Puede lograr esto con un sencillo truco de AGUA: las raíces de la orquídea se fortalecerán, y florecerá como nunca.

Este método no daña a la orquídea, al contrario, estimula la curación y la embellece aún más.
¡Es muy fácil y seguramente podrás hacerlo!
Las raíces de la orquídea se vuelven hermosas, verdes, jugosas, nutritivas y llenas de vida gracias a este procedimiento.
A continuación, te detallo los pasos a seguir:
- En primer lugar, deja de regar la orquídea durante 2 semanas para que las raíces se sequen.
- Después, sumerge la orquídea en agua durante 10 segundos.
- Retira el sustrato antiguo y enjuaga las raíces bajo agua corriente.
- Examina minuciosamente todas las raíces y corta sin dudar las partes secas, viejas, deterioradas y sin vida.
- Coloca la orquídea en un recipiente transparente de modo que todas las raíces restantes quepan.
- Fija la orquídea con palitos de madera colocados en cruz.
- Vierte agua en el fondo del recipiente, asegurándote de que solo las puntas de la orquídea se sumerjan en el agua.
- Deja la orquídea en un lugar luminoso y cálido.
- Cambia el agua cada 2 días durante la primera semana, y luego cada 5 días después de la primera semana.
- Continúa con este proceso hasta que la orquídea desarrolle nuevas raíces saludables.
- Cuando la orquídea tenga suficientes raíces nuevas y saludables, trasplántala a un sustrato adecuado.
- Después, sigue con el cuidado habitual y pronto serás recompensado con una hermosa floración.

¡Buena suerte!