“Cómo evitar que una planta se marchite después de trasplantarla?”

Son muchos los factores que pueden contribuir al marchitamiento de una planta después de trasplantarla. Afortunadamente, existen algunos cuidados simples que pueden reducir el riesgo de que esto ocurra.

El marchitamiento de una planta después del trasplante puede deberse a daños en las raíces durante el proceso, o a un cambio repentino en las condiciones a las que la planta tiene dificultades para adaptarse.

Optimiza el cuidado de la planta antes y después del trasplante y ten mucho cuidado de no dañar las raíces para evitar el marchitamiento.

Daños en las raíces

Cuando trasplantas una planta, procura tocar las raíces lo menos posible. Esto depende del tipo de planta y de la situación, pero la mayoría de las raíces se dañan fácilmente tan pronto como se tocan.

Si la planta está “atrapada” en sus propias raíces, se beneficiará de aflojar el cepellón durante el trasplante. Esta operación ayudará a que las raíces crezcan mejor y se extiendan en la maceta, que idealmente debería ser más grande.

Cambio de sustrato

Ten mucho cuidado al elegir el nuevo sustrato. Aunque las plantas tienen diferentes necesidades, casi todas se adaptan fácilmente a las nuevas condiciones. Un cambio repentino y drástico en la composición del sustrato o en su pH causará daños en las raíces, y por lo tanto, un marchitamiento después del trasplante.

Elige un sustrato que sea similar al original y añade perlita o arena para mejorar el drenaje.

Falta de agua

Si la planta se marchita o se pudre inmediatamente después de trasplantarla, la causa podría ser un riego inadecuado o falta de agua.

Durante el trasplante, las raíces son temporalmente incapaces de absorber toda el agua que la planta necesita. Riega bien la planta en los días previos al trasplante para optimizar su hidratación durante todo el proceso.

Cómo evitar que la planta se marchite

Asegúrate de que la planta esté perfectamente sana antes de trasplantarla: tendrá muchas más probabilidades de sobrevivir.

Intenta entender cuáles son las mejores condiciones, en términos de sustrato y maceta, para trasplantar tu planta.

Asegúrate de que el nuevo sustrato esté libre de insectos o hongos.

Procura tener mucho cuidado al retirar la planta de su maceta. Lo ideal es hacerla deslizar sin golpearla ni dañar las raíces.

Cuidado de la planta después del trasplante

No realices ningún cambio brusco en el cuidado de la planta durante algunas semanas después de trasplantarla:

intenta mantener las mismas condiciones de luz y riego. Considera la posibilidad de controlar la temperatura alrededor de las plantas para asegurarte de que sea la ideal.

Evita fertilizar las plantas durante al menos 2 o 3 semanas antes de trasplantarlas.

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