbre bacteriana no se puede salvar. La planta debe ser eliminada para evitar que la enfermedad se propague a otras flores.

Cómo salvar una Maranta

En muchos casos, trasplantar la planta a tierra fresca puede ayudar a salvarla. Para hacerlo, debes sacar con mucho cuidado la planta de la maceta, sacudir las raíces del suelo y examinarlas detenidamente para ver en qué estado se encuentran. También debes asegurarte de que no haya plagas en el suelo. Elimina todas las hojas secas y las raíces podridas, dejando solo las plántulas sanas.

Prepara una maceta con tierra fresca. En el fondo, es esencial colocar una capa de drenaje. Para la tierra ligeramente ácida, puedes añadir un poco de arena y poliestireno para aflojarla y hacerla más permeable.

Durante el trasplante, también puedes dividir la Maranta en plántulas más pequeñas. Colócalas en la tierra y asegúrate de que estén firmemente plantadas. También puedes sostener la planta con un soporte de madera para ayudarla a crecer verticalmente.

Riega las plántulas con agua estancada o agua de lluvia y supervisa su crecimiento, regándolas con frecuencia y revisando la humedad del suelo y el estado de las hojas.

Cuidado de la Maranta

Cuando elijas un lugar adecuado para la Maranta, recuerda que el exceso de luz solar hará que pierda sus colores. Por lo tanto, es mejor colocar la maceta con la planta en un lugar semi sombreado. Además, la falta de humedad hace que las puntas de las hojas de la Maranta se sequen.

La Maranta es una planta que ama el aire cálido y húmedo, lo que está relacionado con su lugar de origen. En tales condiciones, tolera temperaturas de hasta 29°C, pero la temperatura promedio del aire en la habitación donde se encuentra la planta debe ser de alrededor de 20°C. La temperatura mínima tolerada es de 16-18°C.

Fertilización de la Maranta

Debemos fertilizar la planta de forma regular. Esto se hace desde abril hasta septiembre, al menos una o dos veces por semana. Para ello, utiliza una dosis que sea la mitad de la indicada en el envase. De esta manera, evitaremos quemar la planta. La Maranta se trasplanta una vez al año, lo cual es un procedimiento necesario.

Propagación de la Maranta

Podemos propagarla mediante división. Esta acción se realiza precisamente durante el trasplante. Con un cuchillo afilado, dividimos la planta madre en plántulas más pequeñas. Luego, trasplanta estas plántulas preparadas en macetas previamente preparadas con tierra.

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