“Cómo Cultivar Maracuyá desde Semillas y Esquejes”.

Características del Maracuyá

El maracuyá es una planta trepadora muy vigorosa y de rápido crecimiento. Es una planta originaria de Sudamérica, típica de regiones tropicales y subtropicales.

Existen dos variedades principales de maracuyá: la maracuyá púrpura (Passiflora edulis) y la maracuyá dorada (Passiflora edulis f. flavicarpa).

La maracuyá púrpura suele ser más dulce que la dorada, aunque esta última es ligeramente más grande y ácida.

Cultivar Maracuyá a partir de Semillas

El maracuyá puede cultivarse fácilmente a partir de semillas obtenidas de frutas maduras compradas en tiendas. La mejor época para sembrar maracuyá es en primavera, una vez que hayan pasado los riesgos de heladas.

Para ello, se deben extraer las semillas de la fruta madura y plantarlas lo antes posible. Se pueden sembrar en almácigos, macetas individuales o directamente en el suelo del jardín.

Previamente, se debe preparar el terreno aflojando la tierra y añadiendo compost o abono orgánico. Luego, se siembran las semillas a una profundidad de unos 2 cm, colocando varias ya que no todas germinarán.

Después, se riega abundantemente evitando encharcar el suelo y se mantiene la humedad hasta que las semillas empiecen a brotar, reduciendo el riego una vez que lo hagan, siendo suficiente cada dos días.

Las semillas germinarán en aproximadamente diez o veinte días, aunque las más antiguas pueden tardar más de un mes.

Cuando las plántulas alcancen entre 10 y 20 cm de altura, se pueden trasplantar. Si se opta por cultivar maracuyá en macetas, es recomendable utilizar una de al menos 20 litros de capacidad.

Propagación del Maracuyá a partir de Esquejes

Para propagar una planta de maracuyá a partir de esquejes, se cortan durante la temporada de crecimiento, preferiblemente en primavera o verano, para que enraícen rápidamente.

Los esquejes de maracuyá pueden enraizarse en agua, aunque es mejor hacerlo directamente en el suelo para evitar que se pudran.

Se eligen ramas de unos 10 cm de longitud, cortándolas lo más cerca posible del tallo principal. Se retiran algunas hojas, especialmente las inferiores, se realiza un corte transversal de 1 cm en la base y se colocan en una maceta con tierra y un poco de abono.

Los esquejes se dejan a la sombra pero con luz indirecta y se mantiene la humedad del sustrato. Una vez que comienzan a crecer nuevas hojas, pueden ser trasplantados a una maceta más grande o al jardín.

Trasplantar y Cultivar Maracuyá

El mejor momento para plantar una planta de maracuyá en exterior es en primavera.

Para ello, se cava un hoyo el doble del tamaño del cepellón, se añade compost o estiércol de gallina y se mezcla bien con la tierra.

La planta se saca con cuidado de su maceta y se coloca en el hoyo, cubriendo bien las raíces con tierra y presionando suavemente el suelo alrededor de la planta.

Finalmente, se riega abundantemente sin encharcar y se cubren los pies de la planta con mantillo para proteger el suelo del sol.

Se recomienda realizar el trasplante en horas de la tarde para evitar el estrés en la planta y favorecer la recuperación de sus raíces.

Cosechar Maracuyá

Las flores del maracuyá tienen tanto partes masculinas como femeninas, lo que significa que solo se necesita una planta para producir frutos.

La planta florece de primavera a otoño y los frutos maduran en diferentes colores según la variedad.

La planta de maracuyá puede tardar de 12 a 18 meses en producir frutos, aunque en climas más cálidos madura más rápido.

Los frutos maduros caen al suelo y no se pudren ni son consumidos por insectos o aves. Por tanto, para cosechar maracuyá se espera a que los frutos caigan o estén a punto de hacerlo.

Cuidados del Maracuyá

Luz

El maracuyá requiere un lugar soleado y resguardado. Las heladas pueden dañar la parte superior de la vid, pero las raíces volverán a brotar.

Es crucial que la planta reciba luz solar directa en la mayor medida posible.

Suelo

El maracuyá prospera en suelos sanos, ricos en nutrientes y con buen drenaje, que cuenten con lombrices y microbios beneficiosos. Los suelos muy arcillosos pueden propiciar la putrefacción de las raíces y enfermedades de marchitez.

Un exceso de abono con alto contenido en nitrógeno puede provocar la caída de las flores.

Abono

El maracuyá tiene un apetito considerable. Se debe abonar desde la primavera hasta el otoño.

Los abonos recomendados incluyen alimentos cítricos, estiércol de pollo, compost, estiércol de vaca maduro, sangre y huesos, y potasa. Se esparce el abono alrededor de la base del tallo, a unos 20 cm de distancia del tallo principal. Se riega las plantas antes y después de fertilizar.

Un exceso de nitrógeno puede ocasionar un crecimiento excesivo de hojas, pero pocos frutos. La deficiencia de hierro y nitrógeno en el suelo puede provocar que las hojas de la planta de maracuyá se vuelvan amarillas.

Riego

Se debe regar regularmente en todo momento. Se aplica más agua durante la fructificación, especialmente si el clima es muy seco.

Colocación de soportes para las ramas

El maracuyá puede crecer vigorosamente hasta alcanzar los 9 o 10 metros, por lo que necesita algo para trepar. Es esencial colocar las vides en un enrejado resistente que facilite la cosecha de la fruta.

Se debe construir un enrejado robusto; de lo contrario, la vid podría adueñarse de una valla cercana, un tanque de agua, un árbol u otros elementos, lo que dificultaría su cosecha y control.

Problemas en el cultivo de maracuyá

Ausencia de flores

El exceso de nitrógeno en el suelo es la causa más común de la falta de floración, ya que el nitrógeno promueve principalmente el crecimiento vegetativo.

Flores pero no frutos

Si hay flores pero no frutos, puede indicar que las flores no están siendo polinizadas debido a la falta de abejas. Sin polinización, no hay frutos. Las flores de maracuyá no se polinizan por el viento.

Se puede intentar polinizar las flores manualmente con un pequeño pincel seco o un bastoncillo de algodón por la mañana. También es útil plantar flores como lavanda o caléndula cerca de la vid para atraer más abejas que ayuden en la polinización.

Plagas

El saltamontes del maracuyá puede atacar las vides y hacer caer los frutos o las flores. Estos pueden ser tratados con un insecticida a base de piretrina.

La cochinilla algodonosa también puede atacar las vides; se puede utilizar un aceite hortícola en aerosol, como el aceite de neem, para controlarla.

Las vides de maracuyá injertadas en portainjertos resistentes son menos susceptibles a enfermedades y plagas.

Poda de las vides de maracuyá

Es posible que se deba eliminar el crecimiento excesivo de la planta de maracuyá o mantenerlo bajo control.

Una poda severa de la vid, aproximadamente un tercio de su longitud, fomentará un crecimiento vigoroso. El mejor momento para podar es a finales de invierno o principios de primavera.

Es importante tener en cuenta que las vides de maracuyá pueden morir en invierno o durante los meses más fríos, pero volverán a crecer en primavera. Sin embargo, en climas tropicales, es poco probable que mueran.

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