Las azaleas son arbustos de bajo mantenimiento que recompensan a los jardineros con flores impresionantes. Cuando las azaleas están en flor, es difícil resistirse a la tentación de agregar una o varias a tu jardín. Estos arbustos espectaculares son fáciles de cultivar una vez que se comprenden sus necesidades básicas. En este artículo, te mostraremos cómo sembrar y cultivar azaleas fácilmente y cómo cuidarlas.
Cómo elegir azaleas
Existen miles de variedades de azaleas, demasiadas para enumerar. La mejor manera de seleccionar la más adecuada para tu jardín es considerar el espacio disponible.
Si tienes un jardín con poco espacio, busca variedades enanas o más pequeñas. Si tienes mucho espacio disponible, algunas de las variedades antiguas de Formosa son excelentes opciones.
Varias empresas ofrecen variedades que florecen varias veces al año. Algunas de ellas pueden llegar a ser bastante grandes, así que investiga antes de comprarlas.
Dónde cultivar azaleas
Aunque las azaleas suelen considerarse plantas de sombra, muchas variedades toleran el sol directo, e incluso algunas lo requieren. En climas del norte, donde el sol es menos intenso, las azaleas suelen preferir más exposición solar.
Selecciona un lugar con sol por la mañana y sombra por la tarde, o con sombra parcial. La exposición al sol durante todo el día puede estresar a las plantas y hacerlas más susceptibles a las plagas.
Las azaleas también requieren un suelo bien drenado y ácido. Es ideal verificar el pH del suelo con un kit de análisis de suelo. Si el pH es superior a 6.0, ajústalo aplicando sulfato de aluminio al suelo según las instrucciones del envase.
Cómo sembrar azaleas
Siembra las semillas en un lugar cálido o en un invernadero a finales del invierno o principios de primavera.
Coloca una o dos semillas por maceta a una profundidad de 1 cm y cúbrelas con tierra. Luego, riégalas con cuidado para no encharcar el suelo y déjalas en un lugar donde reciban sol, procurando mantener el suelo siempre húmedo.
Una vez que las plantas alcancen una altura de unos 10 cm, puedes trasplantarlas a una maceta más grande o directamente al suelo del jardín.
Plantar esquejes de azaleas
Puedes propagar azaleas a partir de esquejes de tallo. Para ello, selecciona ramas de aproximadamente 7 cm de los brotes inferiores de la planta madre en primavera. Retira las hojas de la parte inferior y haz un corte transversal en la base para facilitar el desarrollo de raíces.
Luego, con un lápiz, haz un agujero en la tierra para colocar el esqueje. Una vez colocado, presiona ligeramente el suelo para asegurarlo. Riégalo y déjalo a la sombra hasta que veas signos de crecimiento.
Una vez que los esquejes comiencen a producir nuevas hojas, puedes trasplantarlos a su lugar definitivo.
Cómo cultivar azaleas
El mejor momento para cultivar azaleas es a principios de otoño o en primavera, en un suelo franco o arenoso, húmedo y bien drenado.
Cava un hoyo de plantación que sea el doble de ancho y tan profundo como el cepellón (raíces) de la planta.
Saca la planta de su envase y colócala en el hoyo de plantación de forma que la parte superior del cepellón esté a la altura de la línea de tierra.
Rellena alrededor de la planta con la tierra que has retirado, mezclada en una proporción de 50:50 con compost. Esto proporcionará a las plantas una nutrición instantánea y las ayudará a desarrollar raíces fuertes.
Riega a fondo y extiende una capa de mantillo al pie de la planta, teniendo cuidado de no amontonarlo contra el tallo. Esto ayudará a mantener la humedad del suelo y protegerlo del sol.
La mayoría de las variedades son adecuadas para ser plantadas en macetas. Las formas de hoja grande prefieren la sombra ligera, mientras que las formas de hoja pequeña se desarrollan mejor a pleno sol.
Riego de las azaleas
Empapa la tierra a fondo dos o tres veces por semana durante los dos primeros meses después de la plantación. Puedes disminuir gradualmente la frecuencia de riego a medida que las plantas se arraiguen.
Después de tres o cuatro meses, regar en profundidad una vez por semana debería ser suficiente. Después de la primera temporada de crecimiento, las plantas no deberían necesitar agua adicional a menos que no haya llovido durante dos o más semanas.
Alimentación de las azaleas
Un mes después de la plantación, comienza a alimentar las azaleas con compost o abonos líquidos.
Continúa alimentando las azaleas hasta cuatro meses después. Fertiliza las azaleas establecidas a principios de la primavera y de nuevo 12 a 16 semanas después, para proporcionarles los nutrientes que necesitan para el año.
Esparce el abono por la zona debajo de los arbustos y unos 15 cm más allá de las puntas de las ramas; luego, riega bien toda la zona.
Poda de las azaleas
La poda no suele ser necesaria, excepto para mantener la forma o restringir el crecimiento excesivo.
Podar las azaleas para controlar su tamaño y forma
Si has seleccionado tipos de azalea que se adaptan bien al lugar donde crecen, no deberías tener que podar las azaleas con fuerza cada año. El mejor momento para podar las azaleas es la primavera, justo después de que florezcan.
