Entre las plantas más comunes en nuestros hogares se encuentra el clorofito. No es una planta difícil de cultivar, por lo que no requiere mucho mantenimiento y es perfecta incluso para los principiantes. Sin embargo, es posible que desees propagar y multiplicar tu clorofito, pero cómo hacerlo?
Técnicas de propagación y multiplicación del clorofito El clorofito a menudo se describe como una planta de interior capaz de purificar el aire y el entorno. Así que podrías querer colocar una planta de Chlorophytum comosum, su nombre científico, en cada habitación de la casa.

Para evitar tener que comprar nuevas plantas, puedes ahorrar un poco utilizando esta práctica y rápida técnica para multiplicarla rápidamente. Deberás esperar un poco para hacerlo.
En verano, cuando el clorofito (también conocido como falangio) florece, verás tallos largos con pequeñas flores blancas. Lo que nos interesa no son estas flores, sino los mechones de nuevas hojas de los cuales luego brotan las nuevas plantas.
Espera hasta el otoño y en octubre, si estos mechones de nuevas hojas se han desarrollado lo suficiente, deberás tomar tijeras afiladas y limpias (para evitar crear lesiones en la planta madre por las cuales podrían entrar gérmenes y parásitos) y cortar el tallo en la base. Luego corta los varios mechones de hojas, asegurándote de dejar un buen trozo de tallo para cada mechón.
Ahora tendrás que tomar frascos de vidrio transparente llenos de agua e insertar un solo tallo con su mechón. La base del tallo debe estar bien posicionada en el agua, pero las hojas deben permanecer secas.
Los frascos deben colocarse a la luz. Si has hecho todo correctamente, en un par de semanas deberían aparecer las primeras raíces. Espera pacientemente otras 2-3 semanas y cuando las raíces sean lo suficientemente numerosas y robustas, podrás trasplantar los tallos a una maceta (un tallo por maceta), utilizando tierra específica para plantas verdes. ¡Y listo!