Una dosis de jarabe casero es como un antibiótico para las orquídeas. Revive incluso a las plantas viejas al borde de la muerte.

Las orquídeas necesitan una variedad de nutrientes para su bienestar, los cuales pueden ser proporcionados incluso por un fertilizante doméstico bastante común hecho de varios ingredientes.

Las orquídeas del género Phalaenopsis, también conocidas como “mariposas”, son las más comunes en los hogares, a las que pueden acompañar orquídeas dendrobium o la orquídea tibetana Pleione. Sin embargo, en los alféizares también pueden crecer especies más exóticas y coloridas como la Cattleya dowiana de Costa Rica o el cymbidium. Y todas ellas pueden prosperar con un simple fertilizante casero.

Nutrición para tus orquídeas

Realmente no es necesario adquirir fertilizantes en las tiendas, al contrario. Si es posible, confía en fuentes caseras que nunca decepcionan. Cuál es entonces la receta comprobada para un fertilizante ideal para orquídeas? Solo necesitarás estos simples ingredientes:

  • 2 cucharaditas de azúcar granulado,
  • 1 cucharadita de miel,
  • 30 ml de agua
  • y el jugo de medio limón.

Mezcla todos los ingredientes. Primero vierte el azúcar granulado en un recipiente. Luego añade la cucharadita de miel y vierte el agua. A continuación, exprime el jugo del limón con cuidado y añádelo a los otros ingredientes. Finalmente, mezcla todo lo mejor posible para que el azúcar se disuelva.

Fertilizante para las hojas de las orquídeas

Sin embargo, si esperas que este fertilizante se aplique de manera clásica al tiesto, te equivocas. Por el contrario, es necesario remojar un paño adecuado en él y frotar todas las hojas de las orquídeas, tanto en la parte superior como en la inferior. Esta corteza es tan efectiva que solo necesitas repetirla una vez al mes y verás que incluso las orquídeas más desnutridas florecerán. Todo esto puede ser complementado con el riego adecuado: sumerge las orquídeas en agua reposada y deja que el exceso drene después de media hora.

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