Empieza por utilizar podadoras manuales para eliminar las ramas que sobresalgan mucho del resto del arbusto. Recórtalas hasta llegar a una rama principal.
A continuación, decide si necesitas acortar el arbusto. Para reducir significativamente el tamaño, recorta las ramas hasta un verticilo (círculo) de hojas más abajo en el arbusto.
Asegúrate siempre de podar de forma que la parte inferior del arbusto sea ligeramente más ancha que la superior, para que la luz del sol pueda llegar a todas las hojas.
Podar para renovar su crecimiento
Las azaleas viejas y crecidas, o las azaleas con el centro vacío, pueden rejuvenecerse con una poda dura.
La poda de renovación se realiza a finales del invierno o principios de la primavera, antes de la floración. (Tendrás que pasar un año sin flores cuando hagas esto).
Corta las plantas a 30 cm del suelo. Cuando las plantas comiencen a crecer de nuevo, poda los extremos del nuevo crecimiento a 15 cm para fomentar la ramificación.
Mantén siempre la tierra uniformemente húmeda y alimenta con compost después de la poda de renovación. A las plantas les cuesta mucho volver a crecer, y el alimento les dará un impulso.
Ten en cuenta que una poda excesivamente dura puede matar fácilmente a las azaleas. Si realmente necesitas podar con fuerza, recorta primero una o dos ramas para ver si surge un nuevo crecimiento en primavera.
Plagas y enfermedades
Las azaleas son propensas a los insectos y las enfermedades, como los ácaros, las cochinillas, las chinches y el oídio. Los signos visibles de los daños pueden ser manchas blancas en las hojas o el adelgazamiento de las ramas con manchas blancas.
El polvo de azufre comienza a matar inmediatamente al entrar en contacto y no daña las azaleas. Las personas y los animales domésticos pueden entrar en la zona una vez que el polvo se haya asentado.
Aplica una ligera capa de polvo con frecuencia para mantener tus azaleas sanas y libres de daños por insectos y enfermedades.
También puede ser de interés leer: Cómo sembrar y cultivar Petunias de manera orgánica.
El gorgojo de la vid es especialmente frecuente en las plantas cultivadas en contenedores. Si ves alguno de los gorgojos adultos o encuentras las larvas blancas en el suelo, aplica un control biológico para los gorgojos de la vid. De lo contrario, se extenderán fácilmente por el jardín dañando otras plantas.
La poda no suele ser necesaria, excepto para mantener la forma o restringir el crecimiento excesivo.
Podar las azaleas para controlar su tamaño y forma
Si has seleccionado tipos de azalea que se adaptan bien al lugar donde crecen, no deberías tener que podarlas con fuerza cada año. El mejor momento para podar las azaleas es la primavera, justo después de que florezcan.
Comienza utilizando podadoras manuales para eliminar las ramas que sobresalgan mucho del resto del arbusto. Recórtalas hasta llegar a una rama principal.
Luego, decide si necesitas acortar el arbusto. Para reducir significativamente el tamaño, recorta las ramas hasta un verticilo (círculo) de hojas más abajo en el arbusto.
Asegúrate siempre de podar de forma que la parte inferior del arbusto sea ligeramente más ancha que la superior, para que la luz del sol pueda llegar a todas las hojas.
Podar para renovar su crecimiento
Las azaleas viejas y crecidas, o las azaleas con el centro vacío, pueden rejuvenecerse con una poda dura.
La poda de renovación se realiza a finales del invierno o principios de la primavera, antes de la floración. (Tendrás que pasar un año sin flores cuando hagas esto).
Corta las plantas a 30 cm del suelo. Cuando las plantas comiencen a crecer de nuevo, poda los extremos del nuevo crecimiento a 15 cm para fomentar la ramificación.
Mantén siempre la tierra uniformemente húmeda y alimenta con compost después de la poda de renovación. A las plantas les cuesta mucho volver a crecer, y el alimento les dará un impulso.
Ten en cuenta que una poda excesivamente dura puede matar fácilmente a las azaleas. Si realmente necesitas podar con fuerza, recorta primero una o dos ramas para ver si surge un nuevo crecimiento en primavera.
Plagas y enfermedades
Las azaleas son propensas a los insectos y las enfermedades, como los ácaros, las cochinillas, las chinches y el oídio. Los signos visibles de los daños pueden ser manchas blancas en las hojas o el adelgazamiento de las ramas con manchas blancas.
El polvo de azufre comienza a matar inmediatamente al entrar en contacto y no daña las azaleas. Las personas y los animales domésticos pueden entrar en la zona una vez que el polvo se haya asentado.
Aplica una ligera capa de polvo con frecuencia para mantener tus azaleas sanas y libres de daños por insectos y enfermedades.
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El gorgojo de la vid es especialmente frecuente en las plantas cultivadas en contenedores. Si ves alguno de los gorgojos adultos o encuentras las larvas blancas en el suelo, aplica un control biológico para los gorgojos de la vid. De lo contrario, se extenderán fácilmente por el jardín dañando otras plantas.