Orquídea: ¡Sin químicos y con excelentes resultados! El mejor truco para el crecimiento de tu orquídea

Si tu orquídea ha comenzado a decaer, tiene mosquitos, el desarrollo de sus raíces y tallos se ha detenido, y sus hojas se han vuelto amarillas, entonces estos son claros signos de que necesita un cambio de sustrato. Es probable que la antigua tierra haya desarrollado algún tipo de hongo. Una nueva mezcla no solo ayudará a recuperar la orquídea de forma natural, sino que también le proporcionará la fuerza para desarrollar raíces y flores.

Primero, retira la orquídea del sustrato viejo y quita manualmente las raíces secas y huecas, sin dañar las raíces jóvenes y saludables de color amarillo. Luego, enjuaga las raíces bajo agua corriente.

Antes de trasplantar en un nuevo sustrato, es necesario desinfectar tanto las raíces como las hojas para eliminar hongos y plagas. Puedes desinfectar con agua de limón (empapa un algodón en jugo de medio limón mezclado con agua y limpia las hojas) y con agua oxigenada (1 cucharada de agua oxigenada en 0.5 l de agua; rocía las raíces con un atomizador). Si las raíces tienen podredumbre, sumerge sus puntas en canela antes de plantarlas en el nuevo sustrato.

Para el nuevo macetero, recuerda que las raíces de la orquídea se desarrollan mejor en un espacio reducido. La maceta debe tener grandes agujeros de drenaje en la base y una capa de arlita o piedras para facilitar la ventilación. El mejor sustrato para orquídeas es la corteza de pino, ya que la tierra comprada puede estar contaminada con bacterias patógenas, lo que representa un riesgo para una planta debilitada. Además de la corteza de pino, puedes usar cáscaras de coco. También se recomienda añadir musgo desinfectado previamente con vinagre. Llena la maceta de la siguiente manera: una capa de arlita, luego una capa de cáscaras de coco, una capa de musgo y, por último, una capa de corteza de pino. Esta mezcla ayudará a que la orquídea crezca rápidamente y con vigor.

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