La menta es una de las plantas más aromáticas, caracterizada por un aroma delicado y refrescante. Además de su uso en la cocina para dar sabor a nuestros platos, esta planta puede aromatizar el ambiente. Cultiva la menta en una taza y disfruta de todos sus beneficios.
Para plantar menta en una taza, necesitarás: semillas de menta, agua, tierra vegetal, fertilizante, taladro, cinta adhesiva para paredes y una taza de cerámica lo suficientemente grande.
Cómo cultivar menta en una taza:
- Voltea la taza y pega 2 piezas de cinta adhesiva para marcar dónde hacer los agujeros. Estos asegurarán un buen drenaje.
- Prepara el compost y la tierra, luego colócalos en la taza.
- Coloca las semillas de menta en la tierra y cúbrelo con más tierra. No es necesario enterrar las semillas, solo añade una capa delgada de tierra encima.
- Espera hasta que las semillas se desarrollen.
- Riega solo cuando la tierra esté seca; recuerda que en un espacio pequeño como una taza, puede acumularse mucha humedad.
- Coloca la taza en un lugar luminoso por la mañana y sombreado por la tarde.
Beneficios de la menta:
- Cuidado de la piel: gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, la menta suaviza la piel y puede ser útil en el tratamiento del acné. Las hojas de menta contienen altos niveles de ácido salicílico, conocido por combatir el acné y las imperfecciones.
- Buena higiene oral: la menta inhibe el crecimiento bacteriano y limpia los depósitos de sarro en los dientes. Combate el mal aliento, manteniendo la boca y los dientes saludables. Por esta razón, la mayoría de los dentífricos tienen base de menta.
- Contra el estrés: el aroma de la menta es muy relajante y puede usarse en aromaterapia para combatir el estrés. Ayuda a relajar la mente y el cuerpo, y presenta propiedades que regulan los niveles de cortisol, asegurando una resistencia natural al estrés.
Cultiva tus plantas de menta en una taza para decorar y perfumar tu hogar, y disfruta de todos sus beneficios.