Cómo cultivar un sagú en condiciones domésticas.

Los sagúes a menudo se confunden con las palmas. De hecho, en algunos casos, pueden parecerse a ellas. Sin embargo, no son palmas, sino plantas que comparten similitudes en su estructura y muchas otras características con… los helechos. Los sagúes se pueden cultivar en casa siguiendo algunas reglas específicas. Conócelas y ponlas en práctica.

Sagú inclinado – Características En los hogares, el sagú inclinado (lat. Cycas revoluta) es la variedad más común. Ha sido cultivado en el mundo durante más de cien años, aunque existe desde hace más de tres mil años. Sus largas hojas plumosas son flexibles y ligeramente colgantes. Tienen un color verde oscuro y surgen de un tronco bajo, característico de esta especie, formando una elegante roseta. Las hojas en el penacho son gruesas, densas y afiladas en los extremos, mientras que las de la base se transforman en espinas. En condiciones domésticas, la planta alcanza aproximadamente 1 metro de altura, pero su ritmo de crecimiento es bastante lento. Las hojas que crecen en rosetas aparecen cada temporada o dos. El sagú florece solo en condiciones naturales.

Los sagúes tienen un sistema de raíces específico en el que viven y funcionan las cianobacterias. Gracias a la vida simbiótica con estos organismos, que tienen la capacidad de fijar nitrógeno del aire, esta planta se desenvuelve muy bien incluso cuando no se le proporciona fertilizantes.

Cuál es la mejor ubicación para el sagú?

La tierra adecuada para el sagú (cica) es una mezcla universal. Es aconsejable elegir una con añadido de arena gruesa para aflojarla y mejorar el acceso al aire. Si deseas crear tu propia mezcla de tierra, utiliza:

  • Tierra de hojas,
  • Tierra de musgo,
  • Arena.

Mezcla estos componentes en proporciones de 2:3:1. También es recomendable agregar un poco de carbón vegetal para reducir el riesgo de enfermedades fúngicas. En el fondo de la maceta, debe haber una capa gruesa de drenaje, que se puede hacer con grava o cerámica disponible en tiendas de jardinería.

Cambiar la maceta del sagú no es necesario cada temporada. El trasplante es necesario solo cuando las raíces comienzan a empujar la planta fuera de la maceta. Esto generalmente ocurre después de alrededor de 5 años de cultivo en casa. En este caso, elige macetas un poco más grandes, pero siempre planta el sagú a la misma profundidad que la última vez.

La planta se puede rejuvenecer, lo que te permite recuperar su apariencia fresca y agradable con el paso de los años. Para llevar a cabo este proceso, corta todas las hojas amarillas aproximadamente 2 cm desde la base, luego coloca la planta al sol intenso. Cuando aparezcan nuevas hojas después de unos días, vuelve a colocar la planta en el interior de la vivienda para evitar que se quemen por la luz solar demasiado intensa, a la que son sensibles.

La ubicación adecuada para el sagú en la vivienda debe tener en cuenta el acceso a la luz difusa de una ventana orientada al sur o al oeste. En la temporada de interior, la temperatura en la habitación no debe ser inferior a 18 °C, mientras que en invierno no debe ser inferior a 15 °C. Es importante destacar que el sagú no debe ser tocado y prefiere un espacio ventilado, lo que significa que no debe estar en un área de mucho tráfico.

El sagú se puede propagar tanto por brotes como mediante el entierro de troncos. También es posible propagar el sagú a partir de semillas, aunque cada uno de estos procesos es muy laborioso y lleva mucho tiempo. Las semillas sembradas pueden germinar en tan solo 2 semanas, pero a veces hay que esperar hasta medio año.

Cuidado del sagú inclinado Para que el sagú luzca lo mejor posible, debes cuidarlo adecuadamente. Para un cultivo adecuado, necesita un cuidado específico basado en varias cuestiones clave:

  1. El riego es una tarea de cuidado básica. El riego del sagú debe ser regular y abundante. No se permite que la planta se encharque, por lo que la mejor práctica es esperar hasta que la tierra en la maceta se seque un poco antes de volver a regar. En la práctica, esto generalmente significa un riego abundante cada 10 días. En invierno, riega el sagú aún menos. No olvides que el tronco es muy sensible al agua estancada, así que no riegues directamente sobre él.
  2. La pulverización del sagú es tan importante como el riego. A esta planta le encanta la humedad del aire. La humedad en su entorno no debe ser inferior al 50%. Por lo tanto, es bueno rociar el sagú cada pocos días con agua suave y solo por la mañana. El agua debe secarse antes de la noche para que la planta se mantenga en buenas condiciones. Además, recuerda limpiar regularmente la capa superior de las hojas del polvo poco estético con un paño húmedo.
  3. La fertilización del sagú es otra cuestión importante. Vale la pena hacerlo con fertilizantes líquidos. En el caso de fertilizantes orgánicos, aplícalos una vez por semana. Sin embargo, si decides utilizar fertilizante mineral, alimenta la planta no más de una vez al mes.
  4. El mencionado durante el proceso de rejuvenecimiento, el recorte del sagú, también es importante. Siempre es bueno hacerlo cuando alguna de las hojas se vuelva amarilla o se seque.

A qué plagas debe prestar especial atención en el sagú?

Prácticamente no hay enfermedades que afecten al sagú. Esta planta es robusta y, si parece estar en mal estado, generalmente se debe a un cuidado incorrecto o a la presencia de plagas. Una de las plagas más comunes es el ácaro tejedor, que suele aparecer en ambientes con poca humedad. Cuando estos ácaros atacan al sagú, las hojas de la planta comienzan a amarillear y, con el tiempo, se marchitan por completo. Si hay pocas plagas, simplemente lavar la planta bajo la ducha puede ser suficiente. Sin embargo, si se observa una infestación considerable, se recomienda el uso de insecticidas.

Otra visita indeseada es el pulgón blanco, que suele aparecer cuando la temperatura exterior es demasiado alta y la humedad del aire es baja. En las hojas de las plantas infectadas por pulgones blancos aparece un revestimiento grisáceo.

Si notas manchas grandes y marrones en las hojas del sagú, es probable que estés lidiando con cochinillas. Su presencia también provoca decoloración, secado y muerte de las hojas.

En cualquiera de estos casos, para ser eficaz, es necesario realizar la cantidad adecuada de tratamientos con insecticidas. De lo contrario, las plantas dejarán de desarrollarse rápidamente y comenzarán a morir.

Curiosidades sobre el sagú

Como único representante de la familia Cycadaceae, el sagú posee muchas características únicas, muchas de las cuales pueden no ser evidentes a simple vista. Sabías que:

  • El sagú generalmente es resistente a plagas y enfermedades, pero no tolera bien el exceso de agua.
  • Los sagúes surgieron justo después de las helechos y están más emparentados con ellos que con las palmas.
  • Son plantas dioicas, lo que significa que existen individuos tanto masculinos como femeninos.
  • En condiciones naturales, la planta alcanza una altura de 6 a 7 metros después de al menos 50 años de crecimiento.
  • Todas las partes de la planta son altamente tóxicas, especialmente las semillas y las hojas jóvenes, por lo que no se recomienda para dueños de mascotas.
  • Las semillas de sagú son pequeños frutos que se pueden consumir después de un procesamiento adecuado, a pesar de la presencia de toxinas.
  • En el pasado, se elaboraba pan a partir de las semillas de sagú.

El sagú es una de las plantas de interior más hermosas y se adapta perfectamente a la mayoría de las decoraciones del hogar. Por lo tanto, vale la pena prestar atención a esta planta al elegir plantas para cultivar en el interior del hogar.

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