Con 415 especies, la Lobelia es uno de los géneros de plantas más diversos del mundo, que se encuentra principalmente en regiones tropicales y templadas cálidas, aunque algunas especies habitan en climas más fríos. La lobelia suele desarrollarse como planta rastrera, pero algunas variedades también se agrupan. La flor está disponible en varios colores, pero es conocida por su verdadero color azul cielo. También las hay lilas, rosas, blancas y moradas. Las flores suelen tener un pequeño «ojo» blanco en el centro. Veamos cómo cuidar y cultivar Lobelia.
Datos básicos
- Nombre común: Lobelia
- Nombre botánico: Lobelia erinus
- Familia: Campanulaceae
- Tipo de planta: Anual
- Tamaño adulto: 15-20 cm de alto, 20-30 cm de ancho
- Exposición al sol: Pleno, parcial
- Tipo de suelo: Húmedo pero bien drenado
- pH del suelo: Ácido, neutro
- Época de floración: Verano, otoño
- Color de las flores: Azul, rosa, púrpura, blanco, rojo
- Área nativa: África
- Toxicidad: Tóxica para las personas, tóxica para los animales domésticos
Cultivar Lobelia a partir de semillas
Dependiendo de tu región, se recomienda sembrar las semillas de lobelia en interior entre 6 y 8 semanas antes de la fecha de la última helada. Las semillas pueden sembrarse en el exterior en zonas de invierno suave si las temperaturas nocturnas superan los 10 grados Celsius de forma fiable a principios de primavera.
Esparce las pequeñas semillas uniformemente sobre la tierra de siembra en una bandeja para semilleros. Coloca la bandeja cerca de una ventana para que reciba mucha luz. Riega la tierra de la bandeja para mantenerla húmeda. Rocía la tierra a diario, o cuando sea necesario, para mantenerla húmeda sin que quede empapada. Las semillas tardan de dos a tres semanas en germinar.
Planta la lobelia en el jardín cuando la temperatura nocturna supere constantemente los 10 grados Celsius. Coloca las plántulas en el exterior, ya sea en el suelo o en macetas, con cuidado de no arrancar sus raíces. La planta de lobelia anual debe espaciarse entre 10 y 15 cm en macetas y un poco más si se planta directamente en el suelo.
Cultivo y cuidados de la Lobelia
Luz solar
Tanto el sol como la sombra parcial son requisitos adecuados para el cultivo de Lobelia. Las plantas tendrán menos flores si reciben demasiada sombra. Para las plantas que crecen en climas cálidos, protégelas del sol caluroso de la tarde, y proporciónales más luz en climas septentrionales.
Riego
La lobelia debe humedecerse uniformemente sin encharcarla. Si se riega en exceso, pueden pudrirse las raíces o desarrollarse otras enfermedades. Es necesario regar con regularidad durante los periodos de calor extremo o sequía prolongada. Las plantas pueden sufrir estrés, un crecimiento restringido, menos flores y hojas marrones cuando no reciben suficiente agua.
Suelo
Un suelo fértil y húmedo es esencial para la maduración de la planta de Lobelia. Es importante no dejar que el suelo se empape, ya que esto puede provocar la pudrición de las raíces. Su pH preferido está entre 6,0 y 7,0, con una mezcla rica y bien enmendada.
Cubre la zona con mantillo para añadir nutrientes, quita las malas hierbas y mantén la humedad. Siempre que sea posible, utiliza una mezcla multiuso para macetas.
Temperatura y humedad
Una temperatura y humedad moderadas son excelentes para la Lobelia anual. A pesar de ello, puede florecer fuera de esos requisitos si la alimentas con algunos cuidados adicionales. En climas cálidos, protege la Lobelia del sol de la tarde para evitar que se queme o muera la planta.
Mantener la planta bien regada ayuda a conservar suficiente humedad para que florezca, pero las hojas pueden marchitarse en condiciones de sequedad extrema. Regar o pulverizar con agua la planta al instante puede reanimarla.
El invierno suele ser la época en la que se descarta la lobelia anual porque no soporta las temperaturas bajo cero. De todas maneras, puedes llevar tus Lobelias en macetas al interior de tu casa y darles refugio, si le das sol y temperaturas superiores a los 15 grados C podrás sacarla nuevamente al jardín en la próxima primavera.
Abono
Si deseas obtener los resultados más adecuados, abona tu lobelia cada dos semanas con un fertilizante líquido diseñado para plantas de flor. En general, estas plantas poseen más fósforo que nitrógeno y potasio, ya que el fósforo hace que las flores crezcan más deprisa.
Sigue las instrucciones del envase al mezclar el abono con agua en una regadera y espárcelo por la base de la planta, evitando sus hojas. Mantén un programa de fertilización estándar durante todo el verano para que tu lobelia siga floreciendo.
Plagas comunes
La principal plaga que puede dañar a la Lobelia es la Araña roja. Una infestación leve de araña roja puede tratarse con pulverizaciones suaves de agua fría. Una infestación grave puede requerir jabón insecticida, aceite de neem o pesticidas como último recurso.
Por otro lado, si la base de la planta se está volviendo de color marrón, podría tener gusanos de la espiga del maíz. A estos gusanos les gusta la Lobelia, y hacen agujeros en las hojas que pueden hacer que la planta sea vulnerable al desarrollo de enfermedades fúngicas. La extracción manual y los insecticidas pueden ayudar a eliminar los gusanos del maíz antes de que causen demasiados daños.
Cómo hacer que florezca la Lobelia
Siempre que plantes la lobelia en un lugar donde no esté expuesta al sol y al calor intensos, o en un lugar a la sombra, esta planta pequeña y de aspecto delicado, pero no frondosa, suele florecer a principios de verano sin necesidad de muchos mimos.
Asegúrate de mantener la lobelia húmeda; recuerda abonarla cada dos semanas, y su recompensa serán pequeñas y abundantes flores de color púrpura, azul, rosa o blanco, dependiendo de la variedad. No es necesario deshojar las flores pasadas; la Lobelia anual las deja caer por sí sola.
Cuando hace mucho calor, la Lobelia erinus hace a veces una pausa en la floración. Puedes estimular una nueva floración podando suavemente la planta a la mitad y regándola bien. En una o dos semanas, la planta volverá a cubrirse de sus pequeñas flores de ojos blancos.
A medida que las temperaturas otoñales empiecen a bajar, tu Lobelia empezará a florecer menos, pero puede seguir produciendo flores hasta que las temperaturas sean regularmente inferiores a 10 grados C por la noche.
Problemas comunes de la Lobelia
Esta delicada planta puede tener problemas debido a las plagas que le interesan y a su sensibilidad a la luz. He aquí algunas señales a tener en cuenta:
Follaje marrón
El riego excesivo es un problema común con la Lobelia. Como no le gusta el clima cálido, es posible que tiendas a regar en exceso y, como resultado, las hojas se pondrán marrones. Por otro lado, la lobelia se vuelve marrón si se sobrecalienta. Intenta mover la maceta a la sombra o añade sombra temporal si está plantada en el suelo pero se está secando bajo el sol.
Curvatura de las hojas
Además del calor extremo, la lobelia no soporta las condiciones muy secas. Si la planta sufre algún tipo de sequía, las hojas pueden ponerse marrones y empezar a enroscarse en los bordes para protegerse. Haz lo mismo que harías con el follaje marrón y dale a la planta más sombra y riego.
Hojas manchadas
Los ácaros pueden estar atacando la planta succionando los jugos de sus hojas, volviéndolas manchadas. En cuanto veas algunas manchas, utiliza jabón insecticida para remediar la situación.