El cuidado de las grosellas trae resultados fructíferos en la próxima temporada. Solo recuerda un principio básico.

El cultivo de arbustos de frutas como las grosellas brinda una gran satisfacción y produce deliciosas delicias que se pueden consumir frescas o utilizarse para hacer sabrosas conservas. Sin embargo, no se puede pasar por alto el cuidado de las plantas y una poda adecuada. Aplica esta regla de oro, y tus grosellas serán resistentes y menos propensas a enfermedades.

No hay nada mejor que disfrutar de frutas y verduras provenientes de tu propio jardín o terraza. Sin embargo, obtener una buena cosecha requiere dedicación y trabajo. En cuanto al cultivo de grosellas, no es especialmente difícil, pero es importante tener en cuenta algunas pautas de cuidado para que la planta se desarrolle bien y produzca frutos abundantes más adelante.

Cultivo de Grosellas: Recorta los arbustos y verás una gran diferencia

Como cualquier arbusto o árbol frutal, las grosellas necesitan podas regulares para desarrollarse adecuadamente y producir muchas frutas. Es un tratamiento básico que, aunque pueda sonar trivial, trae muchos beneficios, tanto para la planta como para nosotros. Un arbusto feliz significa muchas grosellas dulces para nosotros y nuestra familia. Esta regla se aplica a los arbustos que producen grosellas negras, blancas y rojas.

Podar las grosellas hace que la planta sea más resistente a las condiciones externas, diversas enfermedades e incluso a algunos insectos dañinos. Realizada correctamente, esta práctica tiene un gran impacto en la calidad y cantidad de la cosecha. La regla principal de la poda es el tiempo: generalmente se planifica para principios de la primavera (antes del inicio de la vegetación) o para la segunda mitad del verano (después de la cosecha). Es importante recordar que la poda en primavera puede tener efectos negativos, ya que en ese momento las plantas eliminan la mayor cantidad de savia, debilitando significativamente los arbustos.

Cómo podar los arbustos de grosellas?

¡Las herramientas adecuadas son clave! Aunque la poda de arbustos de grosellas puede parecer trivial, es útil conocer más sobre ella para no causar más daño que beneficio. Por supuesto, las herramientas también son importantes; la poda debe realizarse con herramientas afiladas y desinfectadas, como tijeras previamente limpias. De lo contrario, podríamos provocar enfermedades fúngicas. Comienza siempre el corte desde el exterior del arbusto y avanza gradualmente hacia el centro.

Es importante tener en cuenta que podar solo desde el exterior garantiza que la planta se densifique, lo que impide que la luz alcance los frutos. Sin embargo, si nos concentramos demasiado en el centro, puede haber un crecimiento excesivo de las ramas exteriores. Por lo tanto, comienza con las ramas enfermas, secas o dañadas, o aquellas que se cruzan innecesariamente. No olvides la poda después de la cosecha; los arbustos más antiguos solo deben podarse después del cuarto año de cultivo y repetirlo cada año.

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