Kalamondin (Citrofortunella microcarpa) es en realidad un híbrido entre la mandarina ácida y el kumquat. Por lo tanto, no se trata de una naranja clásica del tamaño de un puño, como las que comúnmente se compran en las tiendas. Sin embargo, si el tamaño de los frutos no es una preocupación para usted y prefiere un cultivo sencillo y una abundante cosecha incluso en condiciones normales de un hogar o apartamento, entonces no dude en adquirirlo. No requiere demasiado para su satisfacción.
Híbrido del sudeste asiático
Si vamos a ser precisos, podríamos decir que el kalamondin se creó mediante el cruce del kumquat japonés (Fortunella japonica) con la mandarina (Citrus reticulata) en viveros del sudeste asiático. El objetivo era obtener un árbol cítrico resistente que produjera frutos prácticamente en cualquier condición. No es de extrañar, entonces, que los entusiastas de los cítricos de prácticamente todos los países del mundo lo hayan adoptado.
Cómo cultivar kalamondin en casa
Al cultivarlo en un apartamento, el kalamondin puede alcanzar una altura de hasta 2,5 m (más comúnmente, 1,5 m). Sin embargo, incluso los árboles de un tercio de ese tamaño producen abundantemente con el cuidado adecuado, y los frutos cosechados se pueden consumir tanto crudos como procesados. Las hojas de color verde oscuro con bordes pronunciados son además muy decorativas incluso cuando la planta no está floreciendo ni dando frutos. Para su satisfacción, el kalamondin necesita principalmente un lugar soleado y cálido.
Por lo tanto, lo mejor es colocar la maceta en el alféizar de la ventana orientado al sur. En verano, también se puede trasladar el árbol a un balcón o terraza. ¿Y qué tipo de sustrato utilizar? Olvídese del sustrato común para plantas de interior. Le conviene mucho más usar una tierra especialmente preparada para cítricos, o bien, una mezcla de tierra preparada por usted mismo.
Para esto, necesitará:
1 parte de tierra arcillosa,
2 partes de compost y turba
y un poco de arena gruesa para aireación.
Las hojas como indicador de problemas
La salud de su kalamondin se puede evaluar mejor observando el aspecto de sus hojas. Un color verde oscuro sin manchas claras representa el óptimo. Por el contrario, un aspecto pálido u otro aspecto anormal señala posibles problemas. Lo más común es un exceso de humedad en el sustrato o una temperatura demasiado baja durante la temporada de crecimiento. Las temperaturas por debajo de los 5 °C pueden provocar enrojecimiento de las hojas y, posteriormente, su caída.
Por lo tanto, en invierno, la maceta con kalamondin siempre debe estar ubicada en un lugar luminoso, donde la temperatura oscile alrededor de los 15 °C. También es necesario reducir el riego. En general, desde marzo hasta octubre, los cítricos deben regarse cada 2 o 3 días según sea necesario, pero en días excepcionalmente calurosos se puede regar diariamente. En invierno, por otro lado, es necesario reducir el riego solo para que el sustrato nunca se seque completamente.
Kalamondin – datos interesantes en resumen
Los frutos de kalamondin se caracterizan por tener una pulpa más bien ácida y una cáscara ligeramente dulce. Sin embargo, en general tienen un sabor fresco y la cáscara se puede utilizar en postres. Durante el período de floración (que a menudo puede ser casi todo el año), el kalamondin requiere fertilizante para cítricos aplicado dos veces al mes. Además, sus flores tienen un aroma muy agradable, por lo que fácilmente pueden reemplazar un ambientador. Y si desea darle una forma hermosa, no tema podarlo al menos en un tercio cada dos años.