“Germinación y Cultivo Orgánico de Uvas”

Germinar una semilla es una manera de comprender mejor el funcionamiento de la naturaleza, y esto es válido tanto para adultos como para niños. Para lograr la germinación de una semilla de uva, solo es necesario seguir algunos pasos que detallamos a continuación. En este artículo, exploraremos cómo sembrar semillas de uva y cómo cultivarlas de manera orgánica en la huerta o jardín. También abordaremos cómo y cuándo podar la vid y sus cuidados.

Cómo germinar semillas de uva

La uva es una fruta muy popular. Germinar una semilla de uva para tener una vid en tu jardín es una excelente manera de disfrutar abundantemente de esta fruta tan apreciada.

Selecciona la variedad de uva adecuada

Las llamadas “uvas de mesa” no son las mismas que se utilizan para hacer vino. Depende, por supuesto, de tus preferencias y de lo que esperes de la cosecha, pero en general, las uvas para consumo son Moscatel o Chasselas (uva blanca).

Depende de ti elegir la variedad de uva que más te convenga, pero ten en cuenta que si deseas optar por otra variedad que no sea una de estas dos, asegúrate de que tu suelo sea adecuado para su cultivo.

Cómo germinar una semilla de uva?

Una vez que hayas extraído las semillas de tus uvas y las hayas separado, puedes guardar al menos una docena de ellas para aumentar tus posibilidades de obtener una vid. Antes de comenzar el proceso de germinación, coloca las semillas en un recipiente con agua. Descarta las semillas que floten y guarda las que se hundan. Luego, enjuágalas con agua limpia y sécalas con un paño.

Coloca las semillas de uva en algodón

Toma una pequeña taza y coloca algodón en el fondo, de preferencia orgánico para evitar cualquier interacción negativa con residuos químicos. Humedece bien el algodón y coloca las semillas de uva sobre él. Cubre las semillas con otro trozo de algodón, previamente fragmentado para facilitar el crecimiento de las plántulas, y humedece nuevamente.

Realiza esta operación en varias tazas para evitar la propagación de hongos y reducir el riesgo de pérdida total.

Otra forma de germinar semillas de uva es colocarlas en una bolsa de turba en lugar de algodón, ya que la turba limita el desarrollo de hongos.

Ponlas en el refrigerador

Las semillas de uva tienen una envoltura que las rodea, la cual tiene un papel protector y reacciona según las estaciones y las condiciones externas, permitiendo o no la germinación de la plántula. En el caso de las semillas de uva, esta envoltura es bastante resistente y necesita recibir un estímulo. La manera más sencilla de hacerlo es colocar las semillas en la parte inferior del refrigerador durante 30 a 60 días, asegurándote de mantener el algodón siempre húmedo.

Finalmente, un estímulo de calor para las semillas

La mayoría de las veces, las semillas comenzarán a desarrollarse en el refrigerador, pero puede que tome un poco más de tiempo. Para acelerar el proceso, después de al menos dos meses, saca las semillas y colócalas a una temperatura de aproximadamente 20 grados en un lugar muy luminoso, pero no necesariamente expuesto directamente al sol, manteniendo el sustrato continuamente húmedo. Pronto comenzarán a aparecer las plántulas.

Plantación de las uvas germinadas en una maceta.

Las jóvenes plántulas que emergen después de 2 a 8 semanas son muy delicadas, especialmente porque aún no han sido sometidas a tensiones externas como el viento.

Comienza por plantarlas en una maceta de buen tamaño, idealmente con una altura de 30 centímetros, siendo el diámetro menos relevante. Utiliza tierra para macetas orgánica o una mezcla de tierra para macetas y la tierra donde crecerá tu futura vid, con pequeñas bolas de grava o arcilla en el fondo.

Con cuidado, toma las plántulas y entiérralas en un pequeño agujero previamente preparado en la tierra de la maceta. Inserta las plántulas solo dos centímetros dentro del agujero, cúbrelas con tierra y riégalas.

Del macetero al suelo Permite que tu planta de uva crezca hasta alcanzar entre 25 y 30 centímetros antes de trasplantarla al suelo en otoño.

Durante el invierno, protege la planta del frío; puedes hacerlo construyendo un techo con nylon transparente.

Prepara un agujero lo suficientemente grande (40 × 40 cm) con una pala y coloca un puñado de fertilizante orgánico o abono maduro en el fondo.

Asegúrate de encontrar un lugar con la máxima exposición solar y donde, al menos al principio, no haya demasiada competencia de otras plantas.

Necesitarás otros 4 años de paciencia antes de cosechar los primeros frutos, ¡pero qué alegría ver crecer una planta así gracias a tus cuidados!

Cuida tus viñas para obtener hermosas uvas. Promover la cosecha de uvas hermosas:

En invierno, remueve ligeramente el suelo y aplica fertilizante orgánico o abono maduro. En verano, cubre el suelo de tus viñedos con mantillo, tanto para limitar el crecimiento de malas hierbas como para proteger de la sequía y del sol. Para protegerlas de enfermedades, planta hierbas aromáticas junto a tus vides (lavanda, salvia, orégano…) como lo harías con las rosas. En términos generales, cuanto más promuevas la biodiversidad en tu jardín, menos expuesta estará tu vid a enfermedades.

Cómo podar la vid Es útil saber que las uvas aparecen en las ramas del año; en su primera sección, los extremos solo producen hojas y zarcillos.

En invierno, realiza la poda obligatoria:

Corta en la base las ramas del año anterior que han dado racimos de uva. Elimina las ramas débiles. Poda las ramas del año a 2 yemas. Quita los brotes basales (como con las rosas). También puede ser de interés leer: Cómo sembrar y cultivar un Olivo de manera orgánica.

En verano, opcionalmente, poda para obtener uvas aún más sabrosas:

Retira las ramitas que no llevan racimos. Poda las ramas muy vigorosas a 2 hojas después de los racimos. Aclara la vid eliminando algunos racimos extras, dejando solo 5 por rama. Quita las hojas que cubren los racimos para que reciban más luz solar.

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