Aloe armado, una planta popular que embellece los alféizares, no solo se presenta de manera atractiva, sino que también posee propiedades saludables que son efectivas en casos de quemaduras solares o irritaciones cutáneas. También es un cosmético natural y valioso. Su cultivo no es complicado y brinda mucha satisfacción.
En este artículo aprenderás:
- Qué tipo de tierra y ubicación prefiere el aloe armado.
- Cómo cuidar el aloe armado.
- Cómo trasplantar el aloe armado.
- Qué enfermedades afectan al aloe armado.
Aloe armado – Características
El aloe armado (Aloe ferox), en su entorno natural, se presenta como un árbol gigante que puede alcanzar hasta 5 metros de altura. En el cultivo en maceta, el suculento mantiene su forma arbórea, pero solo alcanza algunas decenas de centímetros de altura. Su nombre se debe a las espinas que crecen en toda la longitud de la planta y tienen un tono rojizo.
Las hojas del suculento son gruesas y rodean alternadamente el tallo. Se observa un ligero recubrimiento ceroso en ellas, que protege la planta de las quemaduras solares. Las hojas son relativamente gruesas y carnosas, conteniendo grandes cantidades de jugo. Curiosamente, la planta florece, pero en condiciones domésticas, es difícil que aparezcan flores. Principalmente se encuentran en su entorno natural, donde adquieren tonos rosados o blancos.
El aloe armado es apreciado por los cultivadores no solo por su atractiva apariencia y facilidad de cultivo, sino también por sus propiedades beneficiosas que pueden aprovecharse del gel.
Algunas personas recurren a él como apoyo para síntomas como:
- Eccema.
- Psoriasis.
- Alergias cutáneas.
- Problemas de acné.
Algunos también lo utilizan como parte de una dieta de desintoxicación o para la hidratación del cuerpo. Sin embargo, es seguro afirmar que con esta planta, se puede combinar la decoración del hogar con el cuidado de la salud propia.
Aloe armado – Tierra y ubicación
La tierra para el aloe armado debe ser rica en nutrientes pero al mismo tiempo suelta y permeable. La planta acumula reservas de agua en sus hojas carnosas, por lo que no se debe permitir el exceso de líquidos en la maceta. Lo mejor es optar por un sustrato diseñado para cactus y suculentas, y luego aflojarlo un poco con grava fina o perlita.
En el fondo de la maceta, es necesario crear una capa de drenaje de varios centímetros para proteger las raíces contra el encharcamiento. Para crearla, puedes utilizar cerámica expandida o arena fina, que debes colocar en la maceta antes de agregar el sustrato y el aloe.
En términos de ubicación, el aloe armado generalmente prefiere lugares soleados. Sin embargo, es importante recordar que las grandes hojas son relativamente sensibles a la exposición directa al sol y pueden quemarse fácilmente. Para evitarlo, es mejor no exponer la planta directamente a la luz y colocarla un poco más alejada de la ventana. El aloe se desarrolla bien en un alféizar orientado al este o incluso al norte.
En verano, el aloe armado puede cambiar de ubicación. Cuando hace calor, la planta puede decorar balcones o terrazas. Sin embargo, asegúrate de que no esté expuesta al viento o a un exceso de sol. También debes protegerla de la lluvia, ya que de lo contrario, se producirá el encharcamiento de la planta.
Aloe armado – Cuidados
En el cuidado del aloe armado, es crucial un riego moderado. Las suculentas toleran mejor la sequedad ligera que el exceso de riego, ya que sus órganos pueden almacenar agua, pero las raíces son muy sensibles al exceso de líquido.
El riego del aloe armado debe realizarse una vez cada dos semanas, sin proporcionar grandes cantidades de agua. La planta tolera mejor porciones más pequeñas suministradas regularmente. En invierno, debes regar el aloe cada 4-5 semanas y permitirle descansar.
Para ello, vale la pena trasladar la planta a un lugar más fresco, donde la temperatura no baje de 12°C. Durante este tiempo, no es necesario regar ni fertilizar el aloe. Gracias a esto, después de aproximadamente 6 semanas, cuando la planta regrese al alféizar, emitirá muchas hojas nuevas y deslumbrará con el color de sus espinas o hojas.
La fertilización del aloe armado durante el período de crecimiento (de primavera a otoño) debe realizarse una vez al mes. Puedes usar un fertilizante multiusos diluido o uno específico para suculentas y cactus. Sin embargo, si prefieres usar jugo de cactus para beber o en contacto con la piel en lugar de fertilizantes químicos, es recomendable elegir opciones ecológicas. En invierno, la fertilización del aloe armado debe suspenderse durante 6-8 semanas y reanudarse en primavera.
Trasplante del Aloe armado
La frecuencia del trasplante del Aloe armado depende de la edad de la planta. Los individuos jóvenes deben ser trasplantados cada año debido a su rápido agotamiento del suelo debido al crecimiento intenso del sistema de raíces. Por otro lado, los ejemplares más desarrollados no deben ser trasplantados con más frecuencia que una vez cada 3 años.
El trasplante del Aloe armado debe realizarse en primavera. Sin embargo, si la planta se riega en exceso, se debe trasladar inmediatamente a un sustrato seco, sin importar la época del año. Durante el cambio de tierra, recuerda:
- Dejar que la planta se seque ligeramente para facilitar el traslado a la nueva maceta sin dañar las delicadas raíces.
- Elegir una maceta ancha en lugar de alta (el Aloe se expande lateralmente).
- Asegurarse de que haya un sistema de drenaje en la maceta.
- Preparar una capa de drenaje en la maceta.
Generalmente, la planta no tiene problemas de adaptación después del trasplante, pero durante los primeros días evita exponerla demasiado a la luz solar directa para prevenir quemaduras en las hojas.
Aloe armado — Propagación
El momento del trasplante es ideal para propagar el Aloe armado. Puedes hacerlo de dos maneras:
- A través de los brotes de las raíces.
- Mediante los brotes jóvenes.
Los esquejes de los brotes deben cortarse y dejarse secar durante al menos un día para que se sequen ligeramente. Luego, los esquejes se pueden colocar directamente en agua o en un sustrato húmedo y permeable. Después de aproximadamente 14 días, el Aloe debería desarrollar raíces.
También puedes desentrañar ligeramente la masa de raíces y extraer un esqueje que ya esté enraizado. Es mejor elegir aquellos que estén relativamente cerca de la planta madre, ya que esto indica que son jóvenes y es más probable que la propagación tenga éxito.
Aloe armado — Enfermedades
En general, el Aloe es resistente a las enfermedades, pero a menudo estas afectan a las plantas que no reciben el cuidado adecuado. El exceso de agua es especialmente peligroso. El deterioro de las raíces se manifiesta en la pérdida de hojas, cambio de color a amarillo o marrón, y pérdida de elasticidad en las hojas.
A veces, las enfermedades del Aloe armado están relacionadas con la infestación de ácaros o pulgones. Los ácaros suelen aparecer cuando la planta está deshidratada, mientras que los pulgones ingresan al hogar a través de la ventilación o las ventanas. Para deshacerse de ellos, se recomienda realizar un tratamiento químico. Después de eso, vigila la planta para asegurarte de que los enemigos hayan sido eliminados por completo.
El Aloe armado es un suculento atractivo cuyo cultivo brinda mucha satisfacción. Puede dejarse sin regar durante varias semanas y seguir siendo atractivo. Debido a sus propiedades saludables y su aspecto interesante, vale la pena tenerlo en el alféizar de la ventana.