El Zamioculcas es actualmente una de las plantas de interior favoritas y más populares que se encuentran en muchos hogares y oficinas. Se destaca por sus llamativas hojas brillantes que añaden encanto a cualquier espacio. Además, a menudo se le llama “la planta de hierro” debido a su capacidad para soportar incluso condiciones adversas. Sin embargo, en ocasiones, puede comenzar a marchitarse, perdiendo así su atractivo aspecto.
Cómo salvar a la Zamioculca?
En lugar de recurrir a fertilizantes costosos, puedes hacer una nutrición casera a base de vegetales populares. La Zamioculca rápidamente desarrollará numerosas hojas nuevas.
Cómo se ve una Zamioculca deshidratada?
Aunque los botánicos europeos conocían la Zamioculca en la primera mitad del siglo XIX, no gozaba de popularidad como planta de interior en ese entonces. Sin embargo, en la actualidad, se puede encontrar en casi todos los hogares y oficinas, donde sirve como una elegante decoración interior. Sus hojas carnosas y brillantes de un verde profundo son la principal atracción de la Zamioculca. Aunque es considerada una planta resistente debido a su durabilidad y requisitos de cultivo relativamente bajos, a veces empieza a marchitarse. Las hojas marchitas y arrugadas son signos de deshidratación en la Zamioculca.
Por qué se seca la Zamioculca y sus hojas se vuelven amarillas?
Es importante saber que esta planta tolera mejor la sequía que el exceso de agua. Gracias a su capacidad para almacenar agua en sus rizomas y hojas, no requiere riego frecuente. Es crucial recordar que un exceso de agua puede conducir a la descomposición de las raíces. Aunque la Zamioculca crece mejor en lugares luminosos o semi-sombreados, no debe estar expuesta a la luz solar directa, ya que esto puede causar quemaduras y manchas en las hojas. Además, no le gusta la corriente de aire ni cambios bruscos de temperatura, que pueden hacer que la planta amarille y se deteriore.
Cómo salvar a la Zamioculca?
Poción de ajo Si te preguntas qué hacer cuando tu Zamioculca comienza a marchitarse, en lugar de darla por perdida, utiliza un fertilizante económico y completamente natural.
Para prepararlo, necesitarás un vegetal popular: el ajo. En primer lugar, debes triturar tres dientes de ajo con un prensaajos (esto libera más componentes beneficiosos), o alternativamente, cortarlo muy finamente. Luego, agrega el ajo a un litro de agua y mezcla bien. Riega tu Zamioculca una vez al mes con esta nutrición preparada.
La poción de ajo se caracteriza por su alto contenido de minerales como hierro, potasio, cobre, magnesio, selenio y cromo. Esto revitalizará la Zamioculca y estimulará el crecimiento de nuevas hojas. Además, la nutrición a base de ajo previene el desarrollo de bacterias y hongos, lo que permite que la planta crezca rápida y saludablemente. No dudes en utilizar este sencillo fertilizante casero para convertir tu Zamioculca en una verdadera joya para tu hogar.