La planta de albahaca del supermercado se seca tan pronto como llega a casa: la razón está ahí y es bueno tomar medidas inmediatas.
No hace falta dar la vuelta, la planta de albahaca es la más presente en jardines, huertos y en el hogar. Su aroma embriagador le da un toque extraordinario y su color verde brillante embellece cualquier ambiente. A menudo y voluntariamente, la plántula comprada en el supermercado una vez que llega a casa se ve muy seca. ¿Qué le sucede durante el viaje y por qué se seca? Los viveristas explican las causas de este cambio repentino.
La albahaca es una planta aromática que nunca falla en las cocinas italianas, el símbolo perfecto del Made in Italy en el mundo. Ingrediente único para la tradición culinaria, con su toque de aroma y sabor que se extiende en todo tipo de platos. Cuando compras una plántula en el supermercado, aquí está esta seca una vez que llegues a casa.
Las plantas compradas en un supermercado – dicen los expertos en el campo – se estudian con el fin de durar poco tiempo. Una estrategia de marketing que lleva al consumidor a tener que comprar otra al cabo de muy poco tiempo. Los propios viveristas invitan a los consumidores a comprar las plantas y flores a expertos, aconsejando sin embargo algunos movimientos para la recuperación de la plántula.
De hecho, la albahaca en sí no requiere cuidados específicos y es una planta adecuada incluso para aquellos que no tienen un buen pulgar verde. Las causas que conducen a un cambio drástico no son atribuibles al consumidor, sino a una serie de factores externos.
Cuando la planta de albahaca se compra en el supermercado, la mayoría de las veces tiende a secarse una vez en el automóvil o en casa. Es probable que la planta pasara muchos días en contacto directo con la luz artificial y con una temperatura correcta y controlada. La transición a la luz natural y un rango de temperatura para la planta no es positiva, por lo que tiende a secarse y en algunos casos muere.
El consejo es hacerla recuperarse del shock, tratando de mantenerla en casa cerca de una ventana. La planta debe tener tiempo para adaptarse al nuevo ambiente y temperatura.
Atención también al riego, de hecho, el suelo siempre debe estar hidratado. También es posible que las plántulas no hayan sido hidratadas adecuadamente: una vez en casa tendrás que dar agua alterna, para rehidratar pero no todas a la vez.
La albahaca del supermercado también se puede trasplantar a otra maceta, pero es importante que el suelo sea fértil y no compacto. Luego eliges un producto para fertilizar a base de nitrógeno, incluso mejor si es líquido. La planta se puede recuperar con pequeños y sencillos gestos, que son óptimos para su readaptación.