El riego es una práctica fundamental en el cuidado de las plantas, pero a pesar de su aparente simplicidad, no es tan sencillo como parece. El exceso de riego y la falta de agua son las causas más comunes de la muerte de las plantas de interior. Cómo regar sin causar daño?
Cuánta agua debemos añadir?
Es preferible permitir que la planta se seque ligeramente antes que saturar las raíces con un exceso de agua. Sin embargo, lo mejor es familiarizarse con los requisitos de cada planta que tengamos. Podemos clasificarlas en tres grupos: aquellas que necesitan tierra constantemente húmeda, requiriendo riegos abundantes, incluso diarios; aquellas que solo necesitan riego una vez a la semana; y por último, aquellas que prefieren que la tierra se seque y solo necesitan agua una vez al mes.
Algunas plantas también necesitan ser rociadas en las hojas, especialmente aquellas que son originarias de climas tropicales. No obstante, no todas las plantas toleran este proceso. Para algunas especies, es esencial, mientras que para otras puede provocar pudrición y el desarrollo de enfermedades. Por lo tanto, es fundamental conocer los requisitos individuales de cada especie.
Cómo varía la necesidad de agua de las plantas a lo largo del año?
La cantidad de agua que debemos proporcionar depende de la temporada. La primavera y el verano son períodos de crecimiento intenso para las plantas, ya que desarrollan flores y producen nuevas hojas, por lo que es necesario un riego generoso. En otoño e invierno, las plantas entran en un período de reposo, por lo que podemos reducir la cantidad de agua que les suministramos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, durante la temporada de calefacción, el aire en nuestros hogares puede estar muy seco. Debemos asegurarnos de humidificarlo o rociar más a menudo las plantas que lo requieran.
Con qué debemos regar las plantas?
La respuesta podría parecer obvia: regamos las plantas con agua. Sin embargo, un error común es usar agua directamente del grifo, que en muchos casos es demasiado dura para la mayoría de las plantas. Si nos enfrentamos a este problema, debemos regar las plantas con agua hervida y enfriada. También podemos verter el agua en un recipiente plano y esperar un día hasta que los minerales se asienten en el fondo. Si el agua que sale de nuestros grifos es suave, es recomendable dejarla reposar para que el cloro se evapore.
A qué temperatura debería estar el agua de riego?
Dejar reposar el agua tiene otra ventaja: con el tiempo, adquiere la temperatura ambiente. Una temperatura del agua demasiado alta o demasiado baja puede causar un shock térmico a las plantas. Por lo tanto, después de llenar la regadera, es recomendable dejarla reposar al menos unas horas para que alcance una temperatura de 20-24 grados Celsius.
En qué tipo de maceta las plantas absorben mejor el agua?
La forma y el volumen de las macetas también deben adaptarse al tipo de planta. Las suculentas se plantarán en una maceta diferente que los helechos. Sin embargo, es recomendable elegir macetas con agujeros en la parte inferior para garantizar el drenaje del agua. Para estas macetas, también necesitaremos platillos. Si la planta está en una maceta de producción, también necesitaremos un revestimiento. Esto permite que el exceso de agua se drene hacia afuera, evitando el encharcamiento de las raíces. Podemos regar la planta abundantemente, asegurándonos de que el agua llegue a las capas inferiores de las raíces, y el exceso simplemente se drenará del platillo o el revestimiento.
La comunicación de las plantas con respecto al riego:
Cuando no estamos seguros de si estamos proporcionando el riego adecuado a una planta, observemos sus reacciones. Si las hojas comienzan a perder firmeza y a marchitarse, la planta necesita agua. Sin embargo, las hojas también pueden tener un aspecto similar debido a un exceso de riego. ¿Cómo distinguir entonces cuál es el problema que afecta a nuestra planta? El siguiente paso es verificar el estado del sustrato. Esto se puede hacer introduciendo el dedo en la tierra a una profundidad de unos centímetros. Si la tierra está seca, por supuesto, debemos regarla.
Cómo hacer frente al exceso de agua?
Tan pronto como notemos que las hojas comienzan a marchitarse y el sustrato está húmedo, saquemos la planta de la tierra y sacudamos las raíces. Si aparece pudrición en las raíces, límpialas suavemente y desinfecta, pero evita exprimir el exceso de agua. Luego, envuélvelas en un material absorbente de agua y déjalas secar en un lugar seco y sombreado. Finalmente, planta la planta en un sustrato fresco y ligeramente húmedo, en una maceta que permita el drenaje del exceso de agua.