Originarios de Sudáfrica, los Agapantos son plantas perennes de aspecto tan extravagante y exótico que es imposible no adorarlos. Son fáciles de cultivar y presentan unos vistosos racimos redondeados de flores de colores brillantes en tallos erguidos sobre grupos de hermosas hojas largas y brillantes. En este artículo veremos cómo propagar y cultivar agapanto y sus cuidados.
Lugar ideal para cultivar agapanto
Los agapantos prosperan a pleno sol y necesitan de 6 a 8 horas de luz solar al día. Sin embargo, les va mejor la sombra parcial en zonas de clima cálido.
Los agapantos se desarrollan mejor en suelos fértiles, húmedos y bien drenados. No muestran preferencia por el pH, excepto el Agapanthus africanus que prefiere un suelo ácido.
Si vas a cultivar agapantos en maceta, busca una que sea más ancha que profunda, no necesitan mucha profundidad pero si espacio para los costados.
Cómo plantar los rizomas de Agapanto
Plántalos en primavera, una vez que haya pasado todo el peligro de heladas y el suelo se haya calentado hasta los 10ºC.
Cava un agujero y planta tus rizomas a 5 cm de profundidad y a 30-45 cm de distancia. Esto les deja suficiente espacio para crecer, pero lo suficientemente cerca para ayudarse mutuamente a mantenerse erguidos.
Las plantas de agapanto se alimentan mucho y les va mejor el abono orgánico, asi que aprovecha agregar un poco a la tierra en el momento de la plantación.
Coloca los rizomas de Agapanto con los extremos puntiagudos hacia arriba. Cubre con tierra y riega según sea necesario.
En las zonas más frías, protege la planta con un mantillo grueso cubriendo el suelo alrededor de la zona de las raíces para protegerla del frío.
Cuidados posteriores
Riego
Riega regularmente durante el periodo de crecimiento para asegurar el éxito. A estas plantas les gusta mucho la humedad.
Una vez establecidas riega solo cuando veas que la tierra está muy seca, en verano unas tres veces por semana estará bien, y en invierno una vez cada dos semanas más o menos.
Alimento
Alimenta dos veces durante la temporada de crecimiento, una vez a principios de la primavera y otra vez dos meses después.
Evita fertilizar tus plantas de agapanto con abonos con alto contenido en nitrógeno; utiliza en su lugar un abono equilibrado como el 10-10-10 o el 5-5-5, o ligeramente más alto en fósforo que en nitrógeno.
Suspende cualquier tipo de abono a las plantas en maceta o en el suelo a finales del verano.
Poda
Eliminar las flores marchitas fomentará el nuevo crecimiento y evitará que la planta desperdicie energía en la producción de semillas. También evitará que las semillas se fijen en tu jardín.
Una vez terminada la floración, conserva las hojas para que la planta pueda reponer su energía en el bulbo para la floración del próximo verano.
Las hojas dan una carga de energía al bulbo a través de la fotosíntesis y para ello necesitan conservar sus hojas.
Cuando las hojas empiecen a amarillear, deja de ragar. Retira el follaje cuando se marchiten y mueran por completo.
No da flores
Las razones comunes por las que una planta de agapanto no florece son; demasiada sombra, clima frío o falta de protección en el invierno.
Pasar el invierno
La mayoría de las plantas de agapanto son resistentes al invierno en las zonas donde la temperatura no baja más allá de los cero grados Celsius, por lo que en estas zonas climáticas los rizomas se pueden dejar en el suelo.
Si vives en un área más fría y deseas guardar tus rizomas para el próximo verano, puedes desenterrarlos antes de la primera helada y pasarlos a una maceta para guardarlos en el interior de la casa.
Debe llevarse adentro y mantenerse en un lugar con mucha luz y con temperaturas en el rango 12-15 ° C. Durante el invierno, riega ligeramente.
El suelo debe mantenerse apenas húmedo, lo que significa que no se debe permitir que se seque como un hueso, hasta que reanuden su crecimiento activo en la primavera.