Los orquídeas son muy populares y, a pesar de que parecen fáciles de cultivar, pueden presentar problemas. Uno de ellos se refiere a la marchitación de los capullos antes de florecer. Sin embargo, se puede prevenir este problema y disfrutar de hermosas flores. Descubre qué hacer para evitar que los capullos de orquídeas se marchiten.
Cuidado de las orquídeas en invierno Las orquídeas comienzan su periodo de hibernación en noviembre. Durante este tiempo, las plantas detienen su crecimiento, dejan de producir nuevas hojas y no desarrollan nuevos tallos ni raíces. Además, las orquídeas respiran menos y absorben menos nutrientes del suelo, lo que resulta en hojas más pálidas y menos brillantes.
La clave para el cuidado de las orquídeas en invierno es limitar el riego. Es preferible dejar que se sequen un poco que regar en exceso, ya que un exceso de agua puede provocar la putrefacción de las raíces. Además, estas plantas necesitan una gran cantidad de luz difusa para su desarrollo adecuado, por lo que es recomendable colocarlas en un alféizar orientado al sur durante el invierno.
En cuanto a la fertilización de las orquídeas, no se debe realizar en invierno, ya que la planta entra en un periodo de descanso. Sin embargo, hay una excepción: si la orquídea está debilitada, se debe fertilizar no más de una vez al mes.
Por qué se marchitan los capullos de orquídeas antes de florecer?
La mayor atracción de las orquídeas son sus hermosas flores. Sin embargo, a veces los capullos de orquídeas se marchitan antes de florecer. Puede haber varias razones para esto:
Transporte: Frecuentemente, los capullos de orquídeas se marchitan al llevarlas a casa desde la tienda. Después de la compra, quedan expuestas al estrés relacionado con el shock térmico, debilitando la planta.
Cambios: Las orquídeas no toleran bien los cambios, especialmente cuando se las traslada a otro lugar. Un cambio abrupto en la ubicación de cultivo en casa, como moverlas de una ventana a otro alféizar, mesa o cómoda, puede afectar negativamente su desarrollo. Además, cuando una orquídea comienza a formar capullos, no debe girarse en el alféizar donde se cultiva, ya que puede reaccionar negativamente a cambios en la dirección de la luz y su intensidad.
Riego incorrecto: Las orquídeas no toleran sustratos excesivamente húmedos ni permanecer en agua, por lo que un riego excesivo puede provocar enfermedades y la descomposición de la planta, llevando a la caída de capullos y flores.
Corrientes de aire y frío: Durante el cultivo de estas plantas, es importante recordar que no les gustan las temperaturas por debajo de 10 grados Celsius. Además, las corrientes de aire son perjudiciales para las orquídeas.
Frutas: Otra causa de la caída de capullos pueden ser las frutas. Durante su maduración, emiten una cantidad significativa de etileno, que también afecta a las plantas y acelera su envejecimiento. Por esta razón, se recomienda mantener las frutas lejos de las orquídeas.
Cómo evitar que los capullos de orquídeas se marchiten?
Si queremos prevenir la marchitación de los capullos de orquídeas, debemos asegurarnos de mantener una humedad adecuada en el aire. Esto es especialmente crucial en invierno cuando la calefacción está en funcionamiento, ya que las orquídeas prefieren obtener agua del aire.
Además, evitemos que la planta esté expuesta a corrientes de aire y no la coloquemos demasiado cerca de una ventana fría, ya que incluso el contacto de las hojas puede afectar su condición. Durante la ventilación de la vivienda, asegurémonos de que la orquídea no esté expuesta a corrientes de aire frío.
Adicionalmente, se recomienda utilizar un caldo de ajo para fortalecer las plantas. Se debe regar las orquídeas con este caldo una vez al mes. Para prepararlo, solo necesitamos agua y ajo. Dejamos tres dientes de ajo en remojo en agua durante uno o dos días. Luego retiramos el ajo y diluimos el caldo con agua a partes iguales.
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Cómo lograr que las orquídeas florezcan hermosamente?
La temperatura juega un papel crucial en el desarrollo y la floración de las orquídeas. Las orquídeas jóvenes se desarrollarán más rápido si se les proporciona una temperatura relativamente alta, alrededor de 20 grados Celsius durante el día y 25 grados Celsius en la noche. Esto favorecerá la floración hermosa de las orquídeas. Sin embargo, cuando las orquídeas comiencen a florecer regularmente, se deben proporcionar temperaturas más bajas y más variadas de vez en cuando.
Además, es mejor regar las orquídeas con agua de lluvia o agua suave. También es recomendable agregar ocasionalmente unas gotas de jugo de limón al agua, lo que le dará un pH ácido. Esto revitalizará las plantas y promoverá una floración más frecuente.
También es importante cuidar la fertilización adecuada de las orquídeas. Para ello, se pueden adquirir fertilizantes especiales para orquídeas, que revitalizarán la planta y promoverán una floración abundante. Sin embargo, como mencionamos anteriormente, se debe evitar fertilizar las orquídeas durante su período de crecimiento activo.