Cerca de 18 tipos diferentes de plantas pertenecen al género de las buganvillas , todas originarias de América del Sur y todas ellas capaces de brindarnos un espectáculo único y maravilloso a través de su floración.
Estos arbustos trepadores pueden alcanzar los 12 metros de altura y, dependiendo del clima, pueden florecer durante todo el año. En un clima como el nuestro, florecen desde la primavera hasta finales de otoño.
Al contrario de lo que pueda parecer, las flores de la buganvilla son pequeñas y blancas, rodeadas de brácteas que toman diferentes colores y tienen una consistencia similar al papel.
La buganvilla necesita pleno sol para florecer correctamente. Por esta razón, esta especie no debe tratarse como un bonsái de interior.
El bonsái de buganvilla debe protegerse de las heladas y el viento. En cualquier caso, no te alarmes si la planta pierde sus hojas durante los meses de frío: forma parte de su ciclo vital.
Tierra para macetas para buganvillas bonsai
Las buganvillas tienen un sistema de raíces muy delgado y sensible, y por lo tanto es esencial utilizar una tierra para macetas porosa y ácida.
Puedes elegir una solución compuesta por akadama y agregar un 30% de kiryzuna o kanuma.
Regar el bonsái de buganvillas
Riegue cuando la capa superior del suelo comience a secarse. Es importante mantener húmeda la tierra para macetas, pero evitar el encharcamiento.
Recuerda utilizar agua de ósmosis inversa, ya que la presencia de sales disueltas en el agua podría cambiar el pH del suelo.
Pellizcar y podar el bonsái de buganvillas
Las buganvillas son arbustos trepadores y, por lo tanto, tienden a formar brotes en las puntas, que a su vez sirven para adherirse a otros árboles.
Para formar la estructura del bonsái, pellizca los ácidos más intensamente, para poder repartir la “fuerza” a las ramas inferiores. Realizar pellizcos después de la floración.
Se recomienda podar a dos yemas para fortalecer la planta y estimular el crecimiento de nuevas ramas directamente del viejo tronco.
Cableado de bonsái
No se recomienda alambrar en exceso un bonsái de buganvilla, ya que sus ramas se rompen con facilidad o pueden secarse a causa del alambre.
De cualquier manera, haz esto en brotes que aún estén tiernos para dar dirección a su crecimiento.