Si estás buscando una planta atractiva que no requiera mucha atención durante su cultivo, considera la lengua de suegra (Sansevieria). Sus hojas se asemejan a largas espadas afiladas y están disponibles tanto en verde sólido como con variados patrones. Sin embargo, también pueden aparecer flores verdes o amarillas y blancas.
Los mayores errores ocurren al regar
La Sansevieria es una especie altamente adaptable que crece principalmente en desiertos. Por lo tanto, las plantas jóvenes y recién propagadas necesitan más riego, mientras que los ejemplares más viejos prefieren un sustrato más seco. Espera hasta que el suelo esté completamente seco antes de regar y luego usa solo lo necesario. Esto ayudará a mantener un sistema de raíces saludable y en buen desarrollo.
Suelo para la lengua de suegra
Prefiere un sustrato arenoso con un poco de turba. El suelo común para plantas de interior no será adecuado para la lengua de suegra; será mucho mejor si le proporcionas un sustrato para suculentas o si preparas tu propia mezcla. Además, fertiliza la planta una vez al mes durante la temporada de crecimiento.
Temperatura adecuada para la sansevieria
El acceso a la luz solar también es importante. La lengua de suegra puede tolerar tanto la luz solar directa como la luz parcial. Sin embargo, las temperaturas diurnas son mucho más importantes para su salud óptima y deben estar entre 14-29 °C. Por otro lado, no tolera bien las temperaturas por debajo de los 10 °C.
Cómo hacer florecer la lengua de suegra
Y cómo lograr que la planta florezca? Si la cultivas en condiciones óptimas, entonces solo necesitarás una cosa: edad suficiente. Por lo general, solo las plantas mayores de 10 años florecen. Deben estar en una maceta un poco más pequeña y recibir suficientes nutrientes. Desafortunadamente, no todas las plantas florecen, así que debes armarte de paciencia y estar preparado para el fracaso.
Curiosidades
En China, las personas plantan sansevierias alrededor de sus hogares para atraer la buena suerte y protegerse contra las malas energías. También son excelentes para colocar en dormitorios, ya que liberan más oxígeno durante la noche y menos dióxido de carbono que otras plantas de interior. Además, pueden eliminar una amplia gama de sustancias dañinas del aire, incluido el temido formaldehído